1

6.3K 644 277
                                    

▬▬▬░░░✦❈✦░░░▬▬▬

C A P I T U L O       1

▬▬▬░░░✦❈✦░░░▬▬▬

23 de julio de 2021

—Mmm... ¿Bichito de luz? —me llamó Kiki, la coordinadora del grupo de apoyo, al notar que mi cabeza otra vez se hallaba en las nubes o mejor dicho en un pasado como de costumbre.

—¿Qué? —dije sin ganas y parpadeando un par de veces.

Después de que Oliver falleció, Noah me anotó en un grupo de apoyo, él confiaba que esto me ayudaría como sucedió con su hermano. Sin embargo, yo sabía perfectamente que nada ni nadie podría quitarme otra vez de esa oscuridad, venía solamente para complacer a mi amigo por todo el buen trato que me brindó desde la tragedia. Noah era mi pilar y yo el de él.

—¿Tienes algo por contar sobre tu vida y problemas? —preguntó Kiki. Los ojos de mis compañeros estaban puestos en mí, algo que me incomodaba bastante.

—No.

—¿Nada nuevo ocurrió en tu vida?

—No —respondí una vez más. Miré mis dedos y jugué con ellos suplicando que Kiki se dirigiera a otra persona.

Hace ocho meses más o menos asistía al grupo y jamás pude hablar sobre lo que sentía con esta gente que usaban un apodo en lugar de sus nombres reales para contar sus problemas. Nunca entendí la razón de escudarse bajo un seudónimo cuando ya conocíamos nuestras caras, no le encontraba sentido. Pero ya que... Yo elegí Bichito de luz por un único motivo que solo la gente que me conocía sabía.

Pensaba en irme de este grupo antes de que iniciara agosto, tenía que hacerle entender a Noah que nada cambiaría. Lo máximo que podría aceptar era continuar yendo a terapia con mi psicóloga, por lo menos ella me derivó a un médico especialista quien me dio unas pastillas para dormir y para los ataques de pánicos. Era la única ayuda que aceptaba.

Suspiré agotada al ver que Kiki todavía tenía interés en mí. Esa muchacha no se rendía nunca cuando se trataba de mí, tenía las esperanzas de que algún día yo pudiera decir más que solo monosílabos y frases cortas. Lastimosamente ese deseo no sucedería jamás. Me había convertido en una persona totalmente cerrada, sin objetivos o sueños por cumplir, incluso había abandonado la carrera que estudiaba con él y me metí a trabajar en el banco con Noah. Era fotocopiadora allí y Noah era el gerente, se ganó ese puesto luego de la muerte de su hermano, sus jefes creían que necesitaría más dinero para poder sustentar sus gastos económicos o tal vez por lástima. Mi sueldo era una mierda a comparación al de él, pero podía comprar comida para el mes y además era mejor eso que seguir en ese estudio de modelaje de mierda que traía recuerdos dolorosos.

—De acuerdo. ¿Qué te parece si te doy una nueva tarea para ti? —Se puso de pie y buscó en un rincón un bloc de hojas y lápices de colores, los llevó hasta mí y los dejó encima de mis piernas—. Te cuesta comunicarte con palabras, ¿qué te parece si lo haces con dibujos?

Le regresé las cosas y me crucé de brazos mirando a otra parte en busca de una salida fácil. Quería irme de allí, no tenía motivos para continuar con eso ni siquiera podía imaginarme el reflejo del pasado de Oliver caminando por allí o contando sus problemas a Kiki y a los demás. De hecho, desde que fui a despedirme de él en el cementerio no podía imaginármelo como yo quería, mi cerebro lo bloqueaba de todas formas. Lo más cerca que pude tenerlo era en mis pesadillas donde yo intentaba una y otra vez impedir que Xián lo disparara. Después de eso ya nada, me tocaba ver sus fotografías y recordar su voz o escuchar sus audios diciéndome por mis dos apodos y cuánto me amaba. Esto último lo hacía a escondidas de todos, más que nada de mi psicóloga.

El chico de las constelaciones #2Where stories live. Discover now