23. ÚLTIMO CAPÍTULO. MADISON. Sueños.

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«La esperanza es un sueño despierto»

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«La esperanza es un sueño despierto».

Aristóteles 

(384 a.C-322 a.C).

Madison se hallaba indignada. ¿Por qué Ethan tenía el desparpajo de confrontarla de nuevo? ¡Como si ella tuviese la obligación de acabar con su affaire  actual y de retomar la relación!

     De ninguna manera lo consentiría, él la había subestimado. Y, encima, cuando la vida empezaba a reacomodarse tuvo que aparecerse en el hotel para que millones de dudas le rondaran la cabeza, igual que si se le hubiese alojado un hormiguero allí. ¡¿Cómo Trixie, que tanto la apreciaba, había complotado con él y le había organizado esta encerrona?!

     Le daba rabia que su ex novio tuviese ahora muy claro que deseaba cumplir con el proyecto y con las esperanzas que ella había depositado en la relación. ¿Por qué era tan inoportuno? ¡Justo cuando había decidido seguir adelante y evitar reflexionar en los momentos compartidos!

     Furiosa, se reunió con Ethan en la cafetería y dejó a Hudson en la suite, en tanto al pobre le cruzaban cientos de interrogantes en la mirada azul. Y en cuanto pudo se liberó de la conversación con su ex, sin reconocer que escucharlo le trituraba el alma y que le creaba ansias por revivir el pasado en común extrayéndolo de las cenizas.

—Siento haberte dejado solo, Hudson, discúlpame —reconoció al regresar, sentándose junto a él en el sofá.

—No te preocupes, linda, todo está bien. —Él le cogió una mano y con el otro brazo la envolvió por la espalda—. Sé que quizá cruce algún límite con lo que te voy a decir, Madison, pero quiero que sepas que si deseas hablar con alguien estoy aquí.

—Gracias por ofrecerte, cielo. Me vendría genial, estoy muy confusa. —Se detuvo y lo analizó—. Imagina por un momento, Hudson, que somos novios y que queremos comprometernos más. Casarnos, inclusive... ¿Seguirías trabajando de escort  o lo dejarías?

—Lo dejaría desde el minuto uno, por supuesto. Si fuera a la inversa, para mí no sería plato de buen gusto que tú te siguieras acostando con decenas de hombres y soy de la idea de que te mereces el mismo respeto. —Pudo apreciar la sinceridad en la límpida mirada y en la entonación—. Además, Madison, la considero una profesión marginal para mí, en el sentido de que significa algo momentáneo, solo porque estoy soltero y así conozco chicas interesantes. Cuando termine este año de Derecho, que es el último, mi vida se encaminará por ese lado.

—¿Y estás decidido a dar el paso aunque no ganes tanto como siendo escort? —Pretendió hacerlo dudar—. ¿No sería posible que luego extrañases esta actividad?

—No, Madison, lo tengo muy claro. Además a mi familia no le hace ninguna gracia que me dedique a esto. —Clavó la mirada en ella, hurgándole el alma—. ¿Ethan no estaba dispuesto a abandonar la agencia por ti?

CHICO DE ALQUILER. Pasión desatada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora