¡Tercera edición de la serokami week!
Dedicada por completo a Hanta Sero y Denki Kaminari, de Boku no Hero Academia.
💛🌻🖤
🌻Serie de one-shots dedicados a estos dos personajes. Habrá algún ship secundario pero todos los días se centrarán en el ser...
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Denki siempre fue un diablillo curioso. Sus padres no le dejaron salir del inframundo hasta que se convirtió en adulto, y hasta entonces el chico había soñado con salir del mundo oscuro en el que vivían, y explorar el mundo exterior.
Algunos amigos que habían podido salir antes que él le habían dicho que era horrible, las criaturas eran feas y débiles, y era todo demasiado soleado. A ninguno de ellos les había gustado el mundo de arriba, porque para ellos el inframundo era más que suficiente, pero Kaminari continuaba obstinado en querer salir y verlo por sí mismo.
Por eso el día de su cumpleaños, inmediatamente después de recibir el permiso de sus padres, subió a la superficie. No llevaba más que una bolsa de viaje y una daga por si acaso, aunque no pensó que tuviese que pelear contra nadie. Tan solo quería conocer a las demás criaturas que habitaban por allí.
Pronto una luz brillante le cegó, y tuvo que cubrirse los ojos liberando un quejido de molestia. Tardó unos minutos en poder mirar el lugar donde estaba, que no eran más que las lindes de un bosque. Frotó sus ojos y observó todo, viendo pequeños pájaros y mariposas cerca de él. Parecía todo muy apacible, no entendía por qué sus compañeros decían que era tan horrible.
La respuesta llegó unos segundos después, cuando unos niños llegaron al bosque chillando y acompañados de un balón. De inmediato todos los animalitos se escondieron, y Kaminari los miró enfadados, ¿acaso no comprendían que había más criaturas allí? Observó a los niños y se dio cuenta de que eran humanos, por su olor. Por si acaso escondió sus partes de diablillo con magia, y rodeó a los críos.
No quería alejarse mucho de la entrada al inframundo, pero quería explorar un poco más el bosque, y eso hizo. Caminó un rato, relajándose con los sonidos de la naturaleza, hasta que sintió que ya no había tanta luz en el lugar. Las hojas de los árboles tapaban bastante pero aun así sintió que el sol perdía intensidad a cada segundo. Le habían dicho que eso se llamaba atardecer, y supo que debía volver a su casa, porque después llegaba la noche.
Miró a su alrededor, tratando de ver por dónde debía volver pero no tenía ni idea. Al final decidió guiarse por su instinto, después de todo los bosques tenían un final no podría ser un lugar tan grande, por lo que esperaba salir pronto de allí.
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