CAPÍTULO CINCO

6.5K 718 29
                                    

Hacer el desayuno era una de las cosas favoritas de Jungkook, y más si era para Jimin. Quien se encontraba dando una ducha, ya faltaba poco para que entrarán a clases y el rubio siempre era muy puntual.

Jimin era bastante estricto para la puntualidad, para el orden, era muy disciplinado y bastante responsable. Todas esas cosas fueron enamorando a Jungkook poco a poco.

Y es que ya no podía imaginarse tener una vida sin que Jimin estuviera presente. De hecho, no recuerda mucho de su infancia sin que fuera algún recuerdo de él con Jimin. Abrazados viendo la televisión o Jimin haciendo tarea.

No lo podía ni quería imaginarlo. El hecho de que sus vidas no estuvieran destinadas era absurdo para Jeon. El no tener que convivir con el lindo rubio, el no poder abrazarlo o besarlo, ni poder sentir su dulce aroma a kilómetros, lo hacía enojar.

Pensar que Jimin podría estar con otra persona, sonreírle a otra persona, abrazar o tan siquiera besar a alguien más, hacia que Jungkook sintiera su pecho comprimirse. Hacia a su lobo gruñir de celos. Ninguno de los dos podía permitir que esa cosita tan linda y amorosa fuera de alguien más.

Jimin se encontraba secando su cabello, pensando en cómo Jungkook lo había besado en todas partes de su cuerpo la noche anterior lo hacía sonrojar. El acto era muy íntimo, no sólo se entregaba el cuerpo, sino también el alma.

Al principio Jimin no había aceptado al cien por ciento tener que comprometerse con Jungkook, pues no era mucho de su agrado. Pero ahora, no podía vivir sin él.

En los últimos años, el tener que convivir los dos las veincuatro horas del día, hacían que Jimin se acostumbrara más y más a la presencia de Jeon. Llegó un punto en el que no podía separarse de él. Su lobo se sentía muy cómodo con su presencia, y él, fué cayendo a sus brazos.

El cuerpo de Jeon desprendía valentía y confort para Jimin. Acurrucarse en su pecho, escuchar los latidos de su corazón, era una total melodía. Disfrutaba de pasar el tiempo con él.

Desde hace tiempo empezó a sentir más que un simple cariño por él. Sentía mariposas en el estógamo cada vez que Jungkook lo abrazaba y metía su cabeza en su cuello. Pero tenía miedo de que ese amor que le tenía, no fuera correspondido de la misma manera.

Pues sabía que él era importante en la vida de Jungkook, como él lo era para Jimin. Pero que Jungkook se enamorara de Jimin ¿podría ser posible? Esperaba que sí.

Unos llamados lo despertaron de su ensoñación, era Jungkook para decirle que el desayuno estaba más que listo.

Una vez en la escuela sus amigos parloteaban de varias cosas a la vez. Pero Jimin se encontraba tan nervioso, pues Jungkook lo abrazaba por la cintura, mientras aspiraba su aroma con la cabeza en su cuello. Dejando uno que otro beso.

Él sabía que todo el mundo estaba enterado de su "relación"  con Jungkook, pero eso no quitaba el que le diera pena dar ese tipo de afectos en público. Pues nadie sabía que ellos dos nunca se habían dicho sus verdaderos sentimientos.

Así que Jimin se propuso a decirle lo que realmente sentía, no importaba si era aceptado o rechazado; él no se iba a dar por vencido.

La noche llegó y con ello la confesión. Jimin se encontraba caminando de un lado a otro. Sentía que en cualquier momento fuera a vomitar lo que había comido. No podía controlar el temblor en su manos, era demasiado para él. Unos toques en la puerta detuvieron su andar.

Jungkook se asomó por esta, tenía manchada la ropa de comida, a Jimin se le hizo algo raro, pero no hizo comentario alguno.

—¿Estas ocupado? —pregunto Jungkook bastante nervioso, con los ojos puestos en el piso. Jimin negó —Perfecto.

Jungkook sacó una venda de su cajón posicionándose atrás del rubio. Quien se encontraba en estado de shock. Sus ojos fueron cubiertos por esta tela. Mientras el pelinegro le susurro —Confía en mí.

Con algo de dificultad bajaron las escaleras, olía muy bien, eso provocó que el estómago de Jimin despertará por aquel aroma a comida.

Con cuidado Jungkook lo sentó y le quito la venda. Jimin se acostumbró a la tenue luz del comedor. Donde de encontraban velas, un jarrón con varias rosas rojas, con platos llenos de comida.

Estaba tan feliz por la sorpresa, que levantó su mirada hacía Jungkook, quien también se encontraba feliz.

—¿Esto a qué se debe? — Jungkook se levantó de su lugar, arrodillandose al lado de Jimin, quien abrió muy grande sus ojos al percibir una caja de terciopelo.

—Jimin, sé que tenemos varios años de conocernos, y que a pesar de estar destinados nunca te he dicho lo que siento. Y sé que tal ves te viste presionado al ser emparejado conmigo y tener que vivir  a mi lado, pero... Sé que se escuchará egoísta pero, no podría tener una vida sin ti. No podría, y no quiero vivir sin ti. Tus constantes sonrojos, tu sonrisa, tu cedoso cabello y hasta tus defectos hacen que me enamore cada día más de ti. No es para presionarte y creo que no hay mejor momento que este para decirte que te amo y... ¿Quisieras casarte conmigo?

Jimin estaba llorando, no de tristeza, sino, de alegría. ¿Desde cuando estaba enamorado de él? No lo podía creer, pasó toda la tarde ideando un plan para confesarle sus sentimientos, mientras que Jungkook le preparaba esta espectacular cena, y no sólo eso, le estaba proponiendo matrimonio.

Lo único que hizo fue lanzarse a sus brazos y llorar como si no ubiera un mañana—Si, claro que quiero casarme contigo.

Sé separaron un momento, sus ojos se conectaron y eso fué más que suficiente para saber el inmenso amor que se tenían —También te amo.

Así fue la historia de unos pequeños, los cuales por azares del destino, terminaron convirtiéndose en pareja. Aquellos niños que jugaban con juguetes, ahora se comprometían el uno al otro, a ser felices cada día de su vida.

FIN









Esto ha sido todo por mi parte, como vieron fué una historia corta y de lo más sencilla.

Recuerden que más adelante estaré subiendo extras.

Gracias por su apoyo 😘❤️

Sᴡᴇᴇᴛ Fʀᴀɢʀᴀɴᴄᴇ «𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧»Where stories live. Discover now