ᴏʜ, ᴍɪ ᴄᴏʀᴀᴢóɴ sᴀɴɢʀᴀɴᴛᴇ

Capítulo 2 : No son mis recuerdos

Wei Ying no sabía dónde estaba cuando volvió a despertar. Estaba en una cama de nuevo, pero podía decir que era diferente. Estaba exhausto, tanto física como espiritualmente. Aunque técnicamente Mo Xuanyu todavía tenía su núcleo dorado, era débil y no estaba entrenado.

No sabía qué era peor: no tener núcleo en absoluto o tener uno tan, tan cerca, pero no poder usarlo.

Se movió y su pierna envió chispas de dolor a través de su cuerpo. Correcto, la marca de la maldición. Suspiró de nuevo y se movió más hasta que se sentó derecho. ¿Cuánto tiempo estuvo dormido esta vez? No le gustaba la frecuencia con la que se desmayaba. Escuchó susurros y miró a los dos hombres sentados junto a la mesa, tomando el té. Había algo tan… fuera de lugar al ver a Lan Zhan y Nie Huaisang bebiendo silenciosamente de las tazas que la posada debió haberles proporcionado. Especialmente cuando parecía que Nie Huaisang estaba a segundos de desmayarse.

"Lan-" Wei Ying trató de decir, solo para ser interrumpido por un ataque de tos áspera. Lan Zhan instantáneamente dejó su taza y se acercó a la cama, su túnica fluyendo como agua detrás de él. Extendió la mano y colocó una mano fuerte en la espalda de Wei Ying, estabilizándolo, antes de retirarla instantáneamente como si se hubiera quemado.

"¿Cómo te estás sintiendo?" Lan Zhan preguntó, su voz no delataba el pánico que corría por sus venas. Wei Ying lo miró con ojos familiares, pero no, y sonrió con cansancio. Se suponía que Wei Ying no tenía sonrisas cansadas. Se suponía que sus sonrisas serían brillantes e iluminarían la habitación y harían que los ancianos desconfiaran de cualquier travesura que estuviera planeando.

"Como una mierda", Wei Ying se frotó la cara con rudeza. "¿Qué hora es?"

"Cena."

"Joder, ¿ya?" Wei Ying no sabía por qué su estómago cayó tanto. Había sido el día en que dejó a Jin Ling para que alguien lo encontrara, y ahora el día se había ido. Perdió un día entero por… ¿por qué?

"Lenguaje." Lan Zhan dijo por costumbre. Sus ojos se entrecerraron un poco para sí mismo, sin haber tenido la intención de regañar a Wei Ying después de que acababa de despertar, pero la sonrisa cansada del hombre más pequeño se volvió más genuina mientras se reía entre dientes.

"Ah, lo siento Lan Zhan", balanceó sus piernas sobre el borde de la cama, notando que el dolor era sofocante y que ya no iba a hacerlo caer muerto en el acto. Lan Zhan debe haberlo sellado cuando estaba durmiendo. "Aunque me conoces, mi boca tiene mente propia".

Lan Zhan sonrió levemente, lo suficiente para que Wei Ying y tal vez solo su hermano hubieran podido detectarlo. Ignoró cómo los ojos de Wei Ying se iluminaron ante su sonrisa a favor de volverse hacia su invitado, que todavía estaba sentado a la mesa, mirando fijamente su abanico.

"¿El líder de la secta, Nie?" Preguntó Wei Ying, preguntándose por qué su viejo amigo estaba allí. Nie Huaisang saltó con un chillido, desviando la mirada.

"No-no sé", se apresuró a salir, luciendo como si estuviera a punto de llorar. "Realmente, no lo sé-"

"¿Por qué estabas en el castillo devorador de hombres?" Wei Ying lo interrumpió, haciendo que el otro hombre cerrara la boca con un clic audible. "Parece una coincidencia que estuvieras tan lejos de la carretera principal al mismo tiempo que nos íbamos".

"Y-"

"Líder de la secta Nie", Wei Ying de repente se sintió tan, tan cansado. “No somos el enemigo aquí. Solo queremos llegar al fondo de todo esto, y si puedes ayudarnos, estaremos en camino mucho más rápido ".

"Yo ..." Nie Huaisang agitó su abanico frente a su cara, ocultando su nariz y boca, pero Wei Ying pudo ver algo en sus ojos.

"Si no quieres ayudar, no nos queda más remedio que volver al castillo devorador de hombres y destrozarlo ladrillo a ladrillo hasta que encontremos una pista ..."