Capítulo 6

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Juliet

El mundo entero ha detenido su marcha en cuanto ella y yo estamos frente a frente. Tantas cosas que me gustaría gritarle en la cara y tantas ganas de arrancarle hasta el último mechón quedan erradicadas en el momento en el que Mateo me observa expectante, suplicante

— Hola a todos— saludo

Absolutamente todos se tensan

Creo que piensan que en cualquier momento saltaremos encima de la otra y tendrán que separarnos

— Laurent— Eric se acerca a ella y no me sorprende que la abrace, después de todo ellos compartieron momentos agradables, el hecho de que Eric sea mi amigo no la convierte en su enemiga. Jamás podría pedirle algo así

— Alto, alto... ¿Ella es la chica con la que sales? Por favor dime que se trata de un mal chiste— pide saber Elisa y Mateo aprieta los labios

Que buen comienzo ¿No?

— Ya veo que esto de andar con ustedes implica estar preparado para lo que sea— comenta Matías acostándose en el sofá

— Sé que seguramente me odian, tú más que nadie— me enfoca — Pero no vine para causar problemas, quiero hablar contigo. Creo que nos lo debemos

¿Se supone que ahora debo confiar en ella solo porque está con Mateo? ¿O por su cara de arrepentimiento?

— No creo que sea buena idea— Gabe me observa cautelosamente, todos lo hacen

No soy precisamente estable por estos días

— Deja que te cuente su verdad Jules, solo eso— pide Mateo

Nadie se mueve, nadie respira, nadie se atreve a romper el silencio

— Vamos afuera

— Antes entreguen todo lo que puedan usar como arma y mantengan una distancia de mínimo dos metros entre ustedes

Matías sigue siendo igual de idiota, sí

Ruedo los ojos. Laurent sonríe por el comentario y se adelanta

— Estoy segura de que puedes sola con ella, pero si nos necesitas solo grita— Jules susurra en mi oído

Todos se quedan alerta. Sé que mi actitud de aparente tranquilidad los tiene extrañados, lo cierto es que estoy haciendo un esfuerzo porque esto parece ser importante para Mateo

Y él es importante para mí

Me siento frente a ella en los escalones de la entrada

— ¿Esto es como cuando Tomás te pidió hacer un intento por tolerarme?

— Esta vez fue idea mía

— ¿Por qué?

— Porque tuve suficiente de esta guerra absurda y porque como fui yo quien la comenzó, me corresponde hacer algo para que llegue a su fin

— ¿Quieres redimirte luego de tanto tiempo queriendo hacer de mi vida algo miserable? Discúlpame si no te creo

— Lo que quiero es un nuevo inicio en todo sentido, y sé que no lo tendré hasta hacer las paces con el pasado y con todas las personas a las que dañé

— ¿Y si es tarde para eso?

— Mateo me convenció de intentarlo... Ya no tengo nada que perder

— Si estás jugando con él te juro que...

— Después de todo lo que ha hecho por mí no me atrevería a hacerle daño. Puedes pensar que soy una alimaña de lo peor, pero la lealtad hace parte de mis principios tanto como de los tuyos

Diario de un recuerdoWhere stories live. Discover now