Epílogo

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You were good to me-Jeremy Zucker

Jessica Hart
1997-2021

Sin darme cuenta, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, la perdía, lentamente, pero la perdía.

Ella simplemente, se ha ido. Me dejó, nos dejó. 

Han pasado cuatro meses desde que falleció y todavía duele como en el primer maldito momento. Simplemente, desde ese día, este vacío en mi pecho, este dolor que siento, no me ha abandonado. Cada mañana, cada noche, cada día se siente demasiado monótono sin ella. Aún no he tenido el valor para sacar sus cosas de mi habitación. Su ropa sigue en mi armario, su perfume está sobre el tocador junto a su cepillo y aún conservo esa flor silvestre que Ney le regalo antes del trasplante. La cual ya se ha marchitado con el paso del tiempo. Justo como ella. No quiero sacar sus cosas de mi habitación, no quiero que su esencia me abandone.

No quiero dejarla ir, aunque ella me haya abandonado antes.

Prometí que no la abandonaría y ahora es ella quien me abandona a mi. Rompió mi corazón y me dejo vacío. Me pregunto...si ella se sintió de está manera cuando la abandone aquel día. ¿Ella sentía este vacío que ahora me consume a mi? Es tan duro despertar todas las mañanas y sentir que su lado de la está cama vacío. Es realmente duro, saber que no volveré a verla jamás. Ya no podré jugar con sus bonitos rulos rubios, no volveré a ver sus ojos marrones llenos de ese brillo que lo hace único. No volveré a contar las pecas en su cara, no volveré a ver su sonrisa...no volveré a besar sus labios...

Miro el mármol negro donde ahora está sellado su nombre y un escalofrío me envuelve. Siento unas terribles ganas de llorar, pero solo desvío la mirada al suelo. Presiono con fuerza la pequeña caja negra dentro de mi puño, mientras sostengo las lagrimas que comienzan a acumularse en mis ojos.

Yo perdí mucho tiempo...perdí mucho tiempo pensado que la tendría conmigo toda la vida. Esa maldita enfermedad se la llevo antes de que yo pudiera darle el añillo de compromiso. Levanto mi mano para ver la caja. Una lagrima rebelde abandona mis ojos e impacta sobre ella. Con mi otra mano temblorosa, abro lentamente la caja dejando al descubierto ese anillo plateado, con un diamante en forma de corazón en el centro. Ella ni siquiera pudo ver este anillo...No tuve la oportunidad de proponerle matrimonio.

La vida me la arrebato tan rapido como la recupere.

Perdí esos cinco años sin ella y ahora jamás podre recuperarlos con una vida a su lado. Ya no la tengo conmigo, pero al menos siempre podre encontrar una parte de ambos en Ney. Me aseguraré de que él tenga una vida feliz. Al menos con el tengo la oportunidad que la vida no me dio con Jessica. Me esforzaré como ella lo hizo cuando yo no estuve.

Jessica, ella...

Fue fuerte hasta el final.

Cuatro meses antes

Aquí estamos de nuevo. Paredes y suelos blancos, con muchas luces brillantes por doquier. Solo han pasado dos semanas desde que Jessica se recupero por completo y esos síntomas han vuelto. Bell no nos dio buenas noticias. Ahora esta en su hígado. Al parecer, ya no hay mucho que hacer. Solo intentar con las quimioterapias.

Cada vez se ve más frágil, más desgastada. Se ve tan cansada, tan vencida. No quiero que nos deje. Se que podemos intentarlo. Este no es nuestro fin. Ella y yo vamos a lograrlo. Le prometí que estaría para ella, todas las veces que cayera y aquí estoy. No voy a dejarla, no voy a irme, no voy a huir. Bell, nos dijo que será mucho mas doloroso ahora, dijo que tal vez, esto era el final. Pero no permitiré que eso pase.

ᴅᴇᴍᴀꜱɪᴀᴅᴏ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴘᴀʀᴀ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora