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—Declaro al imputado omega Choi Soobin de 22 años, culpable

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—Declaro al imputado omega Choi Soobin de 22 años, culpable. Se le aplicará 5 años de prisión sin libertad condicional, además teniendo en cuenta en el estado de gestación que se encuentra: sus hijos quedarán en poder del gobierno hasta que cumplan la mayoría de edad. O en el mejor de los casos, hasta que una familia los adopte. Concluyendo con la disolución del matrimonio del demandante omega Choi Beomgyu y la pareja del imputado alfa Kai Kamal Huening, aclarando que el cachorro quedará en custodia absoluta del omega. Damos por cerrado el caso.

Soobin sollozó cuando fue llevado entre dos guardias hasta llevarlo al carro de policía mientras simultáneos reporteros trataban de pedir testimonio y más información, sin embargo se resistió y no dio comentario alguno mientras pensaba en el futuro de sus cachorros.

Beomgyu cubría su rostro mientras pequeñas lágrimas descendían por sus ojos; al fin todo había terminado y tendría la paz que tanto ha anhelado. Yeonjun le abrazó con fuerza y acarició su espalda por escasos segundos hasta que Hueningkai se acercó a ellos.

—Beomgyu.

El nombrado levantó la mirada y limpió sus lágrimas rápidamente, se puso en pie y miró a su ahora ex esposo.

—¿Qué sucede?

—Yo, me quería despedir. No volveré a entrar más en tu vida ni en la del cachorro, tal como me pediste. Creo que volveré a Estados Unidos si es que todo sale bien con mi padre, después de todo tendré que tomar su puesto —mintió manteniendo la mirada, se sentía devastado.

—¿Y Soobin? —preguntó desconcertado, no podía dejar a sus hijos a la suerte del mundo.

—A pesar de ser su padre, no puedo tener relación con ellos. Con Soobin rompimos la marca y ya no somos nada. El juez dictó que debían estar a cargo del gobierno... además no es como si Soobin me quisiera a su lado —levantó los hombros frustrado.

—Podrías al menos hablar con los padres de Soobin para... —trató de hablar Yeonjun pero su hermano lo interrumpió.

—Él ya lo decidió, sigue cometiendo errores. A ver como te va —bufó molesto y extendió su mano—. Gracias por los buenos momentos y por darme un hermoso hijo, espero que tu vida mejore.

Hueningkai la tomó y su lobo aulló desolado. —Igualmente, ten una buena vida.

Le hizo una reverencia a Yeonjun y salió del tribunal con el alma hecha añicos.

Al momento de llegar a su hogar, lloró desesperado buscando sus antidepresivos, cuando encontró el frasco ingirió una sobredosis junto a una peligrosa cantidad de whisky.

Se dejó caer al suelo de su habitación y miró por el ventanal el último cielo de su vida.


Soobin al ingresar a su celda, sintió como una parte de él se rompía, su lobo no sentía nada del otro lado a pesar de ya haber roto el lazo con su pareja

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Soobin al ingresar a su celda, sintió como una parte de él se rompía, su lobo no sentía nada del otro lado a pesar de ya haber roto el lazo con su pareja. Cayó al suelo aturdido y trataba de mantener la calma ya que varias miradas asesinas se posaban sobre él.

—¡No dije que te acostaras, omega estúpido! —exclamó un guardia y dio una patada al vientre del omega.

Choi gritó con dolor cuando fue tomado de sus cabellos y lanzado con brusquedad contra la pared más cercana. Su labio estaba roto y un hilo de sangre corría por su nariz, cubrió su vientre atemorizado.

—Aquí te darán una lección por meterte en lo que no te incumbe, y no creo que les importe que estés en cinta —declaró el oficial y cerró la celda.

Soobin gimió adolorido y miró las siluetas de 3 tipos acercándose a él.

—Por favor, estoy esperando cachorros, no me hagan daño.. —suplicó entre llanto. —¡AYUDA!

—No creo que te vayan a hacer caso, aquí no es como allá afuera —explicó uno de los tipos posicionándose al lado de Soobin y jalar sus cabellos con fuerza.

—A ver si te gusta romper un matrimonio otra vez.

Un golpe certero dio en su vientre haciéndole gritar desesperado, un tipo lo mantuvo aprisionado con sus brazos y no podía defenderse, mientras que el último tipo dio un golpe decisivo con su rodilla en el vientre ocasionando que su traje en la parte de su intimidad se tiñera de rojo mientras el omega iba perdiendo de a poco la consciencia.

—Mis bebés...

Fue lo último que pudo decir antes de perder la razón y sentir terribles calambres producto del aborto.

Fue lo último que pudo decir antes de perder la razón y sentir terribles calambres producto del aborto

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❛ broken ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora