Capítulo 31

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Narra Sarah

Cuatro semanas después...

Esta no ha sido una buena semana para mi, desde que regresamos de nuestro viaje a la cabaña me he sentido cansada, tengo migrañas muy seguido y no hablemos de comida por favor, las náuseas no me dejan comer.

—¡SARAH! —El grito de Amelia hizo que mi cabeza doliera más.

—¡Mierda Amelia! No grites —Cubrí mí cabeza con las sábanas —Estoy enferma.

—Si salieras de esa cama de seguro dejarías de estar enferma —Me quita las sabanas de un tirón —Quería llevarte a comer.. Una salida de chicas.

—Esta bien.. Me hará bien salir —Me levante y fui al baño.

Diez minutos después estábamos en la cafetería donde conocí a James, me traía recuerdos.

—¡Oh Dios! Mi niña —Karla me dio un abrazo como solo ella los sabe dar, llenos de amor y felicidad —Estaba preocupada, no habías venido y pensé...

—Estoy bien, estoy viviendo en una casa no muy lejos que aquí... Con mi
novio —Su cara se volvió más feliz al escuchar la noticia.

—¿Quien es? ¿Cuando? ¿Como? ¿Te trata bien? —Me lleno de preguntas, no pude evitar soltar una pequeña risa.

—¿Recuerdas a los dos chicos que estaba atendiendo? ¿Al que casi le clavo un tenedor en la mano? —Ella asiente —Por cosas de la vida termine viviendo con el y ahora estamos juntos, Karla mi vida a cambiado y estoy.. Feliz.

—Un momento... ¿Casi le clavas un tenedor a mi hermano? Sarah no dejo de amarte cada día más.

—Karla ella es Amelia la hermana de James, Amelia ella es Karla la mujer que ha sido como mi madre —Amelia le extendió mano pero Karla la abrazo.

—Gracias por cuidar de Sarah —Karla es como una madre para mi, siempre ha estado pendiente de mi, me ha cuidado sin pedir nada a
cambio —Bueno..¿Que van a ordenar?

—Yo quiero un sándwich de atún, un jugó de naranja... Quiero llevarme una donas de cada sabor, quiero un café capuchino para llevar, un café affogato y quiero llevarme quince cupcakes de chocolate —Hizo una pausa —Eso es todo, estoy a dieta.. Prometo venir muy seguido para probar todo el menú.

—¿Estas a dieta? —Pregunte incrédula.

—Sí, si no estuviera a dieta me hubiera llevado todo, pero sólo me estoy llevando poco —Se encoge de hombros.

—Solo quiero un café moka y una ensalada de frutos rojos —Le digo a Karla.

Uno minutos después trajeron nuestros pedidos. Mire a Amelia, quien estaba comiendo sus sándwich, no puede evitar sentir ganas de vomitar.

—Voy al baño —No espere respuesta, salí corriendo hasta llegar al baño y expulsar toda la ensalada.

—¿Estas buen Sarah? —Pregunta Amelia, preocupada.

—No, tengo náuseas muy seguido, migraña, estoy cansas —La cara de Amelia... No se como describir, ella estaba pensativa, pero luego me dio una sonrisa.

—¿No crees que estés
embarazada? —La mire sin poder creerlo, todo encajaba, tenía lógica, tengo retraso.

—Amelia si estoy embarazada James...

—Le va a encantar la noticia —Dice muy emocionada —Paguemos la cuenta y vamos a una farmacia a comprar una prueba de embarazo.

Luego de pagar la cuenta, fuimos a la farmacia, estábamos en los pasillos y los nervios se estaban apoderando de mí.

—Hay de muchos tipos —Digo preocupada —¿Cual elegimos?.

—Llevemos cinco diferentes, a veces algunas no son buenas y con cinco pruebas vamos a estar más seguras.

Pagamos y de inmediato regresamos a la casa. Luego de seguir las indicaciones solo faltaba esperar, con forme pasaban los minutos mis miedos se hacían más grandes ¿Como reaccionaría James por la noticia? ¿Estaría feliz? ¿Enojado?.

—Sarah...¿Podrías dejar de caminar por toda la habitación? Me pones nerviosa.

—Si tú estás nerviosa yo estoy aterrada... ¿Que tal si no quiere ser padre aún? ¿No es muy
apresurado? —Me senté junto Amelia, apoye mi cabeza en su hombro.

—A veces las cosas que no planeamos suelen ser las mejores, James te ama y será el hombre más feliz al enterarse que estás esperando un bebé
suyo —Eso me alivio un poco —A demás no sabemos los resultados.

Dos minutos después nos encontrábamos a punto de mirar las pruebas.

—Esta bien, tu tomaras una y yo
otra —Digo con nerviosa. Tenía la prueba de embarazo en mis manos, no dejaba de temblar.

—Dice que si sale solo una raya es negativa y si salen dos es
positiva —Lee las instituciones.

—A la cuenta de tres
miramos —Asintió —Uno.

—Dos.

—¡Tres! —Dijimos al unísono. Mire la prueba y... ¡Positivo! ¡Habían dos
rayas! —Esta es positiva.

—Esta también... Solo una es negativa —Amelia me miro con
emoción —¿Sabes lo que significa?

—¿Que James y yo vamos a ser padres?.

—¡¡NO ESTÚPIDA!! ¡¡VOY A SER
TÍA!! —Empezamos a dar saltos de la emoción —¿Será niña? ¿Niño? ¿Tendrá tu cabello o el de James? ¿De que color serán sus ojos?.

—Tendremos que saberlo en nueve meses —Toco mi vientre —Ya quiero decirle a todos.

—¿Le dirás a James en la
noche? —Pregunto.

—¿Que? ¿Esperarlo a que llegue en la noche? No podré soportarlo... Voy a ir al casino a darle la noticia —Tomo una prueba y la guardo en mi bolso.

Salí de la casa lo más rápido que pude, era la mejor noticia del mundo, mi vida no podía ser mejor.

Un bebé tuyo y mío James...


Vendida al Diablo    [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora