Enséñame a querer #1 |+18| (EN LIBRERÍAS)

Prométemelo.

Capítulo 30:

Aly.

La fiesta.

Mi mente solo hacía recordarme que hoy era el día.

Aiden estaba dormido a mi lado y su móvil sonaba.

Vi en la pantalla el nombre de "Garrapata" y pensé que sería Alexia.

Me reí en silencio.

Cogí su móvil y salí del cuarto.

-¿Si?- contesté al descolgar.

-Aiden.

-Aly- la corregí -su novia.

-¿Que haces con su móvil?

-Esta dormido, amiga. Tuvimos una noche movidita- mentí y volví a reírme en silencio.

-Dile que se ponga- me ordenó.

-Haré algo mejor. Decirte que dejes en paz a mi novio, estoy harta de ver que le llamas y le envías mensajes.

-¿Se te olvida quien amenazó primero a quien? Por que te recuero que hoy nos vemos las caras, a lo mejor te llevas una sorpresa, querida.

Me reí y esta vez en alto.

-Cuando y donde quieras. No tiene por qué ser esta noche, ven ahora. No tengo nada mejor que hacer, o bueno, si. Follar con mi novio.

-Eres una barriobajera.

-Y tu una garrapata- dije colgando.

Sentí los brazos de Aiden en mi cintura y me giré.

-¿Marcando territorio, ojitos?- dijo dándome un beso en el cuello.

-Me tiene harta.

-Volvamos a la cama, es temprano.

Tiró de mi mano y lo seguí.

Nos volvimos a acurrucar y rato después, estaba de nuevo dormida.

**

Habíamos avisado a Sebastian y Amber para que vinieran a comer con nosotros.

No íbamos a salir, y tampoco íbamos a ir ni Amber ni yo a clase. Teníamos que prepararnos y así tendríamos más tiempo.

Tu últimamente te saltas muchas clases.

Cállate.

Pedimos comida china para comer y mientras los chicos hablaban de sus cosas, nosotras nos centramos en nuestros peinados.

-¿Vas a recógetelo?- preguntó Amber.

-No ¿y tú?

-Yo si, bueno. Lo vas a hacer tú.

Miré un tutorial por YouTube del peinado que ella quería y me lo estudié.

Amber venía duchada y yo me había duchado hace diez minutos, así que sólo faltaba que nos preparásemos.

-Venga, siéntate- dije cogiendo el cepillo.

Imite a la mujer del tutorial e hice lo que pude. Era la mitad del pelo recogido en una trenza, dejando la otra mitad de la cabeza suelta.

Le pase la plancha por la mitad que llevaba suelta y le puse laca a la que iba recogida.

-bien, creo que estás ya- dije.

Amber se miró en el espejo, espero que le guste, por que llevábamos media hora con su pelo y yo no había empezado con el mío.

-Me encanta, no es igual. Pero me encanta.