Ocho

144 14 0
                                    

Chapter 8: OCHO

A veces sólo tienes que ir por ello

—¿Estás bien? —preguntó Hinata por duodécima vez ese día.

Bajó la velocidad del auto para tomar la curva hacia mi vecindario mientras yo trataba de evitar que el corazón se saliera de mi pecho.

Había estado así todo el día. Cada vez que me acercaba a ella, podía oír en mi cabeza las palabras que había practicado con Konan. No podía decirlas, pero seguían pasando por mi cabeza de todas formas.

Respiré hondo y piqué la pequeña marca en forma de pescado en el interior de la puerta, dándome cuenta al mismo tiempo de que se había convertido en un hábito. Los hábitos eran peligrosos para mí, ya que una vez que comenzaba un patrón, casi nunca podía detenerme, pero al menos me distraía del tema en cuestión.

—¿Naruto? —La voz de Hinata bajó un poco, y la miré.

—Lo siento —murmuré.

—Está bien —dijo—. Es sólo que hoy pareces muy distraído.

Resoplé un poco.

—Normalmente estoy distraído —dije.

—Más de lo habitual —dijo Hinata, enmendando su declaración.

—Sólo pensando —admití.

—¿En qué?

En pedirte que vayas a cenar conmigo mañana.

En realidad no dije nada, al igual que no dije nada las otras once veces que me lo pidió hoy. Cerré los ojos por un minuto y me imaginé lo que había practicado con Konan la noche anterior. Me dolía la boca de las ganas de formar las palabras, pero parecía que no podía hacerlo.

Con mis ojos en dirección hacia la ventana del lado del pasajero, decidí empezar con algo un poco más fácil.

—Mañana es sábado —dije. Fue un buen comienzo, ¿no?

—Sí —respondió Hinata. Me miró mientras pronunciaba la palabra.

—¿Estás...? Quiero decir, ¿tienes...? —Me eché para atrás, tratando de averiguar exactamente lo que quería decir. Las ventanas estaban un poco empañadas por la fría lluvia del exterior y el calor de la calefacción del auto. Mientras hablaba, vi cómo mi aliento esparcía la condensación en la ventana—. ¿Vas a... hacer algo mañana?

—En realidad no —dijo Hinata encogiéndose de hombros. Prendió la direccional y se detuvo a esperar que pasara un auto que venía en dirección contraria, luego se estacionó en mi entrada y apagó el vehículo—. Se suponía que papá iba a ir a pescar con uno de sus amigos de Hamilton, pero supongo que eso se canceló. Probablemente terminaré temprano el trabajo de inglés si no se me ocurre nada más que hacer.

Era ahora o nunca.

Con un corazón palpitante, manos temblorosas y la respiración inestable, solté.

—¿Quieresiracenarconmigo?

Cerré los ojos y traté de soportar el silencio que vino después. Podía oír mi propia respiración y el latido de mi corazón, pero eran tan fuertes que todo lo demás estaba bloqueado. Probablemente estaba muy cerca de explotar cuando sentí el borde del dedo de Hinata contra mi mano.

— Naruto Namikaze —La voz de Hinata contenía tanto un tono de sorpresa como un indicio de un falso acento sureño—. Creo que me estás pidiendo una cita.

—¿Estaría, um...? —Tuve que parar, tragar un par de veces, y luego respirar profundamente para continuar con una voz lo suficientemente baja que apenas podía oírme—. ¿Estaría eso bien?

Pasteles de chocolateWhere stories live. Discover now