Fuiste a Yharnam en busca de su milagrosa sangre para curar tu enfermedad, logras curarte, pero al salir de la clínica, todo ha cambiado, las bestias rondan por la ciudad, la sangre baña las calles al igual que los cadáveres, los "Cazadores" están c...
María se levantaba frotándose la nuca, el dolor era fuerte pero ella igualmente se puso de pie y se tambaleó un poco, ella respiró hondo y dejó de tambalearse. Al verla despertar rápidamente la abrazaste, ella estaba algo sorprendida por tu repentina aparición y solo se limitó a quedarse quieta mientras recibía el abrazo.
- ¡María! No tienes idea de cuánto me alegro por saber que estás bien - dijiste con alegría.
- Novato, gracias por demostrar preocupación por mi - dijo María pasando su mano por tu cabeza haciéndote leves cariños.
Dejaste de abrazar a María y ambos se quedaron mirando entre sí con algo de incomodidad, miraste para otro lado pero ella te seguía mirando.
- Novato, ¿Que ocurrió mientras estaba inconsciente?
- Pues.... Henryk y yo vencimos a las Sombras de Yharnam, después de eso te llevé cargando hasta este lugar y eso es todo lo que pasó.
- Ya veo....... He vuelto a Byrgenwerth, se ve mucho más viejo y abandonado desde la última vez que estuve aquí, hora de encontrar al rector Willem.
- ¿Rector Willem?
- Claro, el era el que estaba a cargo de todo Byrgenwerth, el mismo fue el que me enseñó todo lo que se aparte de Gehrman.
- Vaya, deba tener muy buenos recuerdos de este lugar.
- Si, demasiados.... Pero eso ahora no importa, hay que buscar la razón por la que estamos aquí, yo buscaré arriba la llave del lunario y tú busca a abajo.
- Entendido.
Dicho eso, María empezó a buscar por todos lados y logró encontrar un cofre que abrió viendo ropas que se le hacían conocidas.
- Vaya vaya, pero mira que tenemos aquí - dijo María admirando las ropas de estudiante de Byrgenwerth - ¿Aún me entrarán? - se preguntó María con curiosidad.
María miró para los costados y sonrió para luego quitarse la ropa y ponerse el uniforme de Byrgenwerth. La mujer seguía sonriendo al ver que el uniforme aún le quedaba de maravilla.
- Aún me queda, pero..... ¿porque tiene que ser algo ajustado en mi trasero?
La mujer agarró sus ropas de cazadora y las ordenó con cuidado para después ponerlas en un sillón cercano y sacar de los bolsillos del traje un farol de mano, ella continuó buscando la llave pasando por una puerta que intento abrir pero fracasó. María continuó buscando y logró percatarse de una escalera metálica de mano que subió llegando a una oscura zona. La cazadora encendió el farol de mano y logró obtener algo de visibilidad.
- Ya era hora de algo de luz.
María caminó por las escaleras y encontró lo que estaba buscando, la mujer agarró la llave y estaba a punto de bajar por la escalera hasta que escuchó unos zumbidos y algunos leves aleteos al igual que el sonido de unos pies que se posicionaban contra el suelo. La mujer se volteó y vio a un espantoso ser insectoide.
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