XVII: Muñeca

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Mackenzie

Estoy aburrida y quiero salir a bailar, Dimitri esta frente a mí vistiéndose mientras yo estoy desnuda en la cama enrollada en la colcha.

-Dimitri-Sus ojos de colores se giran hacia mí.

-Dime muñeca.

-Quiero salir a bailar-Digo, el ladea una sonrisa y se acerca hacia mí me siento enrollada en la colcha y él al acercarse de toca las tetas y baja la colcha para besarlas y chuparlas.

-Solo si me bailas a mí y cuando lleguemos me dejas enterrarte la verga-Sonrie-¿Quieres?-Asiento, y tomo sus mejillas y lo beso, me levanto para vestirme ante su mirada.

Me pongo unas bragas rojas y un sostén a juego, siento sus pasos y su mano estampar en mi culo y sus labios en mi cuello, jadeo su mano su movía por mi trasero y su boca por mi cuello, me muerde.

-¿Segura que no quieres quedarte?-Musita con voz ronca, gruño y me giro para tomarlo de los labios con fuerza muerdo su labio interior.

-Quiero bailar-Susurro, bufa resignado y se queda detrás de mí, me pongo unos jeans ajustados y una blusa manga larga blanca y un suéter de cuello de tortuga encima. Me calzo mis botas y me pongo mi abrigo encima, Dimitri se pone el suyo, viste un suéter negro que le remarca los músculos y me pone cachonda.

Salimos de la casa, odio no poder tomar, me hace falta mi coñac, me lleva a la parte trasera y no entiendo que sucede, abre la puerta, adentro todo es diferente, hay mujeres semi desnudas bailando para hombres, tubos de pool dance y mucho, mucho alcohol, las luces son moradas y el lugar es cálido, Dimitri me guía a una parte de habitaciones donde hay un sofá, tubos de pool dance, látigos, mordazas, cuerdas, todo tipo de juguetes sexuales, miro a Dimitri.

Cierra la puerta sus ojos se oscurecen, trago saliva el corazón me empieza a palpitar al mil, se me olvida hasta como me llamo, acondiciona las luces poniéndolas rojas y se empieza a quitar el abrigo y posteriormente el suéter lo miro embobada, se me acerca amenazante un látigo en la mano y me toma de la mandíbula con brusquedad, sus ojos destilan deseo.

-Harás lo que yo diga-Ordena, lo miro y sonrio-Quítate el suéter y los pantalones-Lo aparto de mí y me deshago de la ropa ante su atenta mirada, no era lo que tenía en mente pero es excitante, me deshago de la ropa-Ahora ve al tubo y baila-Noto los músculos tensos y el bulto, sonrio y mientras camino hacia el tubo contoneo la cadera.

Empiezo a subir a tubo, tiene mucho que no hacia esto, lo veo irse al sofá, mientras deslizo mi cuerpo por el tubo lo veo sacarse la polla y empezar a masturbarse, relamo mis labios, en mi mente mientras bailo suena Another one bites the dust de Queen, bailar no me está resultando excitante pero a él sí.

Bajo y me le acerco tomo la polla entre mis manos y antes de que proteste, la meto en mi boca, la chupo y muevo mi lengua, se observa y siento un latigazo en mi culo, así como sus dedos masturbando mi coño, me regodeo y con más ganas se lo chupo, con la otra mano me toma el nacimiento del cabello y me mueve, siento el líquido preseminal entrar en mi boca escucho como gime y sonrio, trago el líquido.

Levanto mi cara y me subo sobre su regazo, se apodera de mis labios y los entre muerde, por cosas como esta amo a Dimitri es tan bestial como yo el sexo con él es delicioso y sumamente placentero, cambia la posición y quedo abajo, me amarra con fuerza y me pega un buen azote me siento en 50 Sombras de Grey, me amordaza.

¡Mierda! Si antes en cogidas anteriores salí caminando como bambi en esta me voy a quedar sin piernas y con marcas no muy bonitas.

Desliza las bragas por mis piernas y me azota el culo con la mano, me abre las piernas y lame la humedad que sale de mi coño, me chupa allí abajo, jadeo y apretó la mordaza con los dientes, mete sus dedos mientras sigue chupando, gruño y lo siento adentrarse de una sola estocada, me toma de las caderas y con sus manos toca mis tetas, rompe el sostén y deja mis tetas al aire.

Las magrea y me siento en el puto paraíso, siento mi coño estrecharse y el placentero orgasmo arrasar conmigo, segundos después él se corre dentro de mí.

Da paso a un segundo round, donde quedo con las tetas apuntando hacia él, empieza en mi cuello y baja lentamente hacia mis tetas, chupa la izquierda y toma la derecha entre sus dedos me chupa los pezones y enloquezco, las muñecas me empiezan a doler, me toma de las caderas y se introduce dentro de mí con brusquedad me toma tan fuerte que la cabeza me golpea contra el respaldo del sillón, la cabeza me empieza a palpitar y entonces caigo en la oscuridad.

Despierto sobre algo suave y voces a lo lejos, abro los ojos y veo a Dimitri hablando con Viktor, me siento y ambos me miran, me miro y estoy vestida con una camisa gris de Dimitri y en calzones.

-¿Estás bien?-Me pregunta angustiado, asiento.

-¿Qué me paso?

-Te desmayaste, al no llegar de manera correcta la sangre a tu cerebro-Explica Viktor, me sonríe-Fue por las cuerdas y la mordaza-Me mira sonriente y con picardía-Los dejo par de tortolos-Desaparece y tomo a Dimitri del cuello para que me bese, se separa y frunzo el ceño.

-Debes descansar muñeca-Le sonrio y lo abrazo, nos acomodamos y ahueco la cabeza en su cuello, me rodea de la cintura y enrolla sus piernas con las mías, me acurruco y el acaricia la espalda, me duermo aspirando su perfume.

Como a las cuatro y media despierto presa de las náuseas y vomito en el inodoro, me agarro el cabello con la mano mientras que con la otra me apoyo contra el inodoro, escucho a Dimitri venir me toma del cabello.

Por más que quiero parar mi cuerpo devuelve el pollo que comí en la tarde junto con las papas, detesto vomitar porque lo siento una pérdida de dinero, además odio el malestar que me deja en el estómago.

No me caes bien, Iván o Milenka, les refuto a mis hijos en mi mente, lo que más sufrí del embarazo de los mellizos eran las jodidas ganas de vomitar por cualquier cosa que comía, Dimitri me toma el hombro y traza círculos, cuando acabo de vomitar me meto a la ducha, me siento débil e incapaz de mantenerme de pie, Dimitri me ayuda a ducharme jabonándome con dedicación.

Después de la ducha, me lavo los dientes y me pongo una camisa negra de Dimitri y unas bragas, me meto en la cama sin esperarlo, me siento agotada, Dimitri viene después y me abraza de la cintura.

-Te quiero muñeca.

-Yo igual Chernóbil-Lo escucho reír.

-¿Chernóbil?

-Por toxico-Contesto y lo miro, sus ojos de colores me miran divertidos arquea las cejas, me toma de la cintura y quedo sobre él.

-Uno diciéndote muñeca ¡Y tú me dices Chernóbil!-Reclama y pone un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y me acaricia el rostro-No es muy justo muñeca-Sonrio.

-Nada es muy justo Chernóbil-Me toma del cuello y me besa, me besa de una forma suave que me excita al máximo cuando lo hace.

Después de tan sensual beso se acurruca en el hueco de mi cuello y me agarra las tetas como almohadas, enreda sus pies con los míos, pongo la almohada en mi cabeza y abrazo su torso para minutos después caer profundamente dormida.

Perfecta Tormenta (Mentiras #2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora