Caminaba por los pasillos del castillo con paso lento, la alfombra callaba el sonido de sus zapatos. No tenía ganas de llegar a la sala de reuniones dónde su padre le esperaba.
Observó los retratos que colgaban en las paredes, no cualquier miembro de la realeza tenía el privilegio de colgar su foto sobre los pasillos del castillo, Midas se preguntó si alguna vez su foto terminaría en esa pared.

—¡Vaya! ¿Pero a quién veo? La oveja negra del corral- escuchó a sus espaldas. —aún que pensándolo bien, tu eres más como un pegaso recién nacido- Midas arqueo una ceja. —torpe y tambaleante, sólo que ellos lo son por unos cuantos minutos, tu llevas toda una vida.

—Corcel, se llaman corceles sabes que a papá no le gusta que le digamos pegasos. ¿Qué quieres? Dudo que hayas venido solo para molestarme.

Reanudó su camino, miró a su hermano, no le era difícil imaginarlo como él nuevo sucesor, era casi la copia de su padre; cabellos rubios con ondas suaves que caían como cascada hasta sus hombros, los mismos ojos violetas, estatura alta y complexión fornida; la única diferencia eran sus facciones cinceleadas y delicadas como las de su madre.

—Tienes razón, tengo cosas más importantes que hacer, vine para hablar con papá sobre el viaje que va a realizar.— Heremias siempre hablaba con un tono de superioridad, con el fin de hacer sentir inferior a cualquiera que hablara con él. —¡Oh! Cierto, tú no lo sabias, después de todo has estado ocupado visitando las mazmorras.—dijo con desdén. —Lo mencionó ayer en la cena parte en dos días y voy hacerme cargo del reino hasta que regrese.

Se detuvieron en la entrada de la sala de conferencias, antes de entrar Midas alzó el rostro para verle a los ojos.

-—Te equivocas, mi padre fue a verme a las mazmorras para informarme sobre el viaje que haría, me lo contó hace dos días.—se complació al ver la expresión irritada de su hermano, era como una pequeña venganza. —Es por eso que me mando a llamar, yo iré con él.

Le dedicó una sonrisa de lado, eso era una mentira pero Heremias no necesitaba saberlo. Se adelantó para abrir la puerta y entrar antes que su hermano.

—Buenos días su alteza, venerado sea su mandato en el reino de Numm. - mencionaron ambos haciendo una reverencia.

—Buenos días a los dos, me alegra que hayan llegado juntos así no demoramos. Cómo saben me iré de viaje a las islas Tiki en el reino Zahar. Jusefeth se encargará de organizar la conferencia con el comité del pueblo, los preparativos del festival de las estaciones y de arreglar el torneo que se llevará a cabo para elegir al sucesor.

—¿Un torneo? ¿Creí que ya tenia un candidato?. - Se sorprendió Heremias.

—Eso fue lo acordado en la última sesión con el Consejo de Alta magia y los guardianes de los elementos.

—¿Y se puede saber de qué será el torneo?

—No, ninguno puede saberlo antes del torneo.

—¿Entonces cómo sabremos en qué disciplina tendremos que entrenar?

—Por esa razón no pueden saberlo, no quiero que tengan ventajas. Lo sabrán unos momentos antes del evento. Ahora Heremías, tu estarás a cargo de supervisar las lagunas azules y los puertos pesqueros, te reunirás con el tesorero para que te explique como se lleva la administración, me mandaras un reporte cada semana sobre las entradas y salidas del producto, así como las monedas recaudadas.
También me informaras si se debe de hacer una inversión.

—¿Mizzel también estará a cargo?. - No es que a Heremias le importara lo que hacía su hermana, pero quería saber si sería el único, a parte de su tío, en tener el mando.

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⏰ Última actualización: May 31, 2021 ⏰

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Agea: Los Guardianes y el reino de Numm. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora