soul tells 색상 ; park jimin.

capítulo tres; fossil.

farah.

— ¡bravo, hoy si trajiste zapatos del mismo color!

— jódete.

tomé aire mientras caminaba a mi lugar, llorando mentalmente porque el idiota de yoongi no había venido a clases hoy y tendría que estar sola todo el día.

oh, y porque se comió mi muffin.

como sea, de todos modos no traje su café.

— ¿acromi, me das de tu café?

bueno, tal vez sí.

vi a una chica con la que compartía clases, y mierda, por más que odiaba que me llamaran acromi, ella me caía bien.

— llévatelo y me regresas el termo, es de mi mamá.

la chica me sonrió, y se lo llevó, yo mientras me dediqué a sacar mis cuadernos y tratar de distinguir de qué color era cada uno.

bufé con nerviosismo cuando el maestro entró a clases y comenzó.

vi hacia los lados, y todos comenzaron a escribir al instante, ¿y yo? ¡yo aun no podía saber cual era mi maldito cuaderno!

ah, tranquila, farah, solo pídele ayuda al profesor.

suspiré.

— ¿maestro?

su mirada arrugada cayó en mi, y yo tragué saliva.

— dime, shin.

— ¿m-me puede a ayudar a.. — apunté a mis cuadernos con manos temblorosas — ah, es que, c-colores, ya sabe.

el profesor suspiró, ¡como si estuviera cansado de mi!

y yo aguanté mis ganas de llorar en el hombro de yoongi como siempre hacia cuando recibía tratos así.

tonto yoongi.

— morado, shin. tienes que aprenderte los nombres de los colores, no entiendo cómo resuelves ecuaciones de tercer grado, pero no sabes decirme de qué color es mi plumón.

ah, sí, bueno, mi profesor creía que no me sabía los colores. traté de hacerlo cambiar de opinión y que me escuchara un poco, pero no quiso escuchar, así que me abstenía a eso.

— lo siento, los practicaré más.

me dio una mala mirada y regresó al frente. me hice pequeña en mi lugar por todas las miradas hacia mi persona, y solté un suspiro.

color shin.
yoongi, te extraño.

me sorprendí cuando me respondió al instante, porque vamos, yoongi siempre tenía tiempo para todos, menos para mi.

gatito min.
yo igual.

color shin.
el profesor de historia volvió a mencionar lo de los colores.

gatito min.
ignóralo, farah, ambos sabemos qué es lo qué pasa en realidad.

arrugué mi nariz cuando sentí una leve molestia en mi nariz, signo de que las lágrimas se estaban juntando.

las aparté con brusquedad y guardé mi teléfono para poner atención a la clase, y lo extrañamente interesante que estaba.

(...)

— entonces esto se multiplica por esto, y se saca la tercera de esto.

asentí a minah, una chica de mi clase a la que de vez en cuando le daba un par de asesorías de matemáticas.