Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)

El alchocol me sienta mal.

Capítulo 5:

Aiden.

Cuando dije que la llevaría a descansar, lo dije en serio, pero en ningún momento dije que la llevaría a su residencia.

No pensaba dejarla sola en ese estado y Amber se quedaría con Sebastian como siempre que no había clases.

La deje que se quedara dormida en el coche mientras yo conducía hasta mi piso- que estaba en el mismo bloque que en el Sebastian, solo que el mío dos plantas más arriba, yo tenía el ático-.

Cuando llegue al parking, aparqué y la cogí en brazos para subirla, no quería despertarla, sabía que no estaba acostumbrada a beber por lo que me contaba Sebastian de ella.

Por que tú le preguntas sobre ella.

Bueno, si.

Da igual, lo que decía era que sabía desde que empezó a beber que no iba a acabar bien.

Cuando llegamos arriba abrí la puerta como pude con ella en brazos y una vez dentro la dejé en mi cama.

Le eche un pequeño vistazo de arriba abajo y si ya de por si me ponía, verla en mi cama mejor ni os lo digo.

Desde que la conocí he querido verla metida entre mis sábanas, pero no así.

La quería desnuda y conmigo encima.

Deje de mirarla y salí a darme una ducha fría, necesitaba quitarme el calor que tenía encima.

Cuando terminé de ducharme me puse unos pantalones cortos de chandal y subí a la terraza a fumar.

Me senté en el sofá que tenía en la terraza y me encendí un cigarro mientras observaba las vistas.

Estaba concentrado en mis pensamientos cuando me empezó a sonar el móvil; Sebastian.

-¿Que?- pregunté cuando descolgué.

-¿Has llevado a Aly a la residencia?- preguntó.

-No.

-¿No? Pero si me has dicho antes de irte que la ibas a llevar.

-Te dije que la iba a llevar a dormir, no que la iba a llevar a su residencia. Esta en mi cama.

-Aiden, Aly no es como las demás. No te pases con ella, por que por muy amigo mío que seas te voy a pegar la misma paliza que le pegaría a uno cualquiera si se aprovechara de ella.

-Relájate, solo te he dicho que está en mi cama. No que me la he follado- digo dándole una calada al cigarro.

-Ya pero te conozco, y se como suelen salir la tias que entran en tu casa; sin bragas.

-Sebastian, esta borracha y dormida. ¿De verdad crees que me aprovecharía de eso?

No contesta.

-¿Enserio?- volví a preguntar.

-Oye mira, no se que tienes en mente, pero déjalo. Deja que duerma y mañana la llevas a la residencia.

-No me digas que tengo que hacer que no eres mi padre.

-No, pero soy tu mejor amigo de toda la vida y te digo que es lo mejor y en el fondo lo sabes. Ella no va a aguantar que la utilices solo para el sexo y tampoco se lo merece.

-No te he cogido el teléfono para que me des una charla.

-Nunca te la he dado, pero no estamos hablando de una cualquiera que te encuentras en la discoteca una noche, es una buena amiga mía y no voy a permitir que la utilices. No te la presente para eso.