Investigando A Los DexHolders (Cancelada)

Caso 8

Hoy era un día muy movido en la casa ya que era sábado.

Se suponía que iba a pasar el fin de semana con Kahili en las aguas termales de Ciudad Lavacalda, pero al final ella tenía que volver a Alola debido a que su padre solicitaba su presencia en el Resort Hanohano, así que decidimos quedar otro día para hacer lo mismo, la mayoría de los que escucharon aquella noticia se deprimieron bastante, aunque ahora desconozco el motivo.

Pero bueno, siempre he dicho que toda mala situación trae oportunidades para el futuro, y en este caso me permitió tener una nota fresca que fuese relacionada al proyecto en el que estoy involucrada (ya que últimamente estoy más dedicada a los desastres naturales que sucedían en algunas ciudades de Hoenn), pero bueno ¿Que es lo que ahora importa?

Lo que importaba ahora era el hecho de que Crystal estaba bastante confundida, y la razón de eso se debe a cierto chico dedicado a la crianza pokémon.

—Estás diciendo que... ¡¿Acepté tener una cita contigo?!

La incredulidad en las palabras de Crystal era más que notoria, es decir ¿Cuándo Gold le había preguntado por una cita? Y lo más importante ¿Cuándo fue que ella aceptó dicha cita? Ahora mismo no tenía ni idea del porque su compañero estaba frente a la puerta de su habitación mientras este llevaba puesta su ropa de calle y llevaba un pequeño ramillete de flores... O eso se suponía antes de que Silver les prendiera fuego.

"Entre más fuego, más atractivo eres"

Las palabras de Silver hicieron que Gold definitivamente nunca fuese a pedir consejos románticos al tipo de los guantes, es por ello que en lugar de flores, lo que llevaba en el ramillete eran ramas con bayas de distintos tipos.

— Así es, yo te llamé a la mitad de la reunión para poder quedar en una cita y tú aceptaste ¿O quieres que te lo recuerde con la grabadora de llamadas?

Gold estaba seguro de si mismo, mucho más de costumbre, una seguridad que a Crystal le pareció arrolladora y en cierta manera atractiva; es decir, un hombre decidido era lo que la mayoría de chicas anhela... A no ser de que ese hombre decidido sea capaz de decidir lanzarse por un acantilado en monopatín con un cartel en llamas que diga "Jódete Silver".

Y era justo el tipo de hombre que era Gold.

— Bu-Bueno, déjame poner las bayas en un... ¿Florero? Déjame arreglarme para salir.

Y cerró la puerta, volviéndose un lío de gritos ahogados y enrojecimiento facial. A ella le gustaba Gold, contrasta con su forma recta de ser, es divertido y sabe cómo llevar las riendas de una situación desesperada de una forma más que competente, el problema al parecer era con otra parte de su actitud.
Él era algo cínico, sarcástico y burlón, podría reírse de sus sentimientos en cualquier momento y eso en parte la tenía algo preocupada, por no decir aterrada.

Pero bueno, prefirió dejar aquello de lado y simplemente arreglarse para salir, una ropa tan casual como la que Gold llevaba en ese momento, se destacó más que nada por tener un toque mucho más personal, ya saben, pantalones cortos de mezclilla y una cazadora negra sobre una blusa fucsia. Una vez se había cambiado de ropa salió nuevamente y para evitar algún comentario de Gold prefirió hablar de cualquier cosa sin dejar que Gold le fuera a interrumpir en su monólogo.

Así ambos salieron y pusieron rumbo a Ciudad Portual, la sede de Hoenn del entretenimiento, esto debido a la multitud de actividades distintas que una persona puede realizar en dicha ciudad: visitar el museo oceánico, ir a ver o participar en los concursos de nivel difícil, ir al mercado para comprar vitaminas, medicinas, peluches y otros objetos para las bases secretas, entre otras cosas que hacer. Ambos llegaron en sus respectivos pokémon voladores y se encontraron con una ciudad igual de activa como siempre, entonces Crystal hizo la pregunta.