•^|CAPITULO 2 - UN GRAN REENCUENTRO|^°

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—¡Norman!— alguien había dicho su nombre, Norman miro encontrándose con lo que menos esperaba.

—Emma... Gilda— al verlas frente a el no dudo en levantarse y correr hacia ellas para abrazarlas —No saben cuanto las extrañe.

Ellas correspondieron el abrazó sintiendo como las lágrimas de felicidad corrían por sus ojos.

—Chicos— la profesora había interrumpido —La clase debe continuar, por favor hablen más tarde.

Norman volvió a su lugar mientras Emma y Gilda se presentaban, se podía notar que Emma seguía siendo la misma chica energética e hiperactiva de siempre, mientras Gilda la misma chica cautelosa que cuidaba de ella.

«Valla que las extrañé» Pensó, recordando el pasado, volviendo a poner "atención" a la clase.

El timbre de la escuela sonó, ya era hora del almuerzo, así que Norman aprovecharía para hablar con Emma y Gilda.

—¿Y bien? ¿Nos muestras la escuela?— Emma había ido junto a Norman abrazándolo por los hombros.

—Claro— dijo Norman tomando sus cosas —Pero antes debo mostrarles algo, así que necesito que me sigan.

Emma y Gilda iban detrás de Norman, mientras caminaban veían lo grande que era la escuela, habían muchos más salones, un patio muy grande que era bastante lindo, con fuentes y mucha vegetación.

—Bien, cierren los ojos y esperen aquí.

Gilda cerro los ojos y tapo los de Emma ya que sabía que ella haría trampa y espiaria a escondidas arruinando la sorpresa de Norman.

—Listo, Norman— hablo Gilda.

—Esperen aquí— Norman camino hacia el pasillo que conectaba la escuela con el patio encontrando a la persona que sería la sorpresa, tapando sus ojos llevándola hasta donde se encontraban las otras dos chicas —No vallas a espiar para nada entendido.

—Norman, dime qué pasa.

—Esa voz— susurro Gilda al escuchar que Norman llegaba con alguien.

—Bien, ya abran los ojos.

Gilda abrió primero los ojos quedando impactada al ver a la chica frente a ella.

—Gilda, déjame ver— Emma retiro las manos de Gilda, viendo a la chica rubia quien también acababa de quitar las manos de Norman de sus ojos.

—Gilda... Emma.

—¡Anna!— gritaron ambas saltando a ella para abrazarla —¡Te extrañamos mucho!

El llanto de las tres chicas era demasiado fuerte, llamando la atención de todos al rededor, viendo a Norman de mala forma ya que pensaban que él les había hecho algo malo.

—¿Por qué todos me ven así?— pregunto a todos Norman.

—¿No es obvio? Piensan que les hiciste algo a esas chicas. Aún así, ¿Quienes son?— Don había llegado con Norman, tomando su hombro asomándose a las chicas quienes lloraban.

«Ese cabello verde, esos anteojos...» muchos recuerdos venían a la cabeza de Don, recuerdos de su infancia, algo muy borroso, pero tan nostálgico.

Gilda había alzado la mirada hacia Norman viendo al chico a lado de el.

—¡Don!— Gilda corrió hacia el chico abrazándolo sin pensar. Don no entendía quien era, se había sonrojado tanto por la acción de la chica. Muchas más murmuraban molestas al verla, Don era un chico algo torpe, pero muy codiciado por su carisma.

Trato de recordar, pero muchas cosas eran borrosas, no sabía a la perfección quien era esa chica. Correspondió su abrazo sintiendo su calor y aroma.

«No me sentía así desde el orfanato.... ¿El orfanato?»

—¡Gilda! ¿Eres tú?— Don separó a la chica de el viéndola a los ojos, con restos de lágrimas y sus anteojos algo empañados, ella solo asistió feliz de que la recordara —No puede ser, no sabes cuánto te extrañe.

Don comenzó a dar vueltas cargando a Gilda en el aire, todos veían la gran felicidad de ambos, el amor se sentía completamente en el aire.

—¡Don!— Emma llegó hasta donde ellos empujándolo y abrazándolo.

—¡Emma!— Don también la recordó, estaba feliz de tener a su lado nuevamente a sus hermanas.

—Que hermoso reencuentro— hablo Norman —Pero que les parece si terminamos de hablar mientras almorzamos.

Habían pasado casi 10 años desde que se habían separado, Don había sido el primero en ser adoptado, después fueron Gilda y Emma que las adoptó la misma familia y al final Norman y Anna. Habían tantas cosas que contar, tanto por decir, pero no había mucho tiempo.

—¿Que les parece si hoy salimos?— Emma quería recordar el pasado.

—Me encantaría, pero hoy tengo trabajo hasta tarde, así que no podre— Don tenía ganas de estar con sus hermanos nuevamente pero tenía otras responsabilidades.

—Yo hoy descanso, pero tenía planeado hacer muchas cosas en casa, así que no podré, lo lamento.

Anna de igual forma tenía planes, así que sería para después.

Las clases acabaron, así que todos decidieron caminar juntos hasta casa, hablando de todo lo que les había pasado en el tiempo que estuvieron lejos de los demás. Tantas risas se escuchaban al recordar su pasado y escuchar las anécdotas de Emma.

—Bueno, aquí yo me separó— hablo Don.

—Nosotras también, después deberían de venir a casa— pidió Gilda despidiéndose de todos.

—Asi será chicas.

—¡Adiós!— todos se habían despedido, Norman siguió su camino hacia casa, escuchando su música favorita.

Las gotas empezaron a caer del cielo rápidamente, la lluvia había comenzado bastante fuerte. Norman camino más rápido para evitar empaparse ya que no quería enfermarse de gravedad.

Siguió caminando, pero a lo lejos había escuchado un pequeño llanto en un callejón, trato de no darle importancia pero otra vez volvió a escuchar el mismo llanto. Decidió regresar y empezó a ver por el lugar.

—¿Hola?— camino lento tratando de encontrar el origen de ese llanto, pero no encontró nada —Tal vez escuché mal.

Se dió media vuelta, caminando nuevamente, pero un gran ruido lo detuvo asustando lo, volteó lentamente para ver de qué se trataba, pero no había nada.

—Tranquilo, solo es tu imaginación— se dijo a si mismo suspirando para tranquilizarse.

Se dió media vuelta para seguir a casa, pero algo había brincado hacia el derribando lo y tirándolo en el suelo.

—¡No me hagas daño!— grito asustado cerrando los ojos, esperando lo peor, pero nada pasaba, solo pudo sentir una pequeña patita en su boca haciendo que abriera los ojos.

«¿Un gato?» 

UN COMPAÑERO PECULIAR | TPN •NorRay•Where stories live. Discover now