Dios ya había descendido a la isla de Sharamar en una ocasión. Su sabor de boca fue tan dulce, que después de varios años, decidió regresar para volver a repetir su experiencia. Pero no ocurriría tan sencillo como se lo esperaba y su plan termina...
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Corte de Justicia Imperial Barrio Militar 8 am viernes
El Salón principal tiene en su agenda organizar en una hora los juicios para castigar a los involucrados en la Huelga de los Barrios, el cual estará presidido por el Emperador Sharam V.
En las celdas Napoleón mira a Frank y a Saúl y luego se enfoca nuevamente en su mano. Esa quemadura aún duele y Napoleón siente como el calor se apodera de su brazo cada vez más.
Saúl se percató de la herida.
-¡Chico! ¿Qué te pasó en el brazo? -le pregunta Saúl
-Fue cuando intente tomar la roca.
-¿Esa roca te hizo eso? y ... ¿Con solo tocarla?
-Así es, por cierto, ¿para que usted la quería?
-Mi padre era científico en la Sede de los Laboratorios Caos. El antes de ser desterrado, me contó muchas historias sobre sus investigaciones.
-¿Para qué sirve esa roca señor Saúl?
-Mi padre me contó que, si se rompía, se abriría una segunda grieta del Caos. Dicen que la primera se llevó toda la tierra al sureste de nuestra isla. O sea, es como un arma masiva, con eso pretendía chantajear al emperador, pero... ya no tengo la roca.
-El dinero que usted me dio también desapareció en el callejón.
-Es lo mejor que pudo haber pasado, sino nos lo hubiesen arrebatado los guardias.
De pronto se escuchan pasos de guardias. Frank, Saúl y Napoleón se asoman para ver que sucede.
Dos soldados imperiales arrastraban a un hombre a la celda de al lado, y no era cualquier hombre, Napoleón lo reconoció al instante y se escondió al final de la celda.
-Napoleón... Ese no es... -añade Saúl impresionado
-Sí, es mi padre... Atila.
El soldado al dejar al hombre tirado en la celda se dirige hacia ellos y les da 3 máscaras negras.
-¿Eso para qué? -pregunta Saúl al guardia
-¿O te la pones o te hago una con tu propia sangre?
El guardia le enseña un bastón con púas.
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