5: pushing

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Un día como cualquier otro, pero diferente a las demás, un policía toca la puerta de su casa.

Preguntando por Gustabo, mientras Jack se pregunta que pasó.

Al parecer estuvo metido en una pelea con personas en las drogas, piensan que tal vez tuvo algo que ver.

Jack conversa aceptando que si sabe algo, lo informará de inmediato.

Cuando el policía se va, se despide como el oficial Aiden.

Y Jack toma nota mental del nombre.

Pensando en si Gustabo tendrá algo que ver con las drogas o no.

Sabe que las usa, pero...¿Las vende? Porque eso es más grave todavía.

Gustabo aún no vive ahí exactamente, pero hay veces que va a dormir, Jack solo lo ve en la mañana y no todos los días.

Así que decide esperarlo esa noche despierto en la sala.

💫

Esta quedándose dormido cuando escucha la puerta ser abierta, así que decide encender una de las lámparas.

Gustabo lo ve entonces, escondiendo lo que trae en la mano.

—Hola, hoy vino un oficial de policía preguntando por ti— dice tranquilo.

—¿Qué quería?— Gustabo habla tranquilo.

Jack lo ve entonces, es una bolsa de cocaína o azúcar como la llamo el rubio una vez y un arma.

—¿De dónde sacaste eso?— pregunta un poco preocupado.

Gustabo no debería tener un arma consigo, es ilegal sin un permiso.

—Escucha, es por protección, tampoco voy a lastimar a nadie, estoy entrenado...por alguien que fue importante una vez—

Jack se sorprende por tal revelación.

Ve al de ojos azules sonreír triste.

—¿Quién era?— pregunta curioso.

Queriendo saber más de él y su pasado.

—Tal vez algún día lo conozcas— Gustabo dice mirando a la nada.

Como en sus propios pensamientos, Jack se levanta entonces y se acerca a él y lo abraza.

—Solo quiero que esté bien Gustabo, es lo único que deseo— Jack admite.

Sin saber que sus palabras significan mucho y a la vez nada para el rubio.

Se separan entonces, sus ojos encontrándose por primera vez en mucho tiempo.

¿Hace cuánto que no estaban así?

Tal vez porque habían terminado.

Pero aún así, Jack extrañaba su piel.

Así que se acerca un poco más, para besarlo, porque no puede no hacerlo.

Necesitaba que esto pasara desde hace tiempo ya.

El beso es maravilloso.

Y lentamente, Gustabo se deja llevar, por todo, el momento y el extrañar.

El que ambos acepten esto, sin importar las consecuencias, es lo que provoca todas esas sensaciones.

Y que sea más especial.

Todo se reduce a ambos en el sofá, sin ropa, teniendo un momento íntimo, aunque sea después de tanto.

Sin importar que esta jodida esa relación, porque Jack ya se acostumbro a Gustabo y sus demonios más profundos.

Lo desea y eso nunca va a detenerse.

Mientras sucede, el empuje hasta el climax de su relación.

Porque llegará, en algún punto.

Solo eso.

Empujar y empujar y empujar y presionar.

Porque es lo único que saben hacer.

Mientras los suspiros llegan a los odios.

Y se vuelve más profundo.

El empuje.

Porque lo hizo todo bien.

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