Advertencia: capítulo con contenido sexual explicito y extenso. Si no es lo tuyo, saltatelo y huye porque las cosas se ponen súper intensas.
Advertencia 2: bueno, si sigues aquí al menos procura leerlo solo o sola.
Advertencia 3: Cuidado con esas manos.
Callum, por favor (+18).
Callum.
Clover y yo nos encontramos en Londres tras cuatro horas de viaje en auto desde Nottingham. Fue un viaje entretenido con sus buenas cuotas de silencio porque ella estaba nerviosa y emocionada por el pronto nacimiento de su hermanito, pero estoy seguro de que su mente también repasaba los acontecimientos de las últimas semanas, sobre todo la expulsión de Bryce Rhode y aquellas horas en las que estuvo desaparecida. En cuanto a mí, mis pensamientos eran disperso, de un punto a otro, desde algo tan simple cómo cuándo lavaré la ropa que dejé en la cesta de ropa sucia al horrible recuerdo de la desesperación y angustia la tarde que Clover estuvo desaparecida.
Creo que salir un par de días de la universidad está bien, por fortuna no perderemos mucho, solo un día de clases y en serio esta escapada podría ser muy necesaria porque aun cuando las cosas se ven bien y han sido días relativamente tranquilos en donde finalmente podemos actuar cómo una pareja idiota de universitarios normal, hay una tensión cómo si temiéramos a creer que es real y esperáramos lo peor. Le llamo trauma post el maldito de Bryce.
Ahora, sobre llegar a Londres la cosa es que lo hicimos a la casa bastante grande del papá de Clover y luego vinimos muy rápido al hospital a encontrarnos con él y su esposa Valentina que se encuentra en un muy comprometido trabajo de parto. Al llegar, de alguna manera esperaba mucha conmoción ante mi aparición con Clover en el hospital, pero el señor Mousavi apenas si me da un asentimiento y envuelve a mi trébol en sus brazos y ella riendo le pide que se calme.
Mientras el señor Mousavi la pone al día sobre cómo han pasado seis horas desde que Valentina fue ingresada, reparo en que su cabello negro y con unas que otras canas se encuentra despeinado, trae la camisa mal abotonada y sus ojos oscuros cómo los de Clover se encuentran muy abiertos, tanto que me parece gracioso, sin embargo, consigo no reírme.
Que estresante debe ser prepararse para ser papá.
—Papá, tienes que tranquilizarte, Valentina no necesita que te vuelvas loco y ella tampoco tiene la paciencia para aguantarte si eso sucede.
—¿Qué me hizo creer que podía ser padre de nuevo a esta edad? ¡Si no sé nada! Ni siquiera te he criado.
—¿Cómo qué no? ¡Por supuesto que me has criado!
—Y muy bien —agrego y ambos voltean a verme con desconcierto—. Ah, tranquis, tranquis, no vuelvo a interrumpir.
El papá de Clover me ve durante largos segundos y luego frunce el ceño cómo si finalmente me reconociera a mí y notara mi presencia, no me lo tomaré cómo ofensa, pero tengo que dejar en claro que tampoco me hace feliz, soy pelirrojo que nunca pasa desapercibido a dónde sea que vaya.
—Has traído a tu amigo —Le dice con tono de recelo y ella ve de él a mí.
—Sí, condujo hasta acá por mí, es un gesto muy bonito ¿No crees?
No sé si el señor Mousavi lo aprueba o piensa quejarse, pero la enfermera sale haciéndole saber que su esposa exige que entre y no se vaya nunca más (un poco intenso y dramático, pero me encanta porque es cómo una película), él toma una profunda respiración cómo si se diera fuerzas a sí mismo.

ВЫ ЧИТАЕТЕ
Clover (Parte I y Parte II)
Любовные романыUna nota, un auto, una fiesta del amor, un cadáver y algunas sorpresas ¿Qué podría salir mal? Después de todo este es el comienzo y algunas cosas tarde o temprano terminan sucediendo ¿Verdad? Libro I y II.