14. CORTAR LOS HILOS

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UN AÑO DESPUÉS

— ¿Estás seguro de que estás bien?— TaeHyung miró a JungKook preocupado tomar de un solo trago su quinto vaso de vino. — No tienes que hacer esto, puedes hablar conmigo.

JungKook lo rechazó con un chasquido y ser sirvió el sexto vaso. — No quiero hablar de esto, amor. Sólo quiero emborracharme e irme a dormir dos semanas. 

TaeHyung hizo fallido intento de berrinche cruzándose de brazos, quería lucir intimidante pero el puchero que formó solamente ocasionaba que JungKook quisiera comérselo a besos. 

— Si vomitas, te patearé el trasero. — El omega le arrebató la botella y la dejó sobre la mesada de la cocina. Ignoró el pataleo de su alfa y se sentó en su regazo; este lo abrazó por la cintura y reposó su cabeza sobre el pecho del menor. — No harás desaparecer al dolor si lo evades, Kookie. ¿No es lo que siempre me dices? —El alfa asintió. — ¿Entonces? ¿Por qué te empeñas a no hablar de esto? Anda, contéstame. 

— Hablar de ella te lastima— respondió a regañadientes. 

— Y no hablar de ella te lastima a ti. Y no quiero eso. No es justo mitigar mi dolor a causa del tuyo, amor. Vamos, habla conmigo. 

— ¿Qué quieres que te diga, TaeHyung? ¿Qué me duele que mi madre haya tenido el descaro de pedir que no divorciemos porque no puedes concebir? ¿O el hecho de que te amenazó con darte dinero para que te vayas? ¿O qué te parece que en ningún momento papá haya intervenido para nos dejara en paz? ¿Qué ni siquiera intente contactar a su único hijo, del cual supuestamente estaba orgulloso, para preguntarle si está bien? De mis amigos ya ni me gasto en sentir nada, ellos sólo- sólo. No, no voy a llorar, yo. Carajo.

TaeHyung no dijo nada cuando JungKook le dio un manotazo a la copa, tampoco hizo el intento de recoger los vidrios rotos esparcidos por el suelo. El menor lo único que hizo fue dejar pequeñas caricias en la espalda de su esposo, quien no paraba de llorar desconsolado sobre su hombro.

Luego de su aborto espontáneo, sus doctores le sugirieron que lo mejor sería hacer más exámenes para prevenir la salud del omega. Si había alguna duda sobre si él estaba apto para concebir, se terminó por aclarar durante esas semanas: TaeHyung no podía tener hijos. 

Como era de esperarse, no tuvo una buena reacción por parte de la familia de JungKook, sobretodo de su madre. La mujer hizo hasta lo imposible para hacer que el alfa cortara la relación con TaeHyung, incluso convenció a los amigos de su hijo para intervenir. Pero sólo lograba que JungKook estuviera más seguro de su decisión. 

— No querer a TaeHyung es no quererme a mí, mamá. — Le dijo la última vez que se vieron cara a cara.— Tú hiciste tu elección, yo acabo de hacer la mía. Olvídate de que tienes un hijo de ahora en adelante.

Cortar los hilos con su familia y amigos fue la cosa más dura que JungKook había hecho en toda su jodida vida. Y asimilar todo eso dolor estaba costándole horrores. 

Era pasada la medianoche cuando JungKook dejó de llorar. TaeHyung insistió y fueron a la cama, él creía que sería mejor para el alfa desahogarse si tenía la seguridad de su nido. 

— Estaremos bien— rezó el castaño,  sus dedos largos nadando entre los mechones de JungKook, viajando por su ancha espalda mientras este se abrazaba al cuerpo del menor y dejaba que los latidos de su corazón actuarán sobre él como una dulce canción de cuna. — Y yo estaré siempre a tu lado, mi amor. Siempre. 





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Siempre a tu lado ♤ KookTae OmegaverseWhere stories live. Discover now