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N/A: Dulce Destino sólo está en Wattpad hasta el capítulo 10. La consigues completa en Amazon o Buenovela.


A pesar de que en cuanto Jorge lo saludó le dijo que lo necesitaba para que trabajara en su empresa, Daniel realmente estaba agradecido por estas vacaciones; las había necesitado para recargar baterías, para despejarse. El trabajo que tenía ahora no era nada en comparación con la universidad, y entre otras cosas, pudo poner en práctica algunas cosas que había aprendido.

Además, este tiempo aquí de nuevo le estaba sirviendo para comprender que su mejor descanso lo conseguía siempre que Diana estaba bajo el mismo techo que él.

Debía decirle lo que sentía por ella? Debía confesarse? Tal vez ella lo rechazaría, las cosas quedarían claras entre los dos y él no tendría esperanza ya para seguir amándola.

Pero pensarlo y hacerlo eran dos cosas muy diferentes. Además, ella nunca le dio pie como para iniciar una conversación de este tipo.

Los días se fueron pasando demasiado veloces para su gusto. Tal vez fue bueno que Jorge le hiciera trabajar aun en vacaciones. Estar todo el día en casa con Diana habría sido terrible para él, y además, Nina se estaba volviendo cada vez más audaz con sus avances, así que mejor estar lejos.

Una tarde regresó y aún había sol. Frente al lago, las cuatro chicas habían montado una especie de campamento con fogata, y Marissa lo llamó para que se les uniera. Sonriendo, se acercó.

-Siéntate -le pidió Marissa, y él lo hizo entre Meredith y ella, dándose cuenta de que Nina le sonreía ampliamente, y Diana apenas si lo miraba.

-Estamos jugando verdad o reto -sonrió Nina, y Daniel notó que sostenía contra el suelo una botella de cristal-. Ya sabes cómo es, a quienes apunte la botella deben participar. Al que le toque el fondo decide si verdad o reto sobre el que le toque el pico.

-En realidad... -empezó a decir él, un poco reacio a que le sacaran sus verdades, pero todas le insistieron y tuvo que quedarse. Lamentablemente, no había otro hombre cerca para jugar, así que esto sería una especie de todos contra uno.

El juego empezó, y Daniel se dio cuenta de que algunas preguntas eran un poco subidas de tono. A Nina le preguntaron con cuántos hombres había estado ya, y ella simplemente contestó que el número era impar, y no dio más detalles por más que le insistieron.

A Marissa le preguntaron si ya lo había hecho con Simon; ella, sonrojada, había contestado que sí. Sin embargo, notó Daniel, los retos eran peores; ya en un par de ocasiones las chicas habían tenido que darse besos entre sí; quitarse ropa, o bailar danzas demasiado sexys o ridículas. Lo que sus compañeros de universidad habrían dado por estar aquí con él. Hasta que en una ocasión le tocó a él. Nina era su verdugo, y él se dio una palmada en la frente. Marissa aplaudía riendo. Las peores preguntas o retos hasta el momento los había hecho ella.

-Pregunta, o reto? -preguntó Nina elevando una ceja. Daniel miró en derredor y respiró profundo.

-Pregunta -contestó él, imaginando que el que le hicieran alguna pregunta personal no sería tan grave como correr desnudo alrededor del lago. Sabía que Nina sería muy capaz. Ella sonrió con picardía.

-Muy bien. Excelente. Contesta: te gusta Diana?

-Qué?

-Que si te gusta Diana.

-Por qué esa pregunta?

-Tú elegiste pregunta; te la estoy haciendo. Te gusta Diana? -el corazón empezó a latirle furiosamente. Qué podía contestar? Por qué Nina le hacía esto? Estaban empezando a sospechar acaso? Qué hacer? Qué hacer?

Dulce Destino - (Saga Dulce No. 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora