Capítulo 2

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Otro maldito día, no quiero levantarme, no tengo necesidad.
Me giro en la cama y quedo observando una fotografía que tengo con Eros, oh Eros...                                                                      
No necesito levantarme, no tengo a quien prepararle café ni quien me desee suerte en la universidad, y si tuviera no sería él...
Ya me estaba quedando dormida cuando siento como me gritan

–¡Arriba las bellezas, que los flojos no sobreviven!-  Es Lila, mi mejor amiga, creo que es la única amiga que tengo... ya que no me digno en socializar  realmente.

–Diablos mujer ¿No vez que trato de dormir?- respondo con mi horrible voz rasposa, necesito un vaso con agua...           

 - Evelyn, es lunes y son las 8 am, tienes clases a las 9... vine a buscarte para desayunar juntas ¿No oíste que te tocaba la puerta? ¡Incluso te grite que me abras!- La noto enojada, tiene motivo para estarlo

– Eso ya no importa, ya entraste de todos modos- Luego de una mirada acusativa y muchos reclamos por parte de ella, me levanto para fingir una vida cotidiana sin problemas, quisiera que fuera así.

Ella es increíble, siempre trae su cabello suelto, el cual es de un tono rubio claro, es alta y sus pequeñas pecas hacen juego con sus ojos cafés, además de ser linda físicamente, también lo es personalmente; realmente se esfuerza mucho por ayudarme, incluso me trajo a nuestro viejo café favorito.

– Dime... ¿Cómo lo estas sobrellevando? Sé que te tomaste una semana en casa con certificado médico para no tener faltas, pero aun no has dicho como te sientes-  su preocupación la agradezco mucho, y como siempre le seré honesta.

-Algo que odio del mundo real, es que el dolor no es escusa para ignorar tus responsabilidades, que tu vida, tu futuro depende de ti misma y debes luchar por ello por más rota que estés. Y es así como me siento, rota. La vida me ha arrebatado ya dos amores y no tienes idea lo que me d-duele... entrar a mi departamento y ver... saber... que no está...que ya no vendrá a verme...- Empiezo a temblar un poco, mis ojos ya están bastante llorosos y mi voz se rompe; siento su mano sosteniendo la mía, Lila me mira con compasión – Es difícil y muy doloroso el sentarme en mi escritorio, abrir mi cajón y ver todos los dibujos que Eros hizo para mi, nuestras fotos decorando el departamento, mirar mi teléfono y ver su contacto, que ya no me sirve... todas estas noches atrás me las he pasado reproduciendo sus audios, releyendo nuestras conversaciones, viendo nuestros videos y fotos juntos... me hace mucho mal no tenerlo...- doy un sorbo a mi café, que casi se me cae por mis manos temblorosas. 

–Es como cuando paso lo de Leonard...- escucho como Lila lo dice en tono bajo... auch, las heridas de mi corazón se hacen más profundas con cada recuerdo que aparece en mi mente sin pedir permiso, torturándome, y de pronto me encuentro llorando otra vez, como siempre, como cosa de todos los días...

Cuando me logro tranquilizar, con ayuda de Lila, nos marchamos del lugar donde todos me miraban con pena, odio eso. Logro convencer  a mi preocupada amiga que estoy bien, que puedo asistir a mis clases sin problemas y quedamos en reunirnos por la tarde en mi departamento.

[...]

Mis clases terminaron a las 15 pm, pero Lila tenía que juntarse con su grupo de estudios asique decidí caminar un poco, donde sea, mientras más lejos de las miradas llenas de lastima de mis compañeros y profesores mejor, ya me canse de oír las palabras "lo siento mucho, mi más sincero pésame, Él está en un lugar mejor" y otras frases igual de baratas.

Solo me dedico a caminar, pero pronto me doy cuenta que estoy en la avenida donde perdí a mi Leonard, nos veo... él sangrando con su cabeza en mis piernas y yo, llorando... me quedo unos minutos en el lugar y en cuanto me doy cuenta que estoy llorando salgo de ahí, comienzo a correr sin saber dónde ir, paso por el parque donde siempre venia con Eros a tomar helado y mis lagrimas aumentan, mi pecho duele, mis ojos ya me arden y me falta la respiración. Sigo corriendo torpemente y no sé en donde estoy, pero no me importa...

Tropiezo con algo y caigo sobre el pavimento de una vereda, soy un desastre... estoy llorando como estúpida, mi cuerpo como siempre esta temblando del dolor, el dolor de mi corazón desgarrado y ahora me sangran las palmas, como mis rodillas por llevar un jean con roturas en estas mismas.

– Señorita ¿Se encuentra bien?- escucho decir a una abuela que ronda sus 60 años creo, me mira preocupada y como para no estarlo, me veo patética.

–S-si, no se preocupe... ya me voy- le respondo mientras me levanto, pero esta me convence de pasar a su casa para curarme, que queda a pocos metros. No me puedo negar, la señora es terca.
Tiene una casa pequeña, decorada de forma muy hogareña. Me curo mis rodillas sin dejarme ayudarla y les puso unas curitas muy adorables de ositos.

– Son las que uso con mi nieto, tiene unos 6 añitos y es tan travieso que siempre anda raspándose sus piernitas- me cuenta, también me comenta que vive sola con su marido, el cual se encuentra en la plaza juntando flores y comprando frutas para recibir a su hija y nietos, vendrán en unas horas y se quedaran a cenar. Que hermosa familia, ojala tuviera una así...

- Aun no me has dicho porque llorabas, tampoco el porqué corrías, mi niña ¿Escapabas de alguien?- Me dice doña Margarita, mientras pasa por mis palmas un algodón con alcohol, arde un poco... un poco mucho en realidad y mi cara lo demuestra.

– En realidad, estaba tratando de escapar de mis pensamientos... ni siquiera sabía a dónde ir, solo corría- veo sus ojos, cargados de preocupación, de curiosas y de... amor.

–Oh ¿y porque huías de ellos? ¿Qué te atormenta tanto? Algo te duele, corazón- ¿Cómo se dio cuenta? Supongo soy muy obvia. 

– Es que... hace unas semanas, falleció... falleció mi n-novio...- me cuesta continuar – Y mis recuerdos, ellos me hacen más doloroso olvidarlo...- pronto margarita me abraza, y me pide que lo largue todo. Y eso hago, comienzo a llorar en cuanto le devuelvo el abrazo, el cual se siente honesto... hace mucho no me abrazaban así, con tanto amor.

Estuvimos un buen rato así, ella sobando mi espalda mientras me decía que todo estaba bien, que ella estaba para mí; realmente necesitaba esto. Cuando finalmente dejo de llorar, ella desase el abrazo para darme un pañuelo y procede a decirme unas hermosas palabras

 –Pero cariño ¿Para qué huir de los recuerdos? Ellos siempre seguirán guardados en tu corazón, y no importa cuán roto este, siempre seguirá latiendo por el amor que uno tiene en su vida. Y sobre ese novio tuyo, lo siento mucho, pero debes saber que él siempre vivirá contigo. No lo corras así de tus recuerdos por más que duela, un día se transformara en el recuerdo de cuanto se puede amar a alguien y ya no dolerá tanto como hoy... Se lo que digo, porque yo perdí a mi primer amor cuando apenas estábamos por casarnos y vaya que me dolió, incluso me dio miedo casarme de nuevo. Pero aquí estoy, tengo a mi familia y agradezco eso- Cielos, ella me habla con tanta paciencia y noto cierta melancolía en sus palabras - ¿Te cuento un secreto, mi niña? Yo aun le lloro, y sé que él está por ahí, cuidando de mí y de mi familia... no está mal recordar, si lo haces con amor y agradecimiento- Siento cierto consuelo con sus palabras, le agradezco todo y me ofrece un té, se lo acepto. 

Miro mi reloj y le digo que ya debo irme, me despide con un fuerte abrazo que me hace sentir tanta paz; me ofrece volver un día y yo le aseguro que lo hare. Margarita es el Ángel que necesitaba.

No de nuevo -La historia se vuelve a repetir- [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora