El paraíso. (+18)
Callum.
El sofá de esta casa no es pequeño, pero por experiencia sé que dormir en el no es agradable. Antes de saber que el día terminaría con Clover en la casa, pensé que no habría problema en dormir en la cama, cómo muchísimas veces, junto a mi hermana ya que es lo suficiente grande, pero ahora tenemos a Clover aquí.
Clover que no deja de insistir en que puede irse a su residencia, pero no quiero que lo haga. La extrañé y luego de nuestra conversación no he tenido oportunidad de tenerla solo para mí porque Moira se ha dedicado a conocerla, ser chismosa y recomendarle libros eróticos que hemos leído. Mi trébol ha sido paciente con mi hermana, pese a que Moira puede ser muy abrumadora y las respuestas de Clover hacia ella parecen genuinas.
Admito que me está emocionando que se lleven bien, pero también siento que mi hermana me bloquea la polla y cualquier momento romántico, sin embargo la perdono porque la extrañé y porque hablar con ella me hizo sentir mejor.
Ahora es tarde, no quiero que Clover se vaya y hay una sola cama. Moira ha dejado en claro que la cama es lo suficiente grande para los tres y yo no tengo problema con ello, pero no sé qué opina Clover al respecto, lo último que quiero es incomodarla, pero irme a dormir al sofá y dejarla sola con mi hermana lengua larga, no me da la suficiente confianza.
—No es como si fuésemos a hacer cosas sucias —dice Moira ya en pijama—. Ya te lo hemos dicho, Clover, no somos...
—Incestuosos —termina ella.
Mi hermana asiente mientras de manera distraída se acaricia la oreja felpuda de conejo porque trae un pijama enterizo felpudo de dicho animal. Clover, que llegó en la tarde con su peculiar vestimenta de camisa enorme escondiendo las curvas que me encantan y pantalón desgastado que se ajusta a sus muslos, parece que vino lista para dormir conmigo porque estoy suponiendo que eso es el intento de un pijama y yo solo traigo uno de mis pantalones sueltos de chándal.
—Entonces está decidido —dice Moira dejándose caer en el lado derecho de la cama—. Estoy agotada, apaguen las luces y a dormir.
No sé si de verdad está tan agotada, pero tal vez sí porque no pasan ni dos minutos cuando se encuentra dormida acurrucada en sí misma. Viéndola así casi parece inofensiva. Busco una manta adicional con la que cubrirla pese a que seguramente su pijama le está dando el suficiente calor corporal, luego me giro hacia Clover que mira de manera pensativa a la cama.
— ¿Voy en el medio? —pregunta no muy convencida.
—Cómo quieras. No es la primera vez que duermo con mi hermana...Bueno, eso suena horrible, pero sabes a lo que me refiero.
—No suena horrible porque lo entendí bien.
Trepa sobre la cama dándome un buen vistazo de la forma en la que el pantalón feo y ajustado le abraza el culo, pero solo necesito ver a mi hermana para que la calentura desaparezca. Apagando las luces no tardo en ubicarme a su lado porque Clover se encuentra en el medio y puede que la cama no sea pequeña, pero tampoco deja suficiente espacio cuando somos tres personas adultas en ella.
Escucho unas risas desde afuera, que es la razón por la que no dormí en la habitación de Stephan, me había advertido que vendría con una amiga y puedo imaginar las cosas amigables que piensa hacer, por suerte, nuestras paredes son gruesas, pero de igual forma no son a prueba de gritos por lo que espero no resulten muy ruidosos si piensan hacer suciedades.
Girándome de costado, me enfrento a Clover que tiene la misma posición y debido a que las cortinas de la ventana no están cerradas, soy capaz de ver lo suficiente de su rostro en la oscuridad.

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Clover (Parte I y Parte II)
RomanceUna nota, un auto, una fiesta del amor, un cadáver y algunas sorpresas ¿Qué podría salir mal? Después de todo este es el comienzo y algunas cosas tarde o temprano terminan sucediendo ¿Verdad? Libro I y II.