⚜️Capítulo 2⚜️

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Estoy afuera del aula, en el que se encuentra mi hermana. Después de llevar a María a su casa, vine a la universidad donde el director me recibió de muy buena forma y accedió a darle salida un poco antes a Emma para que así podamos vernos.

Su profesor se mostró contento cuando le contó la idea de la sorpresa. Ahora que me pongo a pensarlo, no me gusta esto de los espectáculos emotivos, pero por Emma, por ella me dejó llevar de las locas ideas del director. Espero a que me llamen, no sé que hará el letrado, pero dijo que lo sabría en su momento.

-         Ahora solicitó que todos, me pongan atención a lo que diré – esa es la señal, supongo. La sala queda en absoluto silencio y mi corazón se acelera al estar a escasos segundos de poder tenerla cerca. Absurdo lo sé, no me tiembla la mano para dispararle a un objetivo, pero ahora no sé que hacer con ellas de los nervios. Cálmate, me digo internamente – la señorita Ross será la encargada de mostrarles el procedimiento de esta ecuación. Si lo consigue, le daré décimas para el final y si falla, alguno de ustedes tomará su lugar y la posibilidad de obtener esas décimas – se escucha un murmullo seguido de pasos acercarse hasta el tablero, e ingresó al salón sin ser detectada.

La observó morderse el labio inferior mientras se acerca al pizarrón, no está segura de cómo proceder, está indecisa. La conozco tanto que sé justo donde está su duda.

Bajo las gradería al tiempo que el maestro les hace señas a sus alumnos indicándoles guardar silencio. Silvia, la mejor amiga de Emma, me sonríe con lágrimas en sus ojos, asiento en su dirección y se tapa la boca conteniendo un sollozo.

El plumón en las manos de mi hermana se mueve hábilmente sobre la blanca superficie de acrílico. Hay soltura en sus movimientos, demostrando seguridad pero el punteo marcado por el índice de su mano izquierda, me confirma que no está cómoda con el desarrollo de la ecuación y yo sonrió.

Estudia el ejercicio unos segundos y sé que esta buscando el error, el cual yo ya encontré. Me posó a pasos de ella, a sus espaldas y espero un momento mientras disipó mis nervios respirando hondo.

-         Es una constante Emma – le habló mientras veo cómo su cuerpo se paraliza ante mí voz – deberías poner atención a los símbolos, por eso no te da lo que esperas que te dé – se gira aún incrédula y sus azules ojos, iguales a los míos, se posan en mi rostro para después escanear mi anatomía, y mis facciones con una lentitud tortuosa. Le sonrió sintiendo que mis ojos arden y el nudo en mi garganta se hace cada vez más grande – ya estoy aquí pequeña – como si eso le comprobara que realmente soy su hermana, en cuestión de segundos la tengo pegada a mi cuerpo, fundiéndonos en un abrazo, donde solo se escuchan nuestros silentes llantos.

-         Alumnos les presento a la Capitán Scar Ross, de las fuerzas especiales del ejército y hermana de su compañera. La cual acaba de regresar después de dos años sin estar en casa. Démosle un gran aplauso de bienvenida – enunció el maestro de Emma sacándonos de nuestra burbuja. Giro y asiento a los estudiantes, y recibo otro cuerpo efusivo, mientras los compañeros de mi hermana se deshacen en vítores y expresiones de emoción – y déjeme decirle señorita Ross que su hermana acertó. Los símbolos están mal – todos ríen

-         O por Dios casi me desmayo cuando te vi entrar – pronuncia Silvia aún pegada a mi costado.

Emma aún no me suelta y se niega a salir de mis brazos. Tiene la cara escondida en la curva de mi cuello mientras se sacude y me aferra por la cintura, como si temiera que me fuera a ir. Con el brazo que la rodeo, frotó su hombro y le pido a Silvia que me pase sus cosas para poder abandonar el aula.

-         Gracias por todo profesor – le tiendo la mano al letrado, la cual el acuna con las suyas sonriendo feliz.

-         A usted por servirnos Capitán – asiento a sus palabras y guió a Em fuera del lugar.

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora