Unknown

52 5 3
                                    

"El dolor me da la bienvenida..."

En un abrir y cerrar de ojos las cosas pueden cambiar repentinamente...

—Anuncio, la joven Lim Yaebin de Windwood ¡ha desaparecido!— Una pueblerina leía las recientes noticias del periódico local sin poder creerlo.
—La última vez que la vieron fue en el reino de Bloodwood— Completó un señor que estaba a su lado.

(...)

Mientras tanto en Windwood las cosas iban de mal en peor, su estabilidad económica se estaba yendo en picada y ahora la desaparición de la única hija de el Sr. Lim hacía aún peor la situación.
—¿Puedo pasar Sr.?— Se escuchó tras escuchar el ruido de la puerta abrirse.
—Pasa Taehyun— Dijo sin muchos ánimos. En eso ve que el joven se arrodilla y mantiene la cabeza en el piso.
—¿Pero qué haces muchacho?— El Sr. se sorprende.
—Lo siento Sr. Lim, no fuí capaz de cuidar a su hija la culpa es mía...yo debí de haberla cuidado en todo momento— La voz del chico empezaba a quebrarse, pues se sentía la persona más culpable del mundo.
—No, no te culpes, tu deber no era seguirla a esa fiesta ¡¡aghh pero sabía que no debía ir!!— Dijo alzando la voz que hizo a Taehyun saltara del susto, ¿cómo le iba a explicar que el sí asistió a Bloodwood?
—Sr. Lim, juro que no me cansaré de buscarla, iré personalmente a Bloodwood—
—¿Tú solo?—
—No se preocupe, no es la primera vez que observo a Bloodwood, sé el camino perfectamente— Se puso de pie y con desesperación fue dispuesto a agarrar ahora el deprimido caballo de nombre Pinky rumbo a dicho reino.

Yaebin.

—Auch, ¿dónde estoy?— Se tocaba la cabeza con fuerza, pues estaba tan mareada que ni siquiera podía ver a la perfección.
—Estás viva, digo, despierta— Dijo una voz masculina que se notaba a kilómetros que se estaba burlando.
—¿Quién eres?—
—Te golpeaste la cabeza, ¿no recuerdas?— Dijo el chico cambiando de tema.
—¿Qué?— Hubo un silencio en la habitación y tan solo bastó un momento para que Yaebin se encontrara con los ojos de un chico con antifaz de plumas blancas, en un abrir y cerrar de ojos recordó aquella escena no tan buena en... esa misma habitación. Yaebin inmediatamente se puso de pie para echarse a correr, pero fue imposible, pues con aquél enorme vestido y su inexistente energía cayó al piso.
—¡Já!, ¿ya recordaste qué pasó?—
—¿¿EXACTAMENTE QUÉ SON USTEDES?? ¡¡SÉ QUE SE BEBEN LA SANGRE HUMANA!!—
—Mi nombre es Jungwon y soy uno de los dueños de este reino—
—No es la primera vez que escucho eso...— Dijo mientras se sentaba en aquel enorme sillón rojo. La puerta se abrió de golpe y entró otro chico con antifaz plateado que Yaebin no reconocía.
—Mucho gusto, mi nombre es Sunoo— Dijo con una sonrisa. Sus manos conducían un pequeño carrito con una charola con su respectiva tapa y una botella de vidrio muy peculiar.
—¿Q...qué es eso?— Yaebin de nuevo se encontraba con esa botella que hasta el estómago se le revolvió.
—Es san...– Jungwon le tapó la boca inmediatamente.
—Es nuestro vino especial—
—No soy tonta, sé lo que ustedes hacen y no sé cuántos de ustedes son...— Apuntó a los presentes. —Pero no me voy a quedar callada— Dijo con la voz temblorosa. Jungwon con una velocidad sobrenatural puso su mano en el cuello de la chica, ella en su defensa no podía hacer nada ya que él era demasiado fuerte, sus ojos estaban más que abiertos del miedo.
—Si nos delatas con el pueblo y los reinos, yo mismo me encargaré de matarte—
—¡¡Jungwon no!!, Heeseung dijo que no le hiciéramos nada— Sunoo agarró el brazo de Jungwon con el que estaba alrededor del cuello de la chica.
—Heeseung está loco si piensa que voy a dejar que esta humana se salga con la suya—
—¡¡YA BASTA!!— Los dos menores se sobresaltaron al ver que Jake, un chico que dejaba al descubierto media cara si no fuese por la otra parte del antifaz, estaba en la puerta. —Y tú, suéltala—
—Aish...— Alejó su mano del cuello de la chica y salió de la habitación.
—Sunoo, será mejor que te vayas—
—Pero yo no hice nada malo—
—Afuera— Apuntó hacia la puerta y seguido el menor se fue de la misma forma que Jungwon.
—¿Por qué no me dejan en paz?, les juro que no diré nada— Estaba con los ojos llorosos.
—Las noticias más recientes son sobre tu desaparición—
—¿Desaparición?¿cuánto llevo aquí?—
—Horas, todos los invitados se fueron hace buen rato— Subió sus hombros y seguido los bajó. —Pero si quieres irte, nos mantendremos seguros de que hablarás positivamente de nosotros—
—¿Positivamente?, ¡ustedes son unos caníbales!—
—Ya estoy aquí Jake, no hace falta que sigan vigilando—
—Necesitamos una explicación, no me quiero ir sin más y los chicos también merecen una explicación— Jake fue al lado de su compañero y amigo. —¿Por qué mierda no la mataste?— Le susurró y se le podía notar cierto enfado en su rostro.
—Llama a los chicos— Le contestó.
—De acuerdo— Dijo fríamente y salió de la habitación.
—¡¡Aléjate de mí!!— Yaebin empezó a alterarse después de que el otro chico salió de la habitación. Volver a ver a la persona que la lastimó el día anterior y que hizo que viera una luz encandecente como si de su último día de vida se tratase era algo que no le gustaría experimentar de nuevo.

𝐂𝐚𝐫𝐧𝐢𝐯𝐚𝐥 •𝙀𝙣𝙝𝙮𝙥𝙚𝙣•Where stories live. Discover now