XIX

1.1K 95 63
                                    

Apoyado contra su escritorio, de brazos cruzados, aquel Camus conseguía recordarle muchísimo al del pasado. Su rostro no denotaba una sola expresión y siquiera él podría haber adivinado en qué estaba pensando.

Estaba claro que no diría una sola palabra, y así estaba bien. Camus no había hecho nada. Por el contrario, sólo había sido víctima de su estupidez, por lo que estaba en todo su derecho de ser duro con él.

Había sido un idiota, pero pese a que aquel día habría parecido que pretendía estar con sus amigos más que con él, eso no había sido más que una pantalla. En verdad se había entristecido al verlo partir en compañía del español. En cuanto a Shura..

Maldito desgraciado..

Sin embargo, no podía estarle más que agradecido. Pues fue gracias a él y sus provocaciones que terminó de abrir lo ojos.

Siempre supo que nada conseguiría esquivando a Camus. La vergüenza que sentía, no obstante, no le había permitido ver con claridad. Pero iba a tener que enfrentarla. No tenía más opción que ser sincero aunque eso lo hiciera verse como un verdadero patán a los ojos de su novio.

Suspiró antes de comenzar a hablar. Se sentía un egoísta allí parado frente al francés. Aquella situación era un privilegio que no merecía después de cómo lo había tratado.

- ¿Sabes? - titubeó - Siempre fui una persona orgullosa.

Tranquilo, el acuariano tan sólo lo miraba.

- Lo sigo siendo, de hecho.. - continuó - Me parece justo que lo sepas..

No sabía si aquello era bueno o malo, serlo podía ser tanto un defecto como una virtud según su propia opinión.

- Pero Cam.. - miró al francés - Jamás lo sería sin tener una buena razón..

Podía sentir el nudo en su garganta, tan conocido por las personas que han llorado a lo largo de su vida. Pero no, no se permitiría derramar lágrimas. No quería que éstas influyeran en la respuesta que Camus pudiera darle. No lo había esperado para apelar a su lástima. Y si de algo estaba seguro, es de que no estaba allí esperando una disculpa.

- Y no la tengo.. - dijo al fin.

Aquellas palabras consiguieron arrancarle una pequeña, pequeñísima expresión al francés.

- Si me he comportado como un idiota estos días no fue porque tú hayas herido mi orgullo.. - continuó, incómodo de tener que apelar al encuentro en Acuario del que tanto se arrepentía - Sino por vergüenza..

Ante sus palabras, el francés cambió totalmente su actitud. Ciertamente aún no le hablaba, pero ya no mantenía sus brazos cruzados ni su semblante tan rígido.

- Y no el tipo de vergüenza que tal vez estés imaginando.. - se obligó a aclarar, mordiéndose los labios. Estaba nervioso.

Pues lo más lógico era que Camus estuviese asociando su actitud con aquella noche en el onceavo templo. Él no tenía idea de lo que había venido después.

- Respecto a eso.. - continuó - Estoy seguro de que tú te has llevado la peor parte..

Odiaba pensar en ello, en verdad intentaba borrarlo de sus recuerdos pero no podía. Aún podía revivir con suma claridad cómo el francés había tomado distancia esa noche.

- En verdad siento lo que hice, Cam.. - angustiado, clavó sus ojos en los de su novio - Yo no debí..

Y por primera vez desde que había comenzado a hablar, el acuariano agachó la mirada. Él suspiró.

Amnesia (MiloxCamus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora