Capítulo 2

106 8 31
                                    

Juliet

El recorrido de dos horas se me pasó relativamente rápido

Por primera vez en meses me siento mejor

Los chicos decidieron disfrutar del mar y están jugando con una pelota playera, escucho los chapuzones y las risas desde donde estoy. Yo me encuentro leyendo un libro mientras aspiro a tener un bronceado decente

¿Cuándo fue la última vez que dejé que el sol tocara mi piel por más de dos minutos?

Alguien se sienta a mi lado, me estudia antes de poner un vaso de limonada frente a mí y lo recibo agradeciéndole con una sonrisa

Sigo siendo una chica y él sigue siendo un chico guapísimo, que ya no estemos juntos no es impedimento para admirar lo bien que le sienta el estilo playero

— Deja de mirarme así

— ¿Así cómo? — inquiere divertido

— Como cuando intentas analizarme... Te conozco bien Olsen

— Y yo a ti Posada, por eso sé que no tiene sentido preguntarte cómo estás, me mentirías

— He estado mejor— le doy un sorbo a mi bebida

— ¿Por qué no contestaste mis llamadas ni mensajes en todo este tiempo?

— Pasaron muchas cosas Mate, no fue personal... Dejé de contestarle a todo el mundo

— Estoy enterado de todo lo que pasó, si hubieras leído mis mensajes sabrías lo preocupado que estuve por ti cuando Elisa me contó todo

Agacho la cabeza

— Lo siento

— Extrañarte sí que me dolió, tuve que morderme la mano muchas veces para no mandar todo al demonio y llamarte... Pero ya no pude más cuando supe lo que ocurrió

— No tienes que decírmelo, lo sé... Has cumplido con estar siempre para mí, aún viviendo en otro continente

La amargura me invade. Tomás se fue a otra ciudad sin importarle mi dolor ni un poco y nunca se molestó en llamar siquiera

Nunca le importé

— Siento mucho que las cosas con Tomás hayan terminado así. En cuanto a Nicki... Solo puedo decir que era una mujer extraordinaria, lo siento mucho

— Lo era, por desgracia no pude decírselo una última vez

— Sé que no existen palabras que puedan reconfortarte Jules...

— No existen— interrumpo y me sacudo la tristeza — Pero no hablemos de eso. Háblame de tu viaje, cuéntamelo todo

Y justo como esperaba, cambia de tema y no me presiona

— Me encantó Londres, es un mundo completamente nuevo

Lo observo con detenimiento

— Pero... — lo incito para que prosiga

— Pero extrañé mi hogar. Extrañé a mamá, a Ellie... Te extrañé a ti. Era momento de volver a verlas

— También te extrañé, no pasó día en el que no pensara en ti

— Es un alivio no haber sido el único

— ¿Viste a tu mamá? ¿A... Rupert?

— No, no quise pasar por casa... Mamá no sabe que volví aún y no pienso poner un pie en el mismo espacio en el que él esté

— ¿Dónde te quedarás?

— En un hotel por ahora... No sé cuánto tiempo vaya a quedarme, así que debo armar un presupuesto

Diario de un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora