Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)

No hay nadie mejor que tu.

Capítulo 25:

Aly.

Me quedé en shock cuando vi a Aiden encima de Scott pegándole un puñetazo tras otro.

¿Cómo coño se había liado tan rápido?

¿Quizás por tu beso con Scott?

Madre mía.

Cuando reaccioné y me acerqué a Aiden alguien me cogió del brazo.

-No te metas, Aly- dijo Sebastian.

-¿Que no me meta? ¡lo va a matar!- grité.

-El se lo ha buscado.

Joder, ¿iba enserio?

No me pregunten como, pero conseguí quitarme las manos de Sebastian de encima y me acerqué corriendo a donde estaban ellos dos dándose golpes el uno al otro.

-¡PARA AIDEN!- grité, pero de nada sirvió, parecía sordo.

Estaba mareada por el alcohol, y el ruido de la música me empezaba a molestar.

Me acerqué más a ellos dos y me puse detrás de Scott, pero cuando fui a hablar, noté un golpe en mi cabeza.

Eso fue lo último que recuerdo.

**

Cuando abrí los ojos vi borroso, pero era de día, por la luz de la ventana que entraba supe que era de día.

Miré a mi al rededor y no reconocía la habitación, no era la mía de la residencia, ni tampoco la de Tyler- donde se suponía que debía estar- y mucho menos la de Aiden.

Me incliné hacia delante pero unos cables me impidieron moverme.

¿Estaba en el hospital?

Joder, ¿por que me dolía tanto la cabeza?

Se llama "resaca"

¿Tanto había bebido como para acabar en el hospital?

La puerta de la habitación se abrió y esperaba ver a Tyler, Sebastian o a Amber, pero no. Me encontré a un Aiden con el ceño muy fruncido.

Madre mía.

Suspiré, tocándome la cabeza.

-¿Te duele?- preguntó acercándose a la cama.

Parecía cansado, tenía ojeras y estaba despeinado.

Llevaba la misma ropa de anoche y entonces me di cuenta, se había quedado conmigo todo el tiempo.

-Estoy bien- dije intentando sentarme.

-¿Que estas bien? ¿Sabes el golpe que te diste?- preguntó cabreado.

-Pues no, la verdad es que no.

-Ya, pues si me hicieras caso más a menudo no estaríamos aquí. Aly, te desmayaste cuando Scott te dio con el codo mientras se peleaba conmigo.

¿si? No me acuerdo.

-Pero estoy bien ¿no? Es lo que importa- dije peleándome con la almohada, estaba incómoda.

-Si, pero a ver si aprendes a beber-dijo colocándome la almohada- a ver si te enteras que no te sienta bien el alcohol.

Me quede callada.

Lo sabia cuando comencé a beber, pero me dio igual.

-¿No tienes nada más que decir?- preguntó.