𓄹ֺ໋ traduzco One Shots de Harry Potter.
[ no me hago responsable de quiénes decidan leer los Os ya que contienen smut ]
~• todos los personajes pertenecen a J.K.Rowling•~
[todos lo créditos al final de los OS]
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los paréntesis son mi opinión u3u
Harry se pasó una mano nerviosa por su cabello salvaje y se mordió el labio. Ladeaste la cabeza, dándole una mirada desafiante desde lo alto de su cama. Acomodada e sus almohadas contra la cabecera, con las piernas estiradas y cruzadas, las manos detrás de la cabeza y completamente vestida, observabas a Harry parado a los pies de la cama con atención.
—No seas tímido—dijiste.
La nuez de Harry se balanceó, pero sus dedos rozaron los botones de su franela. Se quitó la tela delgada de los hombros lentamente, aún mordiéndose el labio y mirándote mirarlo como una depredadora.
—Así es, bebé, agradable y lento—tarareaste disfrutando de la forma en que los músculos de sus hombros se mostraban debajo de su camiseta.
Agarró la parte de atrás del cuello de su camisa y se la pasó por la cabeza con cuidado para no torcer sus gafas. Los bíceps de Harry se ondularon levemente mientras sus brazos giraban y sacaban el material de sus brazos.
Al ver su torso tonificado, una de tus manos se deslizó hacia tu estómago, los dedos se deslizaron más lejos hasta que se sumergieron debajo del dobladillo de tu falda y bragas. Harry se dio cuenta de inmediato y se congeló, mirando como si pudiera ver a través de la tela. Tus dedos encontraron tu entrada, ya un poco húmeda por las bromas por las que hiciste a Harry durante tu período anterior, Pociones. Rodearon tu entrada, lubricando las yemas de tus dedos para que cuando encontraran tu clítoris se movieran con facilidad. El placer se encendió con la lenta figura de 8 que dibujaste.
Lamiendo tus labios, atrapaste la mirada de Harry y enarcaste una ceja.
—Solo a la mitad del camino, chico lindo. ¿Por qué te detuviste?
—Yo sólo… bueno… tú empezaste… y yo no pude…—Harry dejó de tartamudear ante tu expresión.
—Si vas a hablar, entonces habla con claridad—le dijiste con severidad—.No como un niño tonto. ¿Eres tonto, bebé?
Harry negó con la cabeza con urgencia.
—No, señorita, no soy tonto.
Te burlaste de su puchero.
—Mm, creo que lo eres. Mi pequeño y tonto niño bonito. Solo una cara bonita que sigue mis reglas, ¿eh?
