⚜️Capítulo 55⚜️

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Dios... ¿Quién putas jode un domingo a las 6 de la mañana? Ojalá que se este acabando el mundo, por que de lo contrario, se acaba de ganar mínimo una nariz rota, por despertarme a esta hora. Salgo de la cama resignada a que quien sea que está tocando como desquiciado, no se irá por las buenas y como siga oprimiendo el timbre, sabrá lo que es hacerlo por las malas.

El maldito sonido chirriante vuelve a escucharse insolente, haciéndome cerrar las malos en puños y me repito mentalmente que una masacre, a estas horas y en una zona residencial militar, no es buena idea, pero si muy tentadora.

- CARAJO QUE YA VOY!!! - grito desde el pasillo, aún con los ojos a medio abrir, tratando de atar mi cabello en un rodete, para no espantar más de lo debido a mi indeseable visitante y el desgraciado timbre vuelve a sonar y ya me colmo la paciencia este idiota - TOCA ESE BOTÓN UNA VEZ MÁS Y TE VAS CON UN DEDO MENOS DE AQUÍ!!! - vuelvo a gritar enfurecida mi amenaza y abro la puerta de un tirón, con cara de pocos amigos. La persona del otro lado del umbral me hace pensar, que aún estoy dormida y es un mal sueño, o estas alucinando por falta de sueño, definitivamente.

- No estas loca - me dice y mi gesto se contrae aún más. Es una maldita médium ¿o que? Todo es posible en esta vida - Tampoco tengo poderes psíquicos - ¿cuál era el remedio para las brujas? Ponerse los calzones al revés, según María y sus creencias mundanas - ¿puedo pasar?

- No creo que hayas venido hasta acá solo para ver mi linda cara de amanecida, después de haber acribillado mi timbre, a las 6 de la mañana, así que pasa - me hago a un lado y la chica ingresa a mi departamento, mirándolo todo con detenimiento. Se gira con cara de circunstancias, cuando cierro la puerta. Aún no comprendo que hace aquí pero me guardo la pregunta y la dejo explicarse a su tiempo.

- Veras, el otro día... cuando hablamos... yo lo estuve pensando y...

- Ya es tarde para eso niña - la corto con fastidio y me dirijo a la cocina, para hacer café. Se supone que eso hace una buena anfitriona ¿no? Y si no le gusta que se joda, es lo que hay. Odio el té y ganas de cocinar no tengo - él se fue ayer...

- Lo sé - eso me confunde aún más. Si no vino a tratar de detenerlo ¿a que carajos vino entonces? - pero quería darte las gracias por intentarlo...

- A ver, a ver. Creo que estoy perdida aquí, pero tu estas en marte, o estas drogada - la detengo, girando a verla, por que esto de que no entiendan a la primera, me enferma y no soy buena para eso de tratar a las personas muy bien, y menos en las mañanas, cuando te despiertan a punta de timbre - si esta visita, es por la que yo te hice, te recuerdo que te dije que lo hacía por él, no por ti. Es más, tu ni siquiera eres alguien para mí. Tampoco quiero que pienses que seremos alguna especie de amigas confidentes, después de que lo dejaste ir al frente, sin un motivo para volver, y menos que por brindarte un café, serás bienvenida aquí...

- Vaya que eres directa... - replica con sarcasmo y le sonrió con la misma intención.

- Oh y eso que estoy en la etapa dulce del embarazo, según dice mi doctora - replicó y me giro frente al mesón de la cocina, para empezar con la preparación del brebaje que le ofrecí a Sally, ni siquiera se lo has ofrecido, se lo acabo de decir perra - ¿me dirás que no solo viniste a saber de mi estado a las 6 de la mañana? ¿o sigo pretendiendo que es ese tu propósito? - sí, soy todo un amor en las mañanas.

Es algo que siempre ha sido así, pero cuando no eres muy buena para perder la conciencia por 8 horas seguidas y con frecuencia, teniendo en cuenta que mis fantasmas suelen presentarse en sueños, y joden mi descanso, me sale natural ser una perra. Además de que no he dormido nada, pase la madrugada en vela, pues cada que cerraba los ojos, mi macabra mente me mostraba las mil formas en las que podría morir el italiano, o las otras mil maneras en las que me podría enterar.

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora