#4 Paseo...

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LENA





—Bien, necesitamos comenzar lo antes posible. —dije con entusiasmo, Kara caminaba delante de mí, iba tan entretenida con su libro, que estuvo a punto de chocar con un profesor. —¡cuidado! —exclame jalándola a un costado, le sonreí al profesor como disculpa, el solo negó con la cabeza.

—Gracias, supongo.

—De nada, supongo. —Kara rodó los ojos.

—Dime. ¿Qué quieres hacer de tu dichosa lista? —dijo visiblemente cansada. Sonreí y saqué la hoja.

—Veamos. —inspeccione la hoja con entusiasmo. —el numero cuatro. —Kara me miro con curiosidad, después tomo la hoja.

—Paseo en globo. —por sus gestos, no parecía estar muy convencida.

—Sí, paseo en globo.

—¿Dónde haremos eso?

—Ya investigue, vamos. —tome la mano de Kara y corrí con ella, necesitaba sacarla de ahí antes de que se arrepintiera.

—No, vamos en la mía. —comento Kara caminando hasta su moto.

—¿Segura? El lugar esta algo retirado.

—Segura.

—Bueno, dame tus libros, los dejare en mi auto. —lo pensó un poco, pero accedió.

—Toma. —sonreí y tome el casco. —sujétate. —pocas veces me había subido a una moto y no porque me dieran miedo, simplemente no era algo que a tía Lía le hiciera mucha gracia, de hecho si ahora mismo me viera, se desmayaría de la impresión. Me aferre al cuerpo de Kara, no quería incomodarla pero tampoco es que la moto tuviera mucho de donde sujetarse.

Como dije, el lugar estaba algo retirado, pero después de un rato conduciendo, por fin habíamos llegado, era un sitio muy lindo, rodeado por muchos arboles y pequeñas montañas, baje de la moto y mientras Kara buscaba donde estacionarla, yo me acerque a pedir informes.

—¿Y bien? —gire en cuanto escuche a Kara y con entusiasmo le mostré los boletos que había comprado. —toma. —fruncí el ceño al ver el dinero en su mano, sonreí y negué con la cabeza.

—¿Vamos? —ella suspiro y me siguió, al estar de pie frente al enorme globo mis nervios se hicieron presentes. —¿Danver?

—¿Sí? —yo jugaba con mis manos sin atreverme a decirle lo que me pasaba. —¿Qué pasa?

—Yo... bueno... quiero hacer esto, pero...

—¡No es cierto! —exclamo Kara con sorpresa. —¿Le tienes miedo a las alturas?

—No te burles. —dije frunciendo los labios.

—No lo hago, pero... ¿Por qué querrías hacer algo como esto si le temes a las alturas?

—Precisamente por eso.

—Quieres perder el miedo. —afirmo Kara viendo el globo. —bien. —se giro y tomo mi equipo de seguridad. —no tienes que temer, esto. —me mostro el paracaídas, me lo coloco y comenzó abrochar los cinturones. —es por seguridad, pero nada malo pasara. Si quieres podemos dejarlo, pero yo creo que ya que estamos aquí. —Kara encogió los hombros.

—Lo haré. —dije con seguridad, por alguna razón ella me daba mucha confianza.

—Bien, vamos. —me tendió la mano intercalando su mirada entre el globo y yo, la tome y me aferre a ella con firmeza. Cerré los ojos en cuanto sentí que el globo se despegaba de la tierra y comenzaba a elevarse. —¿Todo bien? —asentí, estaba aterrada, no podía mirar a nada que no fuera a Kara, ella me permitía sujetarla con fuerza, por ese momento parecía haber olvidado su mal humor, no sonreía, pero al menos estaba tranquila. —deberías mirar, el paisaje se ve muy bien. —yo negué con la cabeza. —ven, no te soltare.

—¿Lo prometes? —Kara me miro con curiosidad y por un segundo, tal vez un milésima de segundo, me pareció ver que se asomo una ligera sonrisa.

—Te lo prometo. —dijo con seriedad, tal vez la ligera sonrisa fue mi imaginación. Suspire y sin soltarla me acerque a la orilla.

—Deberías abrir los ojos. —susurro Kara muy cerca de mí oído, no supe si fue su cercanía, el miedo que tenia o ambas cosas, pero un cosquilleo recorrió mi cuerpo. Con mucha lentitud abrí los ojos, en cuanto vi el vacío solo atine abrazarme de Kara.

—Lena —susurro Kara con dificultad, en mi ímpetu por sujetarme a ella, la rodee con fuerza por el cuello y mi mejilla y la suya quedaron unidas. —tranquila, te tengo. —sus palabra me daban confianza y sus manos sujetándome me hacían sentir que todo estaba bien, así que despacio deshice el agarre en su cuello, ella me sujeto de las manos. —mira. —suspire y lo hice, gire el rostro y sonreí al ver el maravilloso paisaje que se dejaba ver, más allá de los arboles y las montañas, se veían los edificios de la ciudad, el aire en mi rostro me hizo cerrar los ojos, el olor de los arboles y la tierra húmeda se colaron por mi nariz.

 —suspire y lo hice, gire el rostro y sonreí al ver el maravilloso paisaje que se dejaba ver, más allá de los arboles y las montañas, se veían los edificios de la ciudad, el aire en mi rostro me hizo cerrar los ojos, el olor de los arboles y la ti...

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—Es maravilloso. —susurre aun con los ojos cerrados.

—Lo es. —abrí los ojos y me encontré con la intensa mirada de Kara. —tacha el numero cuatro. —dijo girando su rostro, por un instante sentí que bajaba sus defensas. Solo por un instante, claro.

—Listo. —dije sonriendo.

Al bajar del globo no pude evitar saltar como niña pequeña, lo había hecho, pude con mi miedo a las alturas, por fin lo había vencido.

—¡Lo logre! —grite con entusiasmo. —gracias a ti, por supuesto. —mi verborrea no se hizo esperar, caminaba y saltaba al lado de Kara encantada por haber podido subir a ese globo. —espera... ¿Acaso eso fue una sonrisa?

—¿Qué? no... yo. Estas loca. —sonreí más abiertamente al notar el nerviosismo de Kara, pero por supuesto que fue una sonrisa, muy ligera, pero lo fue. Decidí dejarlo si no quería ponerla de mal humor, ya cedería.

—¿Te ha gustado el paseo? —dije de camino a la moto, ella encogió los hombros.

—Ha estado bien.

—Vamos. —dije tapándole el paso, ella suspiro cerrando los ojos.

—Sí, Lena, me ha gustado. —admitió con gracia y no es que haya sonreído, pero por el tono de su voz, sabia que no estaba molesta. Sonreí y me aparte para que siguiera caminando.

—Me alegro que te haya gustado. —dije tomando el casco que me tendía. —ha sido maravilloso.

—Vamos, sube. —ya con su casco puesto, Kara me tendió la mano para ayudarme a subir. Lo hice y encantada me sujete a ella, la verdad es que no podía con la felicidad que me albergaba.

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—Muchas gracias. —dije al bajar de la moto, le di el casco a Kara y con un beso en su mejilla me despedí.

—De nada, supongo que te veo mañana. —dijo acomodando el casco detrás de ella, asentí con una sonrisa. —adiós, Lena.

-No adiós, hasta pronto, Danver.

Corazón Bipolar SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora