Capítulo 40

5.1K 768 1K
                                    

-URSS-

La fiesta por fin empezó, y para ser la primera fiesta después de mucho tiempo, el ambiente era muy agradable.

Pero como siempre, me sentía fuera de lugar, como si no encajara, así que me quede en una parte oscura de la playa observando desde afuera con una copa de champagne.

Si estuviera Alemania, me sentiría un poco mejor.

Pero ver a Azteca, tan bella paseándose con Vene por la playa, causaba un sentimiento de intriga, quería ir y hablar con ella.
¿Pero de que?.
Además no entiendo por qué pasa tanto por mi cabeza, solo es una mujer.... una mujer preciosa.

Me atraganté en mi champagne, tosiendo y cubriéndome la boca para no verme asqueroso, aunque nadie me estaba viendo.

- Cuidado no te mueras - Alemania me tomo los hombros.

- Ay Dios, que bueno que estás aquí - sonreí.

- Soy tu salvador - miro a donde yo estaba viendo - Azteca se ve bien.

- Lo se - susurre.

- Háblale estupido - me quito la copa de las manos tomando un poco.

- No... no estaría bien.

- Ay que estupidez - soltó, dejándome perplejo - Nada está bien, en el gran rango de las cosas, todo lo que hagamos estará bien para unos y mal para otros, ve y háblale, no se te caerá el brazo por hacerlo.

- Wow, ¿cuando te volviste tan... así? - levante una ceja.

- No se, pero si no le hablas tu, le hablo yo - me reto.

- AH NO ESO SI QUE NO - lo aparte juguetón, corriendo por la arena hacia la pista.

Nos acercamos con Azteca, que en cuanto vio a Alemania, su mirada se iluminó y lo abrazó.
Me dio muchos celos pero es Alemania, así que decidí no explotar.

- Que bueno que nos acompañes - Azteca le tocó la mejilla a Ale.

- No podía perdérmelo - le sonrió - Y necesitaba verte.

- ¿Enserio? - pregunto juguetona.

Bueno ya me altere

- Chicos deberíamos sentarnos - los dirigí a una mesa para sentarme en medio de ambos.

- Rusia -

No esperaba que mis hermanos llegaran, después de todo cortamos contacto después de la ultima vez que nos vimos. Había mucho odio entre nosotros, excepto Biel que vino con gusto.
Traía un vestido azul cielo y el cabello largo lacio, se veía muy bonita.

- Jamas creí verte así - Biel me susurro mientras le acomodaba el vestido a Sofi.

- ¿Así como?.

- Como un padre.

Le dije a Sofi que fuera con España para poder hablar con Biel.

- ¿A que te refieres? - me cruce de brazos viendo abajo.

- Siempre has sido un hombre muy frío y serio, no pensé que tuvieras un lado... dulce.

- Biel, por mucho tiempo tuve que reprimir este lado, pero jamás lo hice contigo - le acaricié el cabello - Te cuidaba mucho cuando eras pequeña, ¿no recuerdas?.

- Ya se ya se - Soltó una risita abrazándome.

Ahora mi plan es que hable con URSS y que tan siquiera tenga una hija que lo apoye.

No te vuelvo a perder Where stories live. Discover now