Capítulo 1

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Capítulo 1

"Somos..."

En el reino celestial, donde los que habitan en la ciudad de Jade jamás podrán estar con los de la ciudad de Plata, ser un recién nacido serafín en más de cien años era la atracción más jubilosa que le podría a ver dado el ser supremo a los seres celestiales.

Yo era nuevo en muchas cosas del reino celestial, ya que había nacido solo hace dos meses, pero a pesar de todo ya tenía el aspecto de un serafín que estaba listo para dirigir a los caballos de guerra. Cuando todos se enteraron de que pertenezco a la ciudad de plata, quedaron atónitos, hace más de diez mil años que ningún ser celestial nació para tal ciudad. Era por eso, que el jefe de la corte blanca tenía sus ojos puestos en mí, aunque el jefe sabía que el ser supremo y gran creador me había puesto en el lugar correcto, él solo quería una razón del por qué yo había sido colocado en una de las mejores ciudades.

Me encontraba jugando cerca de las puertas de la ciudad de Plata con Hleinir, el caballo volador del jefe.

—Veo que ya conoces a Hleinir —dijo el jefe de la corte blanca con alegría en su voz.

—Sí señor, es un caballo muy listo. —Hleinir hizo un sonido tan armónico cuando notó que lo alagaban—. Aunque, he de decir que es muy competitivo.

Hleinir se puso del lado del jefe ignorando mi comentario.

—Estoy de acuerdo —se acercó a acariciar el lomo de su caballo blanco—, tiene un espíritu muy fuerte y lleno de valor. Me ha acompañado en cada batalla y nunca se ha apartado. —Dirige su mirada a mi—. Espero que al igual que el, tú nunca te acobardes y luches a mi lado.

El jefe dejó de sobar el lomo de su noble caballo y lo montó.

—No hay razón para que yo no cumpla mi deber para con usted, por una razón se me ha puesto en la ciudad de Plata y espero cumplir con honor.

—Sin lugar a duda, eres un joven serafín honorable —dijo seguido de una gran sonrisa que transmitía una confianza inigualable—. Te tengo una tarea.

—A sus órdenes —puse lo que los novats llaman "mano" en mi pecho.

—Como ya ha de ser de tu conocimiento, la reina Auret está encargada del cuidado de las bestias marinas de su reino, y aunque ella puede hacer ese trabajo sola, el día de hoy ha solicitado la ayuda de nuestro joven serafín.

Auret es una de las reinas del mundo Nexus. Por lo que me han contado, ella es un hada excepcional, debido a que controla uno de los elementos de vital importancia para los novats, el agua. Conocerla sería un gran honor, pero no creo estar listo para estar ante su presencia.

—¿Yo? —pregunté con sinceridad—. Señor, no sé qué es una bestia marina.

—Sé que aprenderás teniéndola a ella como guía, mi único consejo sería que seas prudente al recordar que ella sigue siendo una reina y no queremos que ocurra algún problema con su autoridad.

—Entiendo —dije con mi mano aun en mi pecho—, me dirigiré al mundo Nexus.

—Buen viaje joven serafín, esperaré tu reporte —concluyó.

Bajé mi mano y vi como el jefe cabalgaba concentrado por aquel horizonte que lo dirigía a la ciudad de Oro, y cuando por fin su rastro comenzó a ser desapercibido por mí, emprendí vuelo a mi siguiente destino.

Aunque le había dicho al jefe que iría al mundo Nexus, la verdad es que tomaría un desvió hacia la ciudad de Jade. Solo sería un momento.

«Tengo una oportunidad para verla, no la desaprovecharé» pensé al llegar a la ciudad.

Red Blend - La Corte BlancaWhere stories live. Discover now