16

804 74 0
                                    

Jungkook.

Jimin estaba dormido en el sillón, ambas manos sobre su vientre y su boca ligeramente abierta.

Jungkook, al verlo de esa forma, le dieron ganas de besarlo y huir con él, pero la mano de Taehyung en su brazo lo devolvió a la realidad.

-Si lo lastimas de nuevo, te parto la cara, no me importa si eres mi amigo, él es como mi segunda vida y si sufre por tu culpa lo vas a lamentar.-Dijo el morocho, Jungkook asintió frenéticamente.

-Si Jimin te dice que le largues, te levantas y te vas, si no le haces caso, yo personalmente, te sacaré a patadas.- Sentenció Yoongi.

Los tres - Seokjin, Taehyung y Yoongi- desaparecieron en las habitaciones.

Jungkook se sentó frente a Jimin, que aún dormía, y cruzó las piernas, el ramo de rosas blancas descansaban a su lado y la guitarra estaba lista para ser tocada.

Rasgó las cuerdas creando un sonido melodioso, Jimin movió sus ojos bajo sus párpados pero no despertó.

El castaño comenzó a cantar con voz dulce:

Mis manos, tus manos.
Nos agarramos como dos barcos a la deriva.
Es algo frágil, las olas tratan de romperlo.
Hago cualquier cosa para salvarlo
¿Por qué es tan difícil de salvarlo?
Mi corazón, tu corazón
Se sienten tan apretados como un sujeta libros.
Y las páginas que hay entre nosotros
Están escritos sin final.
Son tantas palabras que no estamos diciendo.
No quiero esperar hasta que esto se acabe.
Tú me haces fuerte.

Los ojos de Jimin se abrieron lentamente dejando al descubierto un par de brillantes esmeraldas.

Lo siento si digo que te necesito
Pero no me interesa, no le tengo miedo al amor
Porque cuando no estoy contigo, me vuelvo débil
¿Es eso tan malo?
¿Es tan malo?
Pero tú me haces fuerte
Piensa en la cantidad de amor que se ha perdido.
Las personas siempre tratan de escapar de él.
Pasan a abstenerse de que alguien les rompa el corazón
Pero no hay nada, estoy huyendo de eso.
Tú me haces fuerte.

Así que bebé, aférrate a mi corazón.
Necesito que me protejas de caer.
Yo siempre voy a sostenerte.
Porque tú me haces fuerte.

El rizado se había despertado por completo y miraba a Jungkook con el ceño fruncido.

El castaño cambió de melodía.

Anoche fue horrible, fue mortal, fue un maldito buen momento.

Conocí a un chico lindo y quería hacerlo mío.

Así que lo llevé a caminar y demonios, ese chico podía hablar.

Hablamos sobre las cosas más lindas, y todas las cosas más feas, y todas las cosas pequeñas que están en el medio.

Y oh, chico lindo, sé que apenas te conozco pero me atrevería a decir que te amo.

Y oh, dulce perfección, ¿has escuchado mi confesión?

He estado perdido, pero querido me encontré.

Jimin estaba sentado imitando la posición de Jungkook, movía su cabeza de un lado a otro y reprimía una sonrisa.

He estado buscando a un chico cómo tú. Tienes palabras para decir pero no tienes para probar.Me tienes a mí y eso es suficiente para ti y chico yo te tengo a ti.

Jungkook cantaba con fluidez y sin trabarse, se sentía inmensamente feliz porque Jimin sonreía.

He estado buscando por un corazón completo satisfecho con las cosas pequeñas.
Te tengo a ti y eso es suficiente para mí.
Así que chico ¿no lo ves, que tú y yo, podríamos ser tan libres, y vivir felices?
Así que toma mi mano y huyamos.

La canción terminó, Jimin lo miraba, su expresión no demostraba nada y eso ponía nervioso a Jungkook.

-Jimin, sé que fui un estúpido y que reaccione como cobarde, pero estoy aquí para pedirte perdón, para decirte que eres el mejor hombre que he conocido en mi vida y que aunque sé que no te merezco soy lo demasiado egoísta para querer tenerte a mi lado, a ti, Park Jimin, y a ese pequeño o pequeña que llevas dentro de ti, así que hoy estoy aquí para regalarte mis días y mis noches, mis cosas buenas y las malas también, estoy aquí para ofrecerte mi amor incondicional y mi vida entera.

El castaño suspiró, saco de su bolsillo de su chaqueta una pequeña caja de terciopelo negra y la abrió, un reluciente anillo de oro blanco descansaba en el centro, el rizado soltó un gemido y se cubrió la boca con las manos, sus ojos tenían lágrimas, pero a diferencia de las demás éstas eran de felicidad y alivio.

Felicidad porque el amaba tanto a Jungkook que dolía y alivio porque había regresado a su lado y no tendría que cuidar a su bebé el solo.

>>¿Puedo tenerte por el resto de tu vida, Jimin? ¿Aceptarías casarte con este intento de hombre y amarlo como él te ama a ti?

El rizado no podía contestar, estaba en shock, él había imaginado -si es que alguna vez pasaba- como le pedirían matrimonio y todo lo que había pensado quedo reducido a nada al escuchar a Jungkook.

-Di algo, cielo, necesito saber.

Jungkook seguía con su rodilla en el piso, la guitarra en su espalda y las rosas a un lado, sus ojos azules estaban acuosos y miraban al rizado de manera suplicante.

Jimin sonrió y Jungkook pudo jurar que esa era la sonrisa más bella que había visto en toda su vida.

-Claro que si, Jungkook, acepto casarme contigo.

Jungkook se lanzó a los brazos de su ahora prometido y besó sus labios.

El sabor de la boca de Jimin se mezcló con lo salado de las lágrimas que Jungkook no sabia que estaba reteniendo.

El anillo y las flores quedaron en el olvido para el castaño que sólo se dedicaba a besar a su futuro esposo.

Sus labios encajaban a la perfección, pero el beso en sí no era perfecto, estaban tan emocionados que no podían borrar sus sonrisas lo que dificultaba enormemente el contacto de ambas bocas, pero eso no parecía molestarles en lo absoluto.

Jungkook repartió besos por todo el rostro del rizado haciéndolo reir, bajó su cuerpo quedando a la altura del vientre de Jimin y dejó un beso ahí, el ojiverde lo miraba con amor y no podía negarlo, él amaba a Jungkook más de lo que alguna vez amo alguien y es que este lo había hecho sentir como nadie en el mundo.

-Te amo tanto, cielo.-Dijo Jungkook mientras le entregaba las rosas y ponía el anillo en su dedo anular.

-Yo también te amo, Jungkook.

Se fundieron de nuevo en un beso.

-¡Brindemos por los novios!- Gritó Seokjin mientras salía de la cocina con una botella de champagne en las manos, la agitó y el corcho salió volando por los aires, el espumoso líquido brotó como cascada ensuciando el piso, sirvió cuatro copas y las repartió.

-Tu brindarás con jugo de manzana.-Le entregó una copa igual a las demás pero con jugo.

-¡Por los novios!-Dijeron al unisonó.

El ojiazul miró a los orbes esmeralda y susurró.

-Por el bebé.

-Por nuestro bebé.

Chocaron sus copas y tomaron sus bebidas.

Era todo lo que alguna vez desearon pero no se imaginaban que pasaría.








Créditos a su autora original.
mlounroe

Adaptación sin fines de lucro.

Aicko Min 💜

Sky (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora