soul tells 색상 ; park jimin.

capítulo trece; shadow.

farah.

— ¡hobi, vas a chocar!

hoseok rio mientras negaba y se estacionaba un poco a la orilla de la banqueta en donde estábamos. reímos con ganas, y recargué mi cabeza en el asiento mientras cerraba mis ojos y cesaba mi risa.

escuché un suspiro de parte de hoseok, y después volteé a verlo.

cerró sus ojos mientras tragaba saliva y comenzaba a respirar pausadamente.

había salido con hoseok a una fiesta.

bueno, en realidad era como la séptima fiesta a la que salíamos en estos últimos dos meses, y vaya que el chico tenía buen ojo en ellas, siempre escogía las mejores.

había decidido salir a conocer más gente, a divertirme un poco más, y cosas así. jimin se había vuelto menos cercano a mi, tal vez por el beso.

no me sonreía, no me hablaba, solo me daba miradas que no podía descifrar.

no se qué pasó a decir verdad, pero si parecerme a alguna de esas chicas con las que sale me dejaba acercarme a él de nuevo, pues qué va.

ahora me encontraba cubriendo mis piernas lo más que podía con ese short de mezclilla que traía. sobé mis brazos con frío cuando sentí el clima golpeándome, e hice una mueca.

tomé una chamarra que hoseok tenía en su asiento trasero y me la puse, para después tratar de moverlo y que me llevara a casa.

— hobi.

— hoy no, por favor. — pidió.

— tengo que regresar a casa.

el gruñó. — te llevo temprano, lo prometo, solo quiero dormir.

bueno, hoseok a decir verdad había bebido un poco —mucho—, y ahora estaba que le reventaba la cabeza al pobre.

decidí darle oportunidad de que descansara, así que simplemente tomé mi teléfono, mi monedero y mis llaves, y me despedí de él con un beso en la mejilla, luego bajé del auto después de asegurarlo bien, y comencé a caminar hacia casa.

por suerte, mi casa no estaba tan lejos de donde el inteligente de hoseok se había rendido.

caminé por un par de minutos mientras me aferraba a la chamarra que le había robado a mi amigo, era algo tarde, casi la una de la mañana, y rogaba que mi madre estuviera en la notaria, si no, me mataría.

mi teléfono de la nada comenzó a sonar como loco, así que con algo de miedo, lo saqué.

dios, en verdad rogaba que no fuera mi madre.

min yoongi.

oh, mierda.

¿debería de responder? digo, probablemente me mataría incluso peor que mi madre, y yo en verdad no quería eso.

sentí el frío seco calarme en los huesos, y me maldije por ser tan tonta como para haber salido.

en realidad era una tonta siempre, pero ahora más.

suspiré, sin ganas, me sentía agotada a pesar de solo haber estado sentada mientras platicaba con una chica que conocí en la fiesta.

mi cabeza taladraba con fuerza, y mis párpados se cerraban.

minutos después, mi teléfono volvió a sonar, ahora acompañado de varios mensajes.

min yoongi.

farah, ¿dónde jodidos estás?

minah me llamó porque tu madre dijo que quería hablar contigo.