No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)

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-¡Prefecto de Slytherin!- dijo Leash con emoción y le dio un pequeño golpe en el hombro a su novio- Mírate Malfoy ¿Quien lo diría?- se burló de él

Draco volteo su rostro al otro lado intentando ocultar su sonrojo.

-¡Oh basta! Es algo estúpido y ni si quiera lo pude disfrutar- justifico su respuesta pero no pudo evitar sentirse avergonzado.

-No es estúpido, es un gran logro, estoy orgullosa de ti- dijo Leash estrujando su mano con cariño.

Draco abrió sus labios para contestar pero era inútil, con cada palabra que le escuchaba decir, él se quedaba atónito.

Era ella, era Leash, su Leash, la chica intimidante y carismática, quien se preocupaba por sus amigos y familia, la que podía comandar a quien fuera con una mirada, la chica que no le temía a nada y lideraba con firmeza. Su novia, Leash.

Debían ser cuidadosos, debían llegar a los calabozos de la casa, en la cual se encontraban Harry, Hermione y Ron, pero sabían que los mortifagos no tardarían mucho en sacarlos de ahí para torturarlos de nuevo, Sade y Fred debían estar buscando a los demás chicos, por lo cual esperaban encontrarlos pronto y salir de ahí lo más rápido posible.

Draco estaba intentando concentrarse pero cada vez que volteaba a verla, se quedaba perdido en su rostro, sus labios, pecas, ojos y cicatriz, Leash lo notó y siempre lo regañaba por distraerse pero no podía evitar sonreír.

-¿Y tú?- preguntó él finalmente, varita en mano por si se llegaran a encontrar a alguien- ¿Qué estuviste haciendo estos dos años?- le preguntó

Leash suspiro con cansancio.

-Nada tan interesante como crees- dijo ella- Mi recuperación fue muy lenta y dolorosa, me concentre en eso y estos últimos meses he estado con mis hermanos, planeando movimientos y arreglando unos asuntos pendientes- explico lo mejor que pudo.

-Supongo que vas a explicarme como rayos estas viva- dijo él

-Tal vez este no es el lugar adecuado- dijo ella con una mueca- Me gustaría que saliéramos del lugar en donde todos quieren asesinarme para hablar de como me asesinaron anteriormente- bromeo ella

La verdad era que Leash quería seguir hablando, quería detenerse y abrazarlo, besar sus mejillas y contarle de sus días, contarle lo mucho que lo extraño, lo mucho que pensó en él, quería contarle sobre cada segundo que habían pasado separados. Pero Leash no podía dejarse llevar por sus sentimientos, seguía siendo la líder de esta misión y la vida de todos los involucrados estaban en sus manos, tenía que concentrarse.

Pero Draco estaba haciendo su trabajo muy difícil.

-Wow- dijo Draco en voz baja y Leash volteó confundida

-¿Qué ocurre?- preguntó ella bajando su voz, temiendo que hubiera alguien cerca

-Es que...- Draco se quedó pensando- Recordaba que eras preciosa pero, wow...- dijo completamente anonadado 

Leash volteó los ojos y regresó su vista al camino que estaban siguiendo.

-Aprecio mucho tu entusiasmo, pero en verdad necesitamos apurarnos Draco- dijo ella con seriedad, miro arriba de su hombro y agrego- Tú sigues igual de bonito- contestó ella entre dientes, estando nerviosa de en verdad ser escuchada 

Draco se detuvo en su lugar y Leash se dio cuenta de ello e inmediatamente se posiciono en defensa, dispuesta a atacar a quien se acercara.

-¿Qué? ¿Qué viste?- preguntó Leash preocupada, observando a su alrededor.

Pero antes de que pudiera asimilarlo todo, Draco la tomo por el rostro y la beso en los labios con dulzura. El beso era diferente al pasado, el otro fue desesperado y lleno de necesidad, este fue lento, dulce, como si quisiera susurrarle algo que sólo ella pudiera escuchar.

Leash se dejo derretir por el cariño que él le estaba dando, no podía recordar la última vez que alguien la hubiera tratado con dulzura, la gente le temía o la estaba cazando, pero no podía recordar la última vez que alguien acaricio su mejilla o le dijo lo hermosa que era, la calidez que él irradiaba era intoxicante y ella quería dejarse llevar por su calor.

-No- dijo Leah separándose y pudo notar la confusión en Draco- Lo siento- dijo en un suspiro y recargo su frente contra la de él- En verdad quiero esto, no hay nada que quiera más que esto- aseguró con los ojos cerrados- Pero no soy buena en esto, nunca lo he sido y...- puso sus manos en el pecho de él, como si necesitará aferrarse a algo- Había olvidado lo vulnerable que me haces sentir, me haces creer que estamos a salvo y que, sólo importamos nosotros- susurro Leash abriendo los ojos

-Lamento no poder darte el cariño que necesitas o las palabras lindas, sé que no soy lo que esperabas encontrar, yo...- pero antes de que pudiera seguir hablando, sintió a Draco separar sus frentes y con delicadeza, plantó un beso en la frente de ella.

Leash volvió a cerrar sus ojos, sintiéndose relajar en los brazos de él, Draco la volvió a abrazar con lentitud, dejándola sentir su cercanía.

-No lo hagas- dijo Draco- No intentes alejarme, por que no me iré- le contesto- No estoy pidiendo nada de ti Leash- contestó él pasando sus dedos entre la melena roja de la chica- No puedo imaginarme el trabajo y presión que tienes encima, no quiero que ignores tus promesas ni responsabilidades- dijo con una sonrisa- Se que me costó comprenderlo, pero entiendo lo que está guerra significa para ti y lo único que quiero es estar a tu lado- dijo acariciando su espalda con cariño 

Leash soltó un suspiro, dejando notar lo exhausta que estaba, llevaba semanas trabajando sin parar y por supuesto, la única persona que podía transmitirle tanta paz era aquel chico.

-Yo sé que no eres romántica, sé que no eres cursi, conozco tus límites, sé lo que te gusta y no, lo sé- insistió con una sonrisa- Me enamoré de ti por lo que eres, por quien eres, no estoy pidiendo que cambies- volvió a tomar su rostro en sus manos y la obligo a mirarlo a los ojos- Te escogí a ti y lo volveré a hacer- sonrió

Leash miro hacia arriba, dejándose nadar en ese gris que tanto soñaba.

-Te escojo a ti- susurro Leash.