Renací como Poseidón

El sello maldito del cielo

Capitulo 11

Podía sentir el movimiento y la respiración más pesada de Menthe que estaba apunto de despertar, probablemente por el movimiento de ser cargada, definitivamente tenía un sueño pesado, por un momento pensé que iba a recibir una lluvia de preguntas pero ella solo se acomodo en mi abrazo y empezó a acariciar mi rostro, al verla me sentí culpable, ella me amaban habían dejado su antiguo ser y sus lealtades para estar al cien por ciento junto a él y con todo eso seguía indeciso con mis sentimientos por ellas, quería aclarar mi mente pero algo me lo impedía, me impedía darles el lugar que merecían y aún con eso ellas estaban conformes con el hecho de no ser olvidada... No entendía que las diferenciaba con Nyx.

Tome a la chica con suavidad y empecé a caminar hacia mi habitación, tome la perilla de la puerta y la empuje suavemente sin lograr ningún resultado, empecé a aplicar más fuerza hasta llegar a un nivel ridículo, la puerta no cedía, Menthe soltó una pequeña risa para después señalar la puerta, al verla con más detenimiento logré ver un pequeño sello de magia y que al parecer Rea no quería ninguna interrupción.

Suspirando por mi propia ignorancia libere algo de mi energía divina destrozando el sello en un solo instante pero también afectando a la puerta cuya madera se mancho e hincho debido a la humedad que consumió.

Debía aprender a usar de mejor forma su magia y los recuerdos de Poseidon no eran muy útiles, el dios del mar estaba conforme con su perfecta existencia y poco o nada había entrando para manejas su magia en otro aspecto que no sea el agua, quizás meditar sería una buena opción además si no funcionaba almenos le podría ayudar con sus problemas emocionales, el control sobre las emociones de Poseidon no era tan perfecto como podrían suponerlo de hecho al principio era totalmente horrible, en este punto creía que Poseidon de shimatsu no valkirie no controlaba sus emociones sino que carecía de ellas y nunca le había interesado tenerlas.

Probablemente no era el mejor momento para pensar en esto, estaba casi seguro que alerte a mis hermanos además de despertar a mis otras ninfas, de hecho ya podía escuchar sus voces detrás de la puerta, no puede evitar sonreír cuando escuché que Alyssa planeaba derribar la puerta haciendo que un árbol creciera bajo ella, cosa que Menthe rechazo de inmediato, aunque mi sonrisa duro poco debido a que varias presencias se dirigían a mi posición actual, al parecer el ruido había llamado la atención de mis molestos hermanos.

Basto con un sencillo movimiento de manos para crear varios muros de agua en un perímetro alrededor de la habitación, cerrando los pasillos dandome tiempo para hacer mi misión, gire la perilla de la puerta y entre a la habitación bloqueandola detrás mío con otro muro de agua pero está vez estaba congelada.

Si bien un muro de agua normal no podría detener a un dios un muro creado por mi poder lograría mantener lejos a cualquiera de mis hermanos, aunque si estuvieran en una mejor condición probablemente serían capaces de destruir los muros, su madre probablemente podría destruirlos sin muchos problemas pero dudaba que lo hiciera después de todo ella estaba conectada a la tierra así que sería de las primeras en notar algún peligro si este se acercase a la isla después de todo estaba enlazada a la naturaleza además ella había puesto el sello así que sabría bien por qué levanté mi poder.

Las dos ninfas pusieron un rostro alegre al verme sin embargo hicieron pucheros al ver que estaba cargando Menthe, la cual aprovecho su situación y les guiñó un ojo mientras sacaba su lengua burlonamente, en  momentos como estos atesoraba los recuerdos de mis pequeñas aventuras dentro de esta isla.

Me acerqué a la cama donde habían estado las otras dos ninfas acostadas y recosté suavemente a Menthe, cerré los ojos por un minuto pensando en la posibilidad de hacerlas más fuertes y llegué a la conclusión de que a veces los sacrificios eran necesarios.