𝓨𝓶𝓲𝓻

171 10 0
                                    

El cambiarte de instituto a mediados de curso implicó un gran reto, sin mencionar también un cambio de casa, de ambiente y de la rutina en casa como la conocías hasta ahora; en realidad estabas feliz por la decisión de tus padres al separarse, hab...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El cambiarte de instituto a mediados de curso implicó un gran reto, sin mencionar también un cambio de casa, de ambiente y de la rutina en casa como la conocías hasta ahora; en realidad estabas feliz por la decisión de tus padres al separarse, habían actuado como los adultos que eran, tomando las cosas con calma. Te sentías afortunada de llevar una buena relación con ellos y de que después de todo, ellos le dieran fin a lo suyo de la mejor manera.

Pero el problema suponía que ya era bastante difícil para ti acercarte al resto para hacer amistades y parecía ser más complicado a esas alturas donde todos ya parecían conocerse a la perfección, habían varios grupos de amigos que se reunían en ratos libres.
La ansiedad te invadió inmediatamente al hallarte el primer día entre todos, sentada en tu banco con la mirada en la mesa donde yacían tus cuadernos; esconderte en el baño durante los descansos no parecía tan mala idea después de todo. Sin embargo el escenario cambió rápidamente cuando una chica de cabello castaño, con una sonrisa amplia y amigable se acercó a ti junto a un par de chicos, quienes suponían, eran sus amigos.

Aún recordabas sus palabras tan bien como si hubiera sucedido recientemente. "¿Siempre sueles estar sola?, Creo que acabas de llegar, seguro que no tienes con quién juntarte. Mira, ellos son mis amigos, Connie y Jean, yo soy Sasha, un gusto. ¿Cómo te llamas?". Esa vez apenas y te había dado tiempo de responder, apenas escucho tu nombre lo repitió sonriente y tiró de tu mano para llevarte fuera del salón de clases, todo tan rápido que ni siquiera tuviste tiempo de procesar. Te llevó a conocer a sus demás amigos e incluso te invito el desayuno esa mañana, todos eran bastante amigables y divertidos, te hacían sentir a gusto y tomaste confianza rápidamente como si los conocieras de años.
En cuanto a cierta morena de cabello corto y pecas en los pómulos, la conexión fue instantánea. Todo hizo sentido de repente, ni siquiera pudiste apartar tu mirada de ella, aunque no la conocías de antes, te brindó una sensación tan cálida y familiar que se volvió adictivo hasta cierto grado. Se volvieron amigas cercanas rápidamente, existía mucha confianza y apoyo, habías vivido tanto con ella en unos cuantos meses que resultaba impresionante. Había llegado a cambiar todo para ti.

—A veces me asustas cuando haces esto, te quedas mirando por la ventana todo el camino y apenas y hablamos. —Habló Ymir tras soltar una risa, en un tono divertido, pero notaste un trasfondo de cierta decepción. Acomodó un mechón de cabello detrás de tu oreja con suma delicadeza, manteniendo sus obscuros ojos clavados sobre ti, observando cada detalle como todos los días en los que te acompañaba de camino a tu casa, siempre usaban el metro, era más rápido y entretenido, según habías dicho para convencerla. Ella ni siquiera dudó en acceder.

—Estaba recordando cuando los conocí, ya casi se cumple un año de eso, no puedo creer que haya pasado tan rápido. —En cierta parte era verdad, pero más bien resultaba una de tus técnicas para evadir lo que pasaba entre ambas, había cierta tensión. Ya habías notado que el trato de la morena hacía ti era diferente al resto, que no era cualquier cosa el que siempre te acompañara a casa y que estuviera al pendiente de ti todo el tiempo. Tú también tenías tratos especiales hacía ella y sabías que había algo más que una amistad, tu estómago y todos tus sentidos te lo recordaban constantemente cuando ella estaba cerca y no podías evitar sonreír o cuando habían ciertos roces, pero sobretodo desde aquella última vez en que casi te besa al dejarte fuera de la estación; claro claro querías besarla pero no tuviste el valor, el pánico se apoderó de ti y te fuiste tan rápido como pudiste. Ella desde entonces fue más sutil, creyendo que seguramente se había pasado contigo, lo que menos quería era hacerte sentir incómoda.

—¿Pensabas en todos o en la vez en que nos conocimos tú y yo? —Había dado en el clavo. Sonrió ampliamente para hacerte sentir tímida, adoraba provocar, sólo negaste conteniendo una sonrisa y casi dándole la espalda, volviste a perder la mirada en el paisaje. Estabas a una estación de llegar.
—Lo siento, no quería incomodarte de nuevo. —Se escuchó bastante arrepentida que te hizo sentir mal y hacer girar tu rostro para mirarla, claro que no, no estaba ni cerca de hacerte sentir mal.

—No es eso, sólo que-. Oh, ya debo irme.

La voz por los altavoces avisando la próxima estación y la hora, te hizo callar provocando qué olvidaras todo lo que querías decir. Parecía claro lo que sentían una por la otra, pero no habían tomado el tiempo de conversar al respecto.

El tren se detuvo y abrió sus puertas, permanecía así por un par de minutos antes de partir. Vacilaste, batallando entre seguir tu camino fuera del vagón o acercarte a ella, apretaste las correas de tu mochila al igual que tu labio inferior entre tus diente reuniendo coraje suficiente.

—Lo lamento. —Dijiste al lanzarte a abrazarla, haciendo tus manos puños aún sin separarte por completo, podrías imaginar que su cara demostraba completa confusión.
—Aquella vez, también quería besarte.  No sé porqué no lo hice. Así que no estoy incómoda contigo. —Admitiste con vergüenza y prácticamente saliste corriendo, imaginando que una vez fuera estrías a salvo, seguías hecha in manojo de nervios pero al menos ahora lo habías dicho y te habías quitado un peso de encima. Suspiraste tan pronto se escuchó el tren partir, pero la cama no duró demasiado cuando alguien tiró de tu mano para hacerte voltear.

Ella lucía impresionada, sus ojos brillaban de emoción, apenas pudiste apreciarlos pues una de sus manos se posó en tu mejilla y no perdió el tiempo al eliminar la distancia entre ambas para fundir sus labios en un dulce beso, pudiste sentie sus manos temblar en algún punto, así como una amplia sonrisa contra tu boca. Repartiendo varios besos cortos sobre tus cerezos.

—Juro que estaba tan preocupada, _____. Creí que lo había arruinado. Créeme que haría cualquier cosa por ti. —Tomó una de tus manos llevándola hasta sus labios para besar tus nudillos.

—Lamento hacerte hacer dudar. —Sonreíste con pena, tomando la iniciativa de unir sus labios, esta vez llevando tú el control por unos cuantos segundos. —Quiero estar contigo, Ymir.














┌──❀*̥˚──◌──◌──❀*̥˚─┐

Heyyy, lamento la tardanza, pensaba en publicar varios capítulos que ya tengo en borradores pero estoy por graduarme del medio-superior y tengo tantos pendientes que apenas y puedo pensar. De cualquier manera estoy por terminar, así que tendré actualizaciones más constantes de ahora en adelante.
Gracias a las personitas que votaron en el os de Yelena, espero que pueda llegar a más y darles mejor contenido. ♡
Besos.

–❁

𝓢𝓷𝓴 𝓸𝓷𝓮 𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora