Capítulo 4

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Nerea [madre de Evelyn]

Una vez que mi hija cierra la puerta puerta me permito ser débil, lejos de sus ojitos azules, en la soledad de este lugar, me permito llorar. Oh mi niña hermosa, yo sé bien por lo que estas pasando, yo perdí a quien en su momento fue el más grande amor que tuve, aquel al que le heredaste su hermoso cabello negro. Soy una mujer adulta que está dañada, no pienso admitirlo con nadie.

Me siento una tonta, estoy tumbada en la cama de invitados, en el departamento de mi hija, llorando por un pasado que me duele, aunque ya no tanto como antes. Y aunque me permití amar de nuevo, su recuerdo ha vuelto con todo esto que está pasando mi hija.

Tengo casi 40 años y no paró de llorar como un bebé, me siento tan agotada mentalmente, tengo una horrible cicatriz en el pecho que me arde tanto como para ignorar hasta mi trabajo de enfermera. Recuerdo que elegí esta carrera después de que a mi joven marido le diera un ataque al corazón, y yo... yo no supe ayudarle, entre en pánico y lo perdí, quede sola...

Empiezo a llorar aun más y cuando mas sola me siento, la recuerdo a ella... mi novia.
Me acuerdo de ella, en pleno caos mental siempre puedo contar con mi querida Melina. Esa mujer siempre está para mí como yo para ella, es mi leal amiga desde que teníamos 14 años. La llamo, el celular suena por poco tiempo hasta que atiende.

-¿Nerea? ¿Todo en orden? Son las diez de la mañana ¿Estas en el trabajo?- esta extrañada porque ya habíamos hablado por teléfono antes, a eso de las 08:30 am.
-Está sucediendo de nuevo, estoy temblando y no paró de llorar- Realmente desde que Evelyn cerró la puerta que no paró de llorar, me siento tan agotada mentalmente y la tristeza recorre mi cuerpo. Le cuento que estoy en casa de mi hija, que venga para acá.

-Voy para allá, espérame. ¿Eve está ahí?- mi niña, no puede verme en este estado...

-No, se fue hace un rato. Sabes que prefiero que no me vea así.-Puedo imaginarme a Melina negando con su cabeza al oír mis palabras, me dice que esta agarrando las llaves de su auto para venir, nos despedimos y cuelgo el teléfono. Ella siempre me ayudo a cuidar de Eve cuando era más pequeña y yo recién empezaba con mi ajetreada vida. Mel vive sola desde los 18 cuando sus padres la corrieron de casa, siempre supo salir adelante sola aunque tenía ayuda monetaria de su prima mayor y mis padres hasta que logro ser independiente económicamente casi a sus 20 años.

Ella y mi madre son las únicas capaces de calmar mis ataques, extraño a mis padres... ellos fallecieron hace 8 años, con 2 meses de diferencias... primero fue mamá y luego papá, su corazón no logro soportar la perdida de mamá.

Estoy sentada en el piso tratando se secar mis lagrimas cuando alguien toca la puerta, es Mel... me mira angustiada y corre a abrazarme, pasa sus pulgares por mis mejillas atrapando varias lagrimas. Su mirada cálida siempre me hace sentir amada. Nos quedamos juntas en el piso, en silencio.

-Mi Nerea hermosa ¿Cuál fue tu ultimo pensamiento antes de que yo llegara?- Sus preguntas son tan inesperadas y siempre de este estilo, es lo que pasa cuando tienes a una Profesora de Arte y literatura en tu vida.

-Mis padres, los extraño mucho-

-¿Y antes de ese?-

-Pensaba en si era suficiente todo lo que hago, si me estoy equivocando en algo, si acaso mi hija se siente orgullosa de mi, si debía abandonar algo, realmente... realmente no se qué hacer, me siento tan cansada de todo y me encuentro llena de miedo-

-Corazón mírame- toma mi cara con sus manos desasiendo nuestro abrazo- Tú eres una mujer fuerte, capaz de todo, tu hija te ama y se siente agradecida por que seas su madre, no importa cuánto llores, aquí estoy para secar tus lagrimas, si tienes miedo llámame que espantare tus monstruos junto a ti. Es mi eterno juramento, estar para ti siempre que quieras que este.-

-No quiero que te vayas de mi lado jamás, en serio agradezco que estés a mi lado en épocas de guerra y de amor, Te amo demasiado- 

-Yo también te amo mucho, mi hermosa mujer- Y nos besamos, nos fundimos en un beso cargado de amor y seguridad, ella es definitivamente el amor de mi vida, no sabría que hacer sin ella a mi lado apoyándome en mis decisiones.

Nos separamos lentamente mientras nos miramos a los ojos, en ella encuentro la paz que me falta.

 -¿Qué te parece si me quedo aquí, y recibimos a tu hija con un rico almuerzo? - Definitivamente es algo que necesito mucho, estar con las personas que amo, sin trabajos ni preocupaciones, le digo que sí, también hablamos de contarle a Evelyn sobre esto...

No de nuevo -La historia se vuelve a repetir- [+18]Where stories live. Discover now