Simplemente se tú mismo

CAPÍTULO 12

Sábado al fin, Lucia está por llegar, me encuentro en el aeropuerto con una caja de gomitas enchiladas que tanto le gustan. Si supiera cuánto la he extrañado y cuánta falta me ha hecho ahora que Daniel no hace más que quejarse.

Las cosas han salido mal últimamente, Daniel y Mariana siguen igual o incluso peor, están juntos, no están juntos, ella le contó de Christian y se justificó con 'estabamos en un mal momento' 'solo salimos, no pasó nada' y el idiota de mi amigo lo acepto, las cosas que uno soporta cuando está enamorado.

Hace dos días Daniel conoció a una chica, su nombre es Verónica y han 'salido'. Él dice que solo es una amiga, Mariana apareció en mi departamento diciendo que yo sabía con quién había salido Daniel y cuando el volvió le ha armado una escena de celos.

Son mis amigos pero no los soporto.

Mis pensamientos son interrumpidos cuando personas comienzan a salir, busco con mi vista a Lucia, la veo con su maleta mirando a todos lados, me está buscando.

Alze mi brazo para que me viera, nuestras miradas se conectaron. Ella caminó apresuradamente hacia mí y yo hacia ella, se tiró en mis brazos y yo la abracé fuertemente.

-Te extrañe tanto. -Susurre antes de besarla.

Nos dimos cortos besos y nos volvimos a abrazar.

Una vez que nuestro abrazo culminó le di la caja de gomitas.

-No era necesario Alex.

-Para mi es necesario verte feliz, así que si es necesario.

Lucia sonrió y tomó la caja antes de abrazarme y besarme de nuevo.

-Hola Alejandro -me separé cuando escuché la voz de su papá. Venía empujando un carrito lleno de maletas junto a su esposa y detrás de ellos estaba Samuel.

-Buen día -dije un poco nervioso.

-¿Algún regalo para mi esposa?

-Yo... bueno... este... no sabía- el hombre comenzó a reírse junto a su esposa.

-Te están molestando amor -Lucia me susurró y contesté de igual manera.

-Tú papá no pierde el tiempo.

-No les hagas caso, y mejor abrázame que te he extrañado tanto -nos volvimos a abrazar. Esa sensación de calma en cada abrazo era lo que me gustaba tanto de estar con Lucia.

-Bueno muchachos, hora de irnos, que quiero llegar a mi casa a descansar, y aún hay un taxi que tomar. -dijo Marlene comenzando a avanzar hacia la salida.

-Yo puedo llevarlos- dije caminando detrás de sus padres y Samuel, en una mano arrastraba la maleta de Lucia y en otra sujetaba su mano.

-¿Así? -preguntó mi novia.

-Claro amor, mi abuelo me ha dado el Camaro, una larga historia, pero ahora es mío.

-Entonces ya tenemos chófer. Apresurense que necesito usar urgentemente el baño.-dijo su padre avanzando rápidamente hacía la salida.

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Último domingo de vacaciones, el día de mañana comenzará de nuevo el estrés.

Lucia organizó una pequeña reunión de piscina en su casa, estaba su madre, su hermano, Mariana, Daniel, Martin y Elliot. El padre de Lucia tenía asuntos de trabajo, así que estaría fuera durante el día.

El jardín de los Sandoval era increíble, todo estaba cubierto de pasto, salias de la casa y encontrabas a tu izquierda una mesa circular rústica de piedra tallada con 6 sillas de madera a su alrededor, a tu derecha estaba el área para azar, en el centro encontrabas la piscina gigante en forma de laguna, en un costado de la misma había 3 camastros de madera y al fondo había una pequeña bodega.