Capítulo 7

1.5K 141 21
                                    

Cande Stone

Todo seguía igual, dentro de mí aún conservaba esta maldita sensación de que esto jamás acabará. Ruego todas las noches para que pueda desaparecer esa sensación que me consume día a día... Mi cuerpo nuevamente lo necesita, mis manos sudan, mientras que ahora sólo anhelo tenerlo dentro de mí.

Sé que esto un día va a acabar completamente conmigo, pero ya intenté alejarme... Y lo único que conseguí fue un vacío y una depresión que jamás quiero volver a pasar. Estoy sola, carajo, mi única compañía es ese polvillo el cual tengo muy claro que sólo me está llevando por un abismo.

Pero necesito olvidarme de todo, quiero y deseo salir de este maldito mundo por un momento. Por lo menos, así puedo volver a ver a mis padres... Quienes me dejaron sola cuando se enteraron de mi adicción, no sé nada de ellos desde hace dos años, y han pasado tres desde que la maldita cocaína me consumió. Siento que lo he sabido manejar... Ninguno de mis amigos se han dado cuenta, aunque a veces desearía que lo hicieran; porque necesito ayuda, no puedo sola.

Gracias a esto he jodido mis amistades muchas veces, pero he tenido suerte de que apesar de toda la mierda que les doy... Aún están ahí para mí. Pero, carajo, mi intención núnca es hacerles daño, sólo que necesito ese polvillo, y en ocasiones tengo que llevarme a alguien por delante.

Aún me encontraba en el bar, para mi desgracia faltaban várias horas para que mi turno acabara.

Salí de una de las cabinas de los baños y fuí hacia el lava manos, cuando el agua cayó al instante la llevé a mi rostro para así ocultar un poco las lágrimas que habían bajado por mis mejillas.

Acomodé mi uniforme y salí hacia el bar. Por lo menos hoy sólo estaba encargada de la barra, lo cual me ayudaba un poco a no estresarme tanto.

-Dame cuatro cervezas. - me dice el remplazo de Jordan... Con el cual siendo sincera no he tenido ningúna conversación

Me di media vuelta y fuí hacia la heladera, de allí saqué las cuatro cervezas y las coloqué en su bandeja.

-Gracias...

El chico se fue, para que segundos después sintiera la vibración de mi teléfono. Ántes de sacarlo me percaté que ninguno de los hombres de Perlongo estén cerca. Al ver mi teléfono el nombre de Christopher se plasmó en la pantalla.

¿Ahora que pasó?...

Me fuí rápidamente hacia los baños y contesté.

Llamada entrante
Christopher

-¿Hola? - contesto para luego recostarme en el lava manos

-Habla Zabdiel. - responde - Christopher te mandó a buscar... Sal, estámos afuera

-¿Qué? ¿Cómo que afuera? - pregunto confundida

¿Había vuelto?... Carajo, ¿Estaba de nuevo aquí?

-Sí, afuera. - suena un poco grotesca su voz - Sal, no tengo todo el día

-No puedo... Estoy en turno. - escucho un suspiro de su parte

-Es una órden, Cande. Díle a alguien que tome tu lugar... Te doy cinco minutos. - cuelga la llamada evitando que pueda decir algo más

Llamada finalizada.

Miérda, ahora lo último que necesitaba era otro problema más. Ya tengo el suficiente estrés por todo lo que está pasando con Perlongo, como para que ahora me toque enfrentar nuevamente a Christopher... No lo veo desde hace mucho, y que de la nada me mande a buscar no me trae buenos pensamientos.

El Diablo || 1,2 TEMP Where stories live. Discover now