Introducción

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Yo soy Juan y esta es mi historia con Carla, la primera persona con la que mantuve una relación, aunque un tanto rara. Éramos dos adolescentes bastante salidos, con carácteres muy marcados ambos, pero a pesar de todo nos queríamos y creo que en algún momento llegamos a sentir cosas muy fuertes el uno por el otro. No os preocupéis que con los ejemplos que os voy a contar lo entenderéis mucho mejor, pero antes quería explicaros todo lo que rodea a nuestra relación y a mi persona un poco por encima.

Yo era un chaval adolescente normal por aquella época: bastante estudioso, además iba al conservatorio, me estaba sacando el título del First, llevaba toda mi vida jugando al fútbol, lo cuál me dotaba de una constitución bastante atlética y me beneficiaba de ello para atraer a las chicas, me gustaban bastante los videojuegos y como todos los de mi edad estaba más salido que el pico de una plancha. Pero eso no era lo peor, estaba locamente enamorado de Carla. Yo era moreno, medía 1,85m, atlético como ya dije antes y no me consideraba demasiado guapo, pero nunca me faltaron pretendientas (tampoco me sobraban demasiadas nunca).

Carla era una chica de mi misma edad y que iba en la misma clase que yo en el instituto. Medía sobre 1,70m, cabello rizado y largo, morena, y unas medidas muy por encima de las de su edad. Tenía en mi opinión un carácter mucho más volátil que el mío y pocas veces podías saber con anterioridad como iba a estar ese día. Algo inmadura pero también muy salida. A pesar de ello, tenía mucho miedo a la penetración y eso para mi empezaba a ser un problema. A pesar de todo me conformaba con liarme con ella de vez en cuando y toquetearnos por encima de la ropa, ya que me ponía muchísimo.

Como ya comenté antes, yo estaba enamorado de Carla, pero nunca llegué a saber sus emociones reales al respecto ya que decía que no podíamos ser novios al ser mi madre su profesora de matemáticas (y la mía también, pero a mi eso me daba igual de cara a nuestra relación) y eso a ella le daba mucho respeto. Ya no es solo que no pudiésemos ser novios por eso, es que tampoco podíamos contarle a nadie que estábamos liados ya que al ser mi madre profesora en el instituto si se enteraba algún alumno suyo, seguramente ella se enterase también. Eso nos relegaba a liarnos a escondidas, donde no nos viera nadie y en ocasiones más contadas de lo que a mi me gustaría. Encima, Carla puso como excusa esto para tener una relación abierta: "¿Qué van a pensar de mi mis amigas si ven que no me lío con nadie de fiesta? No quiero ser la monja del grupo" solía decirme. Todo ello me tenía algo mosqueado y celoso, pero seguía tolerándolo por culpa de mis sentimientos y mis hormonas.

Dicho todo esto, les dejo disfrutar del primer capítulo que subiré a continuación, espero que sean comprensivos ya que vengo de todorelatos y voy a intentar adaptar los relatos que tenía allí para publicarlos en esta página que parece mejor en todos los aspectos, disfruten.

Las hormonas de Carla y Juan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora