18

4.8K 587 705
                                    

▬▬▬░░░✦❈✦░░░▬▬▬

C A P I T U L O     1 8

▬▬▬░░░✦❈✦░░░▬▬▬

—Vamos por parte —sugirió Claudia mientras llevaba a la boca un puñado de frituras, ella estaba acostada en el suelo de mi habitación usando las piernas de Noah como almohada—. Te dedicó una canción, luego lloró, después te acusó de tenerle lástima y al final confesaron su amor un por el otro. Es así, ¿no?

—Más o menos —le respondí ladeando la cabeza, no tan convencida por lo último.

—¿Seguro no es bipolar?

—La bipolaridad no funciona de ese modo, Clau —explicó Noah rodando los ojos—. Oigan, ¿es normal sentir celos por Luz?

—Solo si te gusta, creo.

—Pero también suelo sentir celos cuando tú te vas con tu noviecito el músico ese.

Claudia se rio.

—Entonces tienes miedo de que Luz y yo te abandonemos por nuestras parejas.

—Yo nunca abandonaré a Noah —dije con firmeza—. Y no tengo pareja. —Metí una fritura en mi boca de mala ganas.

—Necesito tener mi movimiento de antes —bufó mi mejor amigo—. Antes tenía mucho sexo y ahora apenas si saludo a las personas que me atraen.

—Te podemos presentar a los otros chicos de la banda o a alguien del grupo de apoyo, ¿verdad, Luz? —Claudia se sentó y me miró con maldad—. ¿Segura no quieres abandonar a Noah e irnos con nuestros muchachos? —preguntó en broma tratando de hacer enojar a nuestro amigo.

—¡Claudia! —le regañé.

Noah la observaba con los ojos entrecerrados, luego le quitó sus piernas y la cabeza de Claudia cayó al suelo haciendo que se quejara por el golpe.

—No hagas que te baje a tu novio —le amenazó.

—Dudo que lo hagas, le gusta esta carne.

—Tengo una carne mucho mejor que le puede gustar.

De pronto, la conversación se tornó turbia y yo los miré con una ceja enarcada. Ambos parecían ser desafiantes uno con el otro para obtener la corona y el trono por ser la mejor mercancía. Ya me daba algo de asco que se vieran de esa forma solo por una persona.

—Y yo tengo una carne de buena calidad que le gusta saborear —remató ella. Era hora de darle fin a su discusión absurda.

—¿Pueden parar, por favor?

Claudia le mostró la lengua a Noah y volvió a colocar su cabeza encima de las piernas de él. Metió otro puño de frituras en su boca y se dirigió a mí:

—Volviendo al tema de nuestra pequeña Luz. En mi opinión como mejor amiga que soy y la cual tiene carne de buena calidad...

—¡Claudia! —exclamé, molesta.

—Lo siento —se disculpó entre risas—. De acuerdo, de acuerdo... Yo creo que deberías abrirte más a tus sentimientos. Será en vano que quieras bloquearlo porque se soltarán por sí solo como pasó ayer a la tarde. Te enojaste y confesaste que te gusta el rubio.

Bajé la cabeza, triste. Toda la noche estuve pensando en lo que había sucedido entre Pólux y yo. En ese momento solo me enojé conmigo misma por haber soltado tal barbaridad y peor aún delante de la persona que le correspondía mis sentimientos, pero luego otra vez me atormentó la culpa hasta quedarme dormida.

El chico de las constelaciones #2Where stories live. Discover now