Cassidy Riddle y el tridente perdido (Pausa)

"El tridente de Poseidón"

Poseidón al escuchar el título, arrebató el libro y se acomodo a leer, ignorando las quejas del que quería leer.

— Después lees. Esto es mío — Dice ansioso

Me quedaba una semana para encontrar el tridente de mi padre, Matt y Albus se la pasaban ayudándome, pero mi mal humor los alejaba de mí y yo lo sabía.

— Sabes que no es así. Cass — Susurró Albus. La pelinegra sonrío levemente.

— Lo sé, Al. Pero ya sabes que soy pesimista.

Las pesadillas seguían, la opresión en el pecho, todo ello seguía y seguía. ¿Podría detenerlo?

— Con un psicólogo, quizás — Bromeó Hermes, ganando un cojín en la cara por parte de Adeline.

Cansada, se deje caer al suelo, golpeando mi cabeza con un mueble y después sentí el pesado metal cayendo en mi pierna, del susto, solté un grito.

— ¿Que te paso?

— Si es vez de hablar, leyeras. Yo creo que ya sabríamos, Poseidón

— ¡¿Cass?! — Escuché la voz de Albus viniendo hacia mi.

— ¡Aquí!

Mi vista se quedó prendada a lo que me había caído encima. Era grande, delgado y dorado. Emanaba una luz marina y un aroma a sal.

— ¡Mi tridente!

Cassidy rió bajito mientras los demás pedían que dejara de gritar y leyera

— El tridente — Susurré, apoyándome en mis rodillas para tomarlo. Era pesado, pero lo sentía mío fe alguna manera. Respiré hondo, una especie de electricidad recorrió mi cuerpo y cuando menos lo pensé estaba de pie. Mirando a Matt y Albus. Ambos callados y mirando el tridente con los ojos abiertos.

— No sabía que los mortales podían tomar los símbolos de esa manera — Murmuró Matt, yo me encogió de hombros y golpee el tridente contra el suelo. Este se convirtió en un anillo hecho de red de pescador.

— No se puede de esa manera, al menos — Concordó Atenea. Los Dioses se encogieron de hombros

— Lo tenemos — Susurro Albus. Reprimi el impulso de decir que era obvio y asentí.

Los tres compartimos la mirada de: ¿Cómo nos vamos a ir de Hogwarts tan rápido?

Mientras Matt y Albus pensaban, me dedique a mirar mi mano con extrañeza, sentía todo y nada, me trone los dedos uno por uno.

Mis manos se relajaron automáticamente y mire a los chicos empezar a guardar cosas en la mochila.

Yo simplemente guarde un par de cambios de ropa, cepillo de dientes, pasta y ya. No creía necesitar más con todo lo que estaban empacando ambos.

— ¿En serio van a llevar todo eso? ¿No creen que se están pasando un poco? — Tente, mientras los miraba ver qué más metían.

— Nunca es suficiente...

— Ya sabemos, Anni...

— ¡No me digan Annie! — Se quejo la rubia

¿Meterían las cenizas de su abuela ahí también o qué? Quizás un hueso de mi abuelo para revivirlo. Si es que se podía, yo que sé.

— Lo que pasa es que tu no entiendes la importancia, Cassidy — Murmuró Matt.

Sentí un pinchazo pero reí.

Matt abrazo a Cassidy murmurando una disculpa

— Si entiendo, pero es que se me hace que es mucho, Matt. — Empecé, jugando con mis manos — No creo que necesites libros, tenemos que ir ligeros y rápidos. Solo están perdiendo tiempo en guardar libros que nl nos van a servir para entregar el tridente — Hablé rápido, enredandome con mis palabras y mordiendo el interior de mi mejilla.

Me quite el anillo de red y el tridente se expandió. Albus salto porque casi le pegaba con el.

— Por amor a Merlin, Cass. Casi me vuelves trucha

— Albus tan divertido como un pescado

Sonreí con inocencia y disculpa, pero me dedique a observar el tridente.

Tenía pequeños relieves, pase mis dedos por ellos. Había pequeños pasajes, quería entenderlos, tenía letras y cosas extrañas.

El color me gustaba, era lindo dorado, al tenerlo entre mis manos me sentía poderosa y fuerte, mejor de lo que me había sentido en meses.

Suspire y mire a Matt sacando los libros. Contuve una risa

— Eso ríete — Acusó él, sonríendo divertido. Al menos no estaba molesto, Albus hablaba sobre un túnel que su primo Fred le había comentado cuando tenía 10, así que eso era lo que haríamos.

¡Correr y dejar una nota!

— Nos quieres matar — Susurro Adeline

Cómo adolescentes que escapaban de su casa para besarse o algo así. Al menos era por una buena causa y no debían matarnos... ¿O si?

Esperaba que mi mamá no explotara, sería feo.

— Guarda eso, Cassidy
Pareces hechizada viendo el tridente así.

— Lo siento, es que...

— Entiendo — Corto Albus — Así me siento cuando tomo la varita de papá, pero anda, guárdala. Matt tiene razón

— Yo siempre la tengo

Y con ese comentario, Albus y yo explotamos a carcajadas.

Igual que en la sala

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¡Medio vivo!

Después de tanto tiempo tome inspiración.

Disfruten