CAPÍTULO 8

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-Alex, Alex despierta -abrí los ojos con dificultad, Lucia se encontraba sobre de mi.

-¿Qué rayo…. - Lucia se lanzó a besarme, era intenso, como cuando estábamos en el porche. -Lu detente -estaba agitado y aún no caía en cuenta de que sucedía.

-Deseo esto Alejandro -se lanzó de nuevo a besarme.

Estaba extasiado de placer por todo lo que estaba sucediendo, jamás en la vida había besado de esa manera tan sensual, era cada vez más pasional y más fogoso, nuestras lenguas se enroscaban y jugueteaban.

Sentí un gran calor en el bajo vientre, las sensaciones que sentía eran nuevas y muy placenteras, después de unos minutos besándonos sin descanso, la necesidad de coger oxígeno nos hizo separarnos.

-Tienes unos labios adictivos -dijo Lucia jadeando.

-¿Estás segura de esto?

-Muy segura

Nuestros labios se volvieron a encontrar en un beso desesperado y ansioso. Recosté a Lucia sobre la cama quedando sobre ella sin dejar de besarnos.

Sus manos traviesas desabrocharon mi camisa y me la quitó en un segundo. Veía el deseo y la lujuria en su mirada mientras me observaba. Mis besos bajaron a su cuello dejando marcas y besos húmedos, sus jadeos y gemidos se hicieron escuchar a los segundos.

-....Ah- Gimió

El placer que sentía con tan solo eso era mucho, nublaba mi vista y mis sentidos. Estaba por quitarle la blusa, cuando un sonido me hizo levantarme de golpe.

MALDICIÓN estaba sudando, a mi lado Lucia dormida profundamente, y la maldita alarma sonaba junto a mi oído, la apague ¿Que carajos? Llevé mis manos a mi cara.

Qué diablos, qué te sucede Alejandro, tus hormonas están alteradas.

Se sintió tan real, estaba a punto de hacerlo con Lucia en mis sueños. Mi inconsciente me traiciona. Me gire para mirarla, dormía tan tranquila.

-Te quiero bonita -dejé un beso en su frente y me levanté. Tenía que irme.

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-Me estoy volviendo loco -dije tirándome en mi cama. No podía sacar de mi cabeza ese sueño. Me había dejado mal. Tome una almohada y la puse en mi rostro.

-AAAAAAAAAAAAH -necesitaba desahogarme.

Entre tantos pensamientos me quedé dormido.

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El sábado por fin había llegado.

-Ya estoy en camino Elliot......lo siento, tuve una mala noche y me quedé dormido…… en cinco minutos estoy ahí.

Caminaba, casi corría hacia la dirección que me habían enviado.

Hace una semanas, un chico en la escuela se me acercó y me ofreció unirme a un grupo LGBTTTIQ, con la intención de contar mi historia y ayudar a otros chicos trans que comenzaban su transición. No estaba muy seguro al principio, pero luego me presentaron a Elliot, un chico trans de pelo rizado y ojos cafés, bastante agradable y simpático, terminó convenciéndome.  Ahora estoy camino a la dirección que me envió.

-Al fin llegas Alejando -Elliot me esperaba en la entrada, parecía un edificio abandonado, pero una vez pasabas el portón negro que funcionaba como puerta todo cambiaba. Por dentro era un pequeño gimnasio de box de un costado, había dos máquinas expendedoras una de bebidas y otras de golosinas. Había maquinitas de videojuegos en una pared, videojuegos modernos en otra. No salía de mi asombro.

Simplemente se tú mismo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora