Stan y tú:

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"Advertencia: esta historia contiene escenas tristes, sino te gustan este tipo de historia por favor retírese en este momento y si te gusta llorar siga por su camino."

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La noche era oscura, ni la luna ni ninguna estrella se lograba ver en el cielo. Era como si toda luz que pudiera alumbrar la fría oscuridad de esa noche no existiera, causando la sensación de soledad y tristeza. Nuestra protagonista, de largos cabellos de color negro, estaba tomando una copa de vino a la orilla de una ventana en el segundo piso, en una casa que al fin pudo comprar con su marido, Stanley Uris. Junto a ella se encontraba su fiel compañero, Max, era un perro de la raza Samoyedo. Además de tener esa compañía tenia una guitarra, que le compro Stan el primer cumpleaños que pasaron juntos como prometidos. Era su más preciado tesoro, fue muy feliz en ese pequeño momento, lastima que ya no podía volver a esa época de alegría.

Recordar diversas escenas junto a Stan hicieron que la azabache poco a poco cambiara ese semblante serio a uno profundamente triste. Sus ojos, ahora llenos de pequeñas lágrimas, estaba mirando un punto fijo en el paisaje que tenia por esa altura. En su mente pasaba las escenas como si fuera una película con un muy triste final. Aun se preguntaba como es que esa feliz historia, que parecía que iba a terminar con un final de cuentos de hadas, haya terminado tan mal. Suelta un suspiro y llevando una mano a su frente para luego pasarla por su pelo, su compañero se acerco a ella para dejar reposar su mentón en la pierna de la chica, y esta le sonríe levemente para acariciarle la cabeza. Pasaron unos minutos así hasta que el perro nuevamente se levantó y comenzó a caminar hacia su cama para acostarse, al parecer el igual estaba cansado por los sucesos que ocurrieron en la semana.

-¿Por qué lo hiciste rulitos?- pregunta en un susurro al aire, recibiendo como respuesta una diminuta ráfaga de viento en su cara, la cual le hizo cerrar los ojos y empezó a derramar las lágrimas que estaba conteniendo -Yo... aun te necesito...- se mordió el labio y dejo a un lado la copa de vino para agarrar su guitarra. -Nunca dejes escapar tus sueños... te quiere tu judío...- lee con voz quebrada la dedicatoria que tenia grabada en una parte la guitarra, además de pasar el dedo sobre las iniciales de ambos debajo de la pequeña frase.

"Siempre que la toques podrás pensar en mi" recuerda perfectamente el tono de su voz cuando le entrego el estuche con la guitarra adentro, esta tan clara la imagen en su cabeza que sabía como olía aquel judío ese día. Ese recuerdo le saco una pequeña sonrisa y preparo sus manos en la guitarra. "Oh vamos, no digas tus puercadas como Richie" se le escapo una leve risa.

Comenzó a tocar una leve melodía, y después de mojar un poco sus labios, la letra salió de su boca -Vuelves, en cada sueño que tengo, caigo de nuevo en tu red...- mira hacia el cielo intentando buscar una diminuta luz que pueda aclarar sus ideas, pero nada parecía que estuviera de su lado -Sé que tarda un tiempo, curarme de ti, de una vez...- junto con fuerzas sus labios y aguantándose las ganas de seguir llorando -Tuve tantos momentos felices, que olvido lo triste que fue. Darte de mi alma, lo que tú echaste a perder-.

One Shot de los personajes de It x ____Where stories live. Discover now