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No fue fácil para Leash entrar a ese lugar. Ahí era la última vez que lo vio antes del Ministerio, su historia con Sirius había empezado ahí, y ahí mismo fue donde termino.

Harry, Ron, Hermione y Leash habían huido juntos del caos que se había formado en la boda, no era seguro que Leash y Harry si quiera estuvieran en el mismo lugar, Voldemort los buscaba a ambos y era mejor que se mantuvieran separados, pero en esos momentos, se necesitaban el uno al otro.

Después de la confrontación que tuvieron con dos mortífagos en un café muggle, acordaron que la mejor idea era refugiarse por el momento y el lugar que se les vino a la mente fue el número 12 de Grimmauld Place. 

Leash recordaba aquellas paredes, los cuadros y trucos que Sirius había dejado por la casa, le toco volver a encontrarlos la última vez que vino a visitarlo, pero la casa ahora estaba sola y Sirius ya no estaba.

Todos se encontraban exhaustos, por lo cual se prepararon para ir a dormir, les esperaban días difíciles y debían estar descansados, pero por más que Leash cerraba los ojos, no podía encontrar paz.

-Supuse que estarías aquí- dijo Harry entrando al cuarto y Leash lo observó con una mueca

-Me conoces bastante bien- dijo ella regresando su mirada al árbol genealógico en la pared, concentrándose en la mancha negra que había y al lado, su nombre escrito en la letra de alguien que ambos conocían

-Es increíble- dijo Leash y Harry no entiendo- Walburga prefirió borrar a su hijo de su vida y me dejo a mi sólo por mi sangre- dijo observando su nombre, que se había mantenido intacto- toco su nombre con cuidado y luego paso los dedos en donde solía estar el rostro del que fue amado

-¿Lo extrañas?- preguntó Harry con un nudo en su garganta

-Lo extrañe cada día desde que se lo llevaron a Azkaban- dijo Leash retirando su mano- Y lo extraño cada segundo ahora- sonrió con amargura

Los dos se quedaron en silencio, observando los rostros y nombres de la pared, intentando entender como de una familia como aquella, salió un hombre tan diferente a ellos, un hombre nobel y valiente como Sirius Black.

-Podías contarme sobre él- dijo Harry finalmente- No te hubiera juzgado y, no hubiera dicho nada en la sala de menesteres como un idiota- admitió y Leash rio ligeramente

-No es fácil hablar de mi pasado Harry- le contestó ella- Hablar de Sirius significaba hablar de una vida que para mí ya no existía y los recuerdos dolían demasiado- susurró- La verdad es que tenía miedo- admitió- Por más que crees conocer a alguien, no sabes como puede reaccionar a este tipo de cosas- observó el suelo con dolor- Aprendí eso con Draco- dijo con tristeza

Harry sabía poco del por que Leash y Draco habían terminado, muchos asumieron que Draco la había engañado con Astoria, debido a lo mucho que esos dos convivían y la rapidez con la que comenzaron a salir cuando ellos terminaron. Leash sólo le confesó a Neville la verdad, el resto asumió lo que entiendo, pero hasta hace poco tiempo, Leash le reveló a Harry la verdadera razón de su ruptura, por lo cual, podía entender por que ella tenía miedo de hablar sobre Sirius con alguien más.

Harry se acerco lentamente a ella y con cuidado, paso un brazo por los hombros de Leash, ella lo miro confundida.

-¿Qué haces?- lo cuestionó

-Nunca sé si puedo abrazarte o no, tengo miedo que me golpees- admitió Harry 

Leash y rio y se volteó para abrazarlo por completo. 

Estimaba mucho al chico, cuando por primera vez, Dumbledore le pidió que lo cuidará, Leash tenía miedo. Ella había conocido a sus padres, tenía miedo de encontrarlos en él, de encariñarse con él y luego perderlo, pero le debía su vida a aquel chico, cuando llegó a Hogwarts, no podía creer él parecido que el chico tenía con su padre, sin mencionar la gran personalidad de su madre. 

Harry Potter compartía cosas de sus padres, pero no era sólo sus padres, era un chico valiente, tenaz y valiente, cada día que llego a conocerlo, se sorprendía más con su dedicación y se había convertido en un gran amigo, con él cual, pelearía hasta el final.

-Okay, ya duró mucho- dijo Leash alejándolo y él le sonrió, pero no puedo evitar regresar su mirada al lugar en donde su padrino debió a estar- Está bien estar triste Harry, también fue importante para ti- lo reconfortó Leash

-Es doloroso- admitió Harry- Pero, por más que lo extrañe, me pongo a pensar en lo mucho que te debió haber dolido a ti- la observó- Yo lo quise como familia, tú lo amaste como pareja- suspiro- No puedo ni imaginarme que se siente perder a alguien que amaste de esa forma- 

-Que mi dolor sea diferente al tuyo no quiere decir que el tuyo no sea valido- dijo estrujando su hombro con un brazo- Vamos, ya es tarde, debemos descansar- le dijo Leash y caminó hacia la salida del cuarto pero él la detuvo 

-Hable pocas veces con él- dijo Harry rápidamente

Leash volteó confundida

-¿Con Sirius?- dijo sin entender

Harry negó con la cabeza, observando sus manos, evitando hacer contacto visual con ella, lamento su cabeza y respiro fuertemente, cerrando los ojos.

-Con Cedric- dijo finalmente- Hable pocas veces con Cedric- dijo abriendo los ojos, pero aún sin mirarla- No me atrevía- admitió- Era de los chicos más populares, era mayor que yo, capitán y buscador del equipo de Quiddith de Hufflepuff, por su puesto que me aterraba hablarle- dijo con una risilla nerviosa- Y luego fuimos seleccionados como los campeones de Hogwarts y...- no supo que decir

Leash no necesitaba que dijera más, podía darse cuenta de lo que Harry estaba intentando decir, pero no quiso presionarlo, así que lo dejo recolectar sus ideas.

-Él salía con Cho y no sé, jamás había visto a ningún chico de aquella manera, no lo sé- dijo rápidamente- Supongo que podemos decir que...- inhaló fuertemente- Me gustaba un poco- dijo finalmente

-No lo sabía- dijo Leash con sinceridad

-Nadie sabía- rio Harry- En primera por que me aterraba que lo supieran y en segunda, por que me aterraba admitirlo- dijo con nerviosismo- No fue hasta el año pasado que, me puse a asimilar todo- admitió- Y, yo no estuve con Cedric, lo mio fue un enamoramiento tonto- se burló- Y aún así, el dolor que sentí al perderlo- negó con la cabeza, pasando saliva- Por ello es que no puedo ni imaginarme lo que estas pasando al haber perdido a Sirius y- dudo en agregarlo- en cierta forma, también haber perdido a Draco- finalizo 

Leash se mantuvo callada intentando de suprimir las lágrimas que amenazaban salir de sus ojos, la verdad era que apenas si se estaba sosteniendo y ya no aguantaba tener que fingir que era fuerte y tenía todo bajo control cuando la verdad es que estaba sufriendo. Leash volvió a observar la quemadura en la pared y sonrió al recordar la sonrisa de aquel chico de ojos brillantes que ella llegó a conocer.

-Yo perdí a Sirius desde mucho antes del Ministerio- admitió ella- Hace mucho lo que tuvimos se fue y...- suspiro- Aquella noche yo no perdí a Sirius como mi pareja, ni de una manera romántica. Sirius y yo terminamos todo la noche que vine a visitarlo- admitió- Hoy no es el momento de hablar sobre ello- dijo antes de que Harry pudiera preguntar- Sirius fue importante para mi y siempre lo será...- pero entonces su rostro volvió a caer

-Draco...- pero no se atrevió a continuar, no sólo por lo mucho que le costaba hablar de él, si no por lo que ambos escucharon salir por la chimenea.

Harry y Leash sacaron sus varitas para defenderse y se miraron confundidos. De la chimenea, una luz azul platinada, la cual poco a poco, comenzó a tomar la forma de un lobo, era un patronus, pero lo que llamo la atención de ambos fue la voz que llamaba su nombre.

-¿Leash?- decía la voz proveniente de la luz-¿Leash Salazar?- preguntó la voz

Leash se detuvo de inmediato al reconocer donde había escuchado esa voz antes.

-¿Astoria?- dijo Leash en sorpresa 

No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora