xi. visita en la casa Seo

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— Lo que hiciste hoy fue muy arriesgado, hasta parecías otra persona. — exclama Do-san.

— Tomé decisiones fuertes para el bien integral del equipo, supongo que escogí ser una buena directora y no dejarme llevar... Fue la mejor opción que pude tomar ¿creen que soy buena en el cargo?

— Bueno, para mí eres demasiado buena— alienta Jun dándole una sonrisa alegre.

Dal-mi y Do-san invitaron a Jun-so a acompañarlos a casa para charlar un poco y estrechar más su lazo de amistad que en muy poco tiempo se ha convertido en algo muy lindo para los tres. Jun nunca había tenido amigos tan cercanos además de Park Jin-Mi y Jie Sue-Ho, ampliar más su círculo social la hace sentir muy contenta.

— ¿Tu abuela está en casa? — pregunta Do-san una vez que llegan al frente del hogar de la castaña.

— Sí.

— Me gustaría pasar a darle las buenas noches, también podría conocer a Jun-so.

— Eh... sí, claro, sería estupendo... ¿Pueden esperarme un minuto aquí? mejor que sean tres.

Dal-mi se va casi corriendo al interior de su casa dejando a sus amigos afuera. Ambos se miran entre sí y sueltan una risita al notar los nervios de la chica. Esperan un tiempo hasta que vuelve a salir y les indica que pasen. Subes las escaleras hasta la puerta y dejan sus zapatos en la entrada, pasan a la sala.

— Buenas noches, soy Nam Do-san. — se presenta el chico haciendo una reverencia cuando está al frente de la señora mayor, los dos se miran y se quedan unos minutos en shock.

— No se habían visto en mucho tiempo ¿no? ¿la recuerdas? — pregunta Dal-mi sonriendo.

Jun ya sabe toda la historia de ellos, cartas de pequeños y pequeños regalos. Para ella es una aventura muy linda y romántica.

— ¡Hola! soy Kim Jun-so, es un gran gusto poder conocerla al fin, Dal-mi me dice siempre que cocina muy rico — se presenta con una reverencia sacando del trance a la abuela Choi

— Oh, mucho gusto. Qué adorable eres... Dal-mi, dime, los invitaste ¿y apenas se conocen?

— Tenemos historia, son 15 años ¿no es suficiente para invitarlo? y Jun es muy amable, créeme.

— Ay Dios, no tengo nada para que cenen. Dal-mi ve al mercado y compra un poco de pez sable y algas. Niña linda ¿podrías comprar algo de arroz? se me acabó esta mañana — dice lo ultimo dándole dinero a Jun.

— No se preocupe, no tengo hambre.

— Pero yo sí. Vamos, ambas, anden a comprar.

La señora Choi apura a las chicas, ellas salen juntas de la casa y toman caminos distintos para comprar lo que la abuela las mandó.





— ¡Hola! ¡ya llegué con su arroz, señora Choi! — grita Jun entrando por la puerta, se quita los zapatos y avanza un poco hacia la sala — ¿Dal-mi no ha llegado? ya pasó como media hora.

— No, pero ya debe estar cerca.

La puerta se abre y la peli negra se gira encontrando a Dal-mi, con el señor Han. Deja caer el arroz al suelo al verlo pero lo recoge de inmediato y sonríe ampliamente hacia el hombre. Aunque no lo diga en voz alta, se ve a simple vista que esta muy feliz de verlo. La abuela Choi a Do-san se colocan detrás de la chica mirando con incredulidad al inversionista.

— Abuela, te presento a nuestro mentor, él es alguien importante para Do-san. El señor Han Ji-peyong.

— Eh... es un placer. — ambos se presentan de una manera muy extraña. — y... ¿qué lo trae aquí a esta hora de la noche?

— Hay algo urgente de lo que debo hablar con Do-san, salgamos, debemos hablar.

— ¿De qué deben hablar? — pregunta Dal-mi confundida.

Jun aprovecha el momento donde todos están distraídos y se esconde detrás de Do-san, donde arregla su cabello y su vestido rápidamente. Sale de su escondite y se coloca al lado de Han sonriéndole, él le da una mirada confusa.

— Dígame señor Han ¿ya cenó? — pregunta la castaña.

— Oye, Dal-mi, tiene planes. Sí, ¿no es cierto?

El señor han hace una pequeña mueca— Lo cancelé.

— ¡No seas así!

— Bueno...acepto la invitación a cenar. Ay, tengo hambre...

— Qué gracioso, ustedes son muy altos ¿alguno podría ayudarme a cambiar ma bombilla del baño? — ofrece la abuela Choi.

— ¡Yo lo hago! — responden los chicos al unísono. Luego de una pequeña discusión, los dos salen corriendo al baño como si su vida dependiese de ello y comienzan a discutir trabados en la puerta al no poder pasar.



Ji-peyong y Do-san literalmente arreglaron toda la casa. Las mujeres, por su parte, hicieron una cena muy deliciosa para sus invitados. Al terminar de "competir" por quién hace más cosas en el hogar, se sentaron a cenar. Jun-so empujó a Do-san y se sentó rápidamente al lado de Han, el chico rueda sus ojos y se sienta en otra silla. Hicieron un rico pez espada. Dal-mi reparte las porciones de todos, Han observa su plato y el de Do-san. Jun obviamente nota eso así que le da de su pez, él frunce su ceño pero aún así acepta.

— Dal-mi me ha contado mucho sobre usted, que la ayudado mucho y es su salvador— habla la abuela Choi.

— Estrictamente hablando, es el salvador de Do-san, me ayuda porque trabajamos juntos.

— Eso no es cierto — niega, todos voltean a mirarlo por esa respuesta tan extraña. — no voy por la vida ayudando a las personas, yo no actúo de esa forma. No tengo tiempo para eso.

— Entonces ¿por qué es que me ayuda y me cuida tanto?

Un pequeño silencio reina en la cocina antes de que el hombre responda. — Por mi RCI; rendimiento de capital invertido, no lo hago gratis, espero recibir un pago multiplicado. 

— Y si alguien le pidiese que fuese profesor y le pagara, ¿usted aceptaría? — pregunta Jun mirándolo, él desvía su mirada hacia la chica sin ganas.

— No. Porque como lo dijiste, si fuese un profesor, y no lo soy.

La peli negra rueda sus ojos por su pesadez ¿por qué no acepta de una vez y listo? ¿tan difícil le es poder ayudarla?... Ella es la primera en irse a su casa sin esperar que los chicos se despidieran de ella, un tanto enojada por no lograr su objetivo. Pero no va a rendirse fácilmente por culpa de una persona tan grosera y obstinada como Han Ji-peyong.




𝖙𝖍𝖊 𝖒𝖎𝖘𝖘𝖎𝖓𝖌 𝖍𝖊𝖗 ━━ start up, Han Ji Pyeong《 completa en español✔︎ 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora